Un neoyorkino en Vallecas
El Rayo Vallecano est¨¢ de moda. En el campo, el equipo gana, se gusta y golea en lo alto de la tabla de una re?ida LaLiga Santander. Fuera, en las calles, la hinchada preserva la esencia del ¨²nico club de barrio en la ¨¦lite ante el asombro de viajeros cautivados por un clima futbolero de anta?o. As¨ª se vive una noche en la casa del mejor local de la competici¨®n
A Arik, neoyorkino, medio israel¨ª, un loco del f¨²tbol, le han bastado mes y medio y tres visitas al campo del Rayo Vallecano para cambiar de nombre. Los aficionados lo han bautizado como Arik from Vallecas. Si se presenta, ¨¦l mismo asume esa identidad reci¨¦n adquirida: Arik el vallecano. ¡°La hospitalidad de esta gente es incre¨ªble¡±, dice, api?ado a la puerta de un bar lleno de bufandas de la franja, como uno m¨¢s. Despu¨¦s, en el estadio, entonar¨¢ un c¨¢ntico que a ¨¦l, rayista de nuevo cu?o, desde luego no le suena a sorna: ¡°El a?o que viene, Rayo-Liverpool¡±. ?l conf¨ªa en que suceder¨¢. Porque si hay una temporada en la que es posible, es esta, una de las m¨¢s emocionantes de los ¨²ltimos tiempos de LaLiga Santander y donde el ¨²nico equipo de barrio de la competici¨®n est¨¢ dando la campanada: de reci¨¦n ascendido a luchar por un puesto en Europa.
Una competici¨®n llena de emoci¨®n
Han pasado ya 14 jornadas, pero la emoci¨®n y las sorpresas no decaen en LaLiga Santander. Una Real Sociedad que fue l¨ªder durante cinco jornadas, un Rayo Vallecano asomado a Europa y una distancia ¨²nicamente de cuatro puntos entre primero y cuarto, la m¨¢s corta de todas las grandes ligas, son las evidencias de que el campeonato espa?ol est¨¢ hoy por encima del resto: m¨¢s re?ido, m¨¢s palpitante.
Nuevamente, este fin de semana se presenta lleno de partidos al rojo vivo. Real Madrid y Sevilla FC, primero y tercero respectivamente en la tabla con un partido menos, se enfrentan con la posibilidad de volver a cambiar un liderato que ya ha tenido tres due?os diferentes. Otros equipos destinados a pelear por estar arribar, Atl¨¦tico de Madrid, Real Sociedad y FC Barcelona, enfrentan complicadas visitas en territorio rival. Y en el duelo entre RC Celta y Deportivo Alav¨¦s ambos trataran de sacar los tres puntos para no caer en una zona de descenso tambi¨¦n apretada. Por su parte, el Real Betis juega en el Benito Villamar¨ªn contra el Levante UD ara mantener la buena racha en casa.
Es lunes, lunes en un distrito orgullosamente obrero pero del tama?o de una capital como Bilbao. Y, como buen comienzo de la semana laboral, con sus rigores: madrugar, sacar adelante el tajo¡ Despu¨¦s, aguarda el Rayo. Una cita imperdible, aunque el term¨®metro no se despegue mucho de los cero grados, aunque la borrasca se ensa?e con la avenida de la Albufera, esquina con Payaso Fof¨®. Al equipo no le pueden faltar gargantas animando. Los m¨¢s tempraneros empiezan a asomar sobre las seis, tres horas antes del encuentro, adue?¨¢ndose de las barras de zinc y las mesas de madera de algunos de los templos taberneros de la zona, donde comienza la procesi¨®n de bufandas y camisetas franjirrojas.
Tras una de esas barras se afana Enrique D¨ªaz, Ricky. Su hermano ?scar y ¨¦l heredaron el Disan de manos de su padre y su t¨ªo, toda una instituci¨®n con m¨¢s de 60 a?os de solera, lugar de encuentro hasta no hace tanto de aficionados rayistas y jugadores del club, ¡°que ven¨ªan por aqu¨ª siempre a tomar algo¡±, cuenta Ricky. Fue, incluso, sede de la pe?a que fundara el exdelantero uruguayo Fernando Morena, ¨ªdolo en Pe?arol que qued¨® prendado del Rayo durante su estancia en el club de Vallecas. Morena estuvo la temporada 1979/80, en la que dej¨® 21 goles.
El equipo vallecano es el ¨²nico reci¨¦n ascendido de las grandes ligas que ahora mismo se clasificar¨ªa para jugar en Europa
El tabernero D¨ªaz presume de haber nacido casi a la par que el nuevo estadio vallecano, que se inaugur¨® en junio de 1976. La parroquianos entran, lo saludan por el nombre, se aflojan el nudo de la bufanda; unos corren a apuntarse al sorteo de la cesta navide?a, otros sencillamente charlan, mientras ven por televisi¨®n el resumen del resto de la jornada: ¡°?Qu¨¦ tal nos ir¨¢ hoy? ¡°No es malo este Vinicius, eh?¡±. Todo eso en un lunes lluvioso e intempestivo en el que, eso s¨ª, se respira un aire de optimismo e ilusi¨®n por el buen rumbo liguero de los muchachos comandados por Andoni Iraola. ¡°Imaginaos si hubierais venido en fin de semana, un d¨ªa soleado de partido, entonces ver¨ªais m¨¢s claramente lo que es el verdadero ambiente del barrio¡±, dice, mientras no se despega del grifo de cerveza.
Es, cuenta D¨ªaz, parte de un rito irrenunciable que pasa de generaci¨®n en generaci¨®n: desde la puerta del Disan se ven las gradas; el estadio y el barrio son casi la misma cosa ¡ªen la avenida de la Albufera varios negocios se llaman como su equipo: peluquer¨ªa Rayo, autoescuela Rayo, d?ner kebab Rayo¡¡ª. Isi, utilero del club durante cuatro d¨¦cadas, hoy ya retirado, defin¨ªa esa camarader¨ªa impensable en otras partes con una an¨¦cdota ilustrativa: ¡°Del vestuario, los jugadores iban directos a tomarse unas ca?as con los aficionados; hasta Hugo S¨¢nchez o Maradona¡±.
Los franjirrojos son el mejor local de LaLiga Santander. En su feudo, hasta la fecha, han ganado seis partidos y empatado otro
Y los hinchas quieren conservar ese esp¨ªritu. En otra parada de la forzosa ruta previa al partido, Arik el Vallecano charla con Yoli, expresidenta de la Agrupaci¨®n de Pe?as del Rayo Vallecano, ADRV, unas siglas que luce tatuadas en su mu?eca. Yoli, de 46 a?os, compart¨ªa pelotazos en el parque, de ni?a, con M¨ªchel, Miguel ?ngel S¨¢nchez, la zurda que, luego, dejar¨ªa 58 goles para el equipo de la Franja, que entonces no era todav¨ªa el gran centrocampista en que se convirti¨®, sino solo su compa?ero del cole. ¡°No paraba de darle patadas¡¡±, cuenta entre risas. ¡°Una vez, con nuestra pe?a, Planeta Rayista, quisimos entregarle un premio conmemorativo a Antonio Amaya [exjugador del club]. Ya no viv¨ªa aqu¨ª, claro, y sin embargo se vino desde Andaluc¨ªa en coche solo para recogerlo, y luego sali¨® con nosotros, como uno m¨¢s¡±, relata. Eso, dice, es el Rayo Vallecano.
Porque si hay algo que esos aficionados abnegados exijan a sus ¨ªdolos es que los representen, que, como ellos, suden, luchen. Que defiendan con orgullo lo que son, da igual que enfrente haya gigantes, contra viento y marea, sin olvidar su origen humilde, pese a que ahora superan al FC Barcelona en la tabla y son una de las revelaciones del campeonato junto a Real Sociedad, Real Betis o el CA Osasuna. Esa es la lecci¨®n que le cuenta Yoli al reci¨¦n llegado, a Arik, en un bar de la calle Dolores Folguera, cuyas paredes lucen pancartas fraternales: ¡°La vida nos hizo amigos, el f¨²tbol nos hizo hermanos¡±.
Arik, enfervorecido futbolero, cuya pasi¨®n lo llev¨® a Israel y luego a Argentina, antes de recalar en Vallecas, se ha empapado de valores, de historia, y pretende hacer algo trascendente con todo eso que ha aprendido: ahora se dedica a expandir internacionalmente la marca y cultura de clubes ilustres no tan conocidos fuera de nuestras fronteras; como el Rayo, un unicornio en el universo de una de las grandes ligas del mundo, el ¨²nico reci¨¦n ascendido de los cinco grandes torneos continentales que, si ma?ana acabase la contienda, ocupar¨ªa plaza de la UEFA Europa League. ¡°Otra ronda para Arik y sus amigos¡±, grita uno de los habituales del bar De t¨® la vida a Walter Majares, el due?o, que desde hace cuatro a?os acoge a los pe?istas en su local. ¡°Esta gente, vecinos, obreros como yo, son ahora mis amigos; y mi mujer y yo nos hemos afiliado a Planeta Rayista¡±.
Ser¨ªa la primera participaci¨®n en competiciones europeas del Rayo Vallecano desde temporada 2000/01, en la que llegaron hasta cuartos de final de Copa de la UEFA
La fr¨ªa noche transcurre veloz. Quedan veinte minutos para que comience el partido y, Juan Pablo, acodado en otro bar, El L¨ªder, asume que ocupar¨¢ su asiento cuando el bal¨®n est¨¦ rodando: ¡°Mis amigos ya han pasado; me acabo esta y entro¡±, dice este socio del Rayo ¡ªdesde hace 21 a?os¡ª que se desplaza cada jornada desde Azuqueca de Henares, a m¨¢s de media hora de coche. Se demora porque, mientras apura su vaso, cuenta c¨®mo termin¨® sirviendo de gu¨ªa a un mancuniano que, de visita en Vallecas, se enamor¨® del Rayo: ¡°Vino a ver un Manchester United - Valencia y acab¨® aqu¨ª, no s¨¦ c¨®mo. Ahora somos muy amigos¡±.
Tuvo suerte. Entr¨® justo a tiempo de ver a su equipo marcando el primer gol, pasado un cuarto de hora del pitido del ¨¢rbitro. El estadio vibra hasta los cimientos cuando, cuatro minutos despu¨¦s, el Rayo marca el segundo. El fondo canta la Marsellesa sin m¨¢s letra que Oe Rayo oe. Camuflada entre ellos se halla Yaegee Park, coreana, una bailarina que afronta su d¨¦cima temporada con la Compa?¨ªa Nacional de Danza. Tras un disparo lejano, el bal¨®n abandona el campo y cae en sus manos: ¡°Esos aficionados son incre¨ªbles. No paran de cantar y animar. Guard¨¦ el bal¨®n de recuerdo para uno de ellos, que me lo pidi¨®¡±, cuenta Park entusiasmada con el Rayo, aunque cediera luego a la tentaci¨®n de hacerse una foto con su compatriota Kang In Lee, del RCD Mallorca, al final del partido. 3-1 para el barrio, para el equipo de Vallecas, que antes de abandonar el estadio por los vomitorios entona su m¨¢s m¨ªtica celebraci¨®n: ¡°La vida pirata es la vida mejor, sin trabajar, sin estudiar, cooooon la botella de ron¡±.
Es lunes, son m¨¢s de las 11 de la noche. Hace mucho fr¨ªo. La gente se dispersa diligentemente. Ma?ana tendr¨¢n que volver a madrugar, pero se levantar¨¢n con otro cuerpo, m¨¢s felices. El sue?o de su Rayo contin¨²a en una re?ida edici¨®n de LaLiga Santander en la que hay opciones para todos los equipos. El a?o que viene, Rayo-Liverpool.