Mancini precipita la desconexi¨®n de Phillips y Rice
La defensa de cinco de Inglaterra y el doliente Kane, con los tobillos inflamados, no logran sortear los problemas que advert¨ªan los t¨¦cnicos sobre la incompetencia creativa del doble pivote
¡°?Ven!¡±, gritaba Roberto Mancini a Federico Chiesa. ¡°?Ven aqu¨ª!¡±.
Descompuesto en la banda, el seleccionador de Italia llam¨® al atacante para darle instrucciones. El marcador se?alaba un 1-0. La final de la Eurocopa se inclinaba hacia Inglaterra despu¨¦s de que Chiesa, el extremo derecha, y Di Lorenzo, el lateral, no se pusieran de acuerdo en qui¨¦n de los dos deb¨ªa seguir a Shaw. Libre de marca, el carrilero del United hab¨ªa llegado libre al segundo palo para acribillar a Donnarumma en el minuto dos.
El golpe desestabiliz¨® a Italia durante media hora y provoc¨® la reacci¨®n airada de Mancini con Chiesa, presunto responsable de una distracci¨®n con peso de derrota. El 1-0 convirti¨® la final en un mal sue?o para Italia, obligada a hacer un sobreesfuerzo descomunal en su intento por remontar. Si los italianos lograron sobreponerse al accidente y conquistar el trofeo, fue consecuencia de su bravura tanto como de la incompetencia de Inglaterra. La selecci¨®n brit¨¢nica solo remat¨® dos veces a puerta en 120 minutos mientras que Bonucci y sus compa?eros sumaron seis disparos.
Con el 0-0 y con el 1-0, el desastre se cern¨ªa sobre Inglaterra. Lo sab¨ªan los t¨¦cnicos de la federaci¨®n y lo sab¨ªa Gareth Southgate, el seleccionador, porque sobre su despacho de Saint Gorge¡¯s Park se le acumularon informes de alarma en los d¨ªas que precedieron a la final. Seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la federaci¨®n inglesa, los expertos se?alaban que el punto d¨¦bil de Inglaterra eran sus mediocentros Rice y Phillips. Cuando el equipo defend¨ªa, eran inagotables. Pero si deb¨ªan atacar contra un adversario que invad¨ªa su campo, desaparec¨ªan la mitad de las veces cuando sus centrales necesitaban elaborar una salida. Si se ofrec¨ªan, su estad¨ªstica de pases acertados reflejaba un promedio exiguo de decisiones relevantes cuando deb¨ªan jugar la pelota bajo presi¨®n. Incapaces de cambiar el plano de la jugada, devolv¨ªan la mitad de los balones a sus defensas y acababan provocando un bloqueo en la circulaci¨®n. Considerando que el rival era Italia, un equipo cuyos centrocampistas saben ejercer una presi¨®n asfixiante, las proyecciones pronosticaban un escenario peligroso para el anfitri¨®n de Wembley. Un drama que solo pod¨ªan resolver dos circunstancias: la multiplicaci¨®n de Harry Kane en labores de construcci¨®n del juego, o una circunstancia m¨¢s o menos accidental.
Cuando Southgate dispuso una l¨ªnea de cinco defensas y mantuvo el doble pivote, obr¨® como si tirara la toalla. Fue consciente de que, puesto que contra Italia perder¨ªa el control del partido de forma irremediable, m¨¢s le val¨ªa refugiarse detr¨¢s de un buen muro. Primero, porque Verratti y Barella someter¨ªan a Rice y Phillips a un hostigamiento desconocido en esta Eurocopa. Segundo, porque el auxilio que pod¨ªa prestarles Kane a sus centrocampistas nunca ser¨ªa suficiente. El capit¨¢n de Inglaterra sufre una inflamaci¨®n progresiva de sus dos tobillos. Operado el a?o pasado tras cinco lesiones en los ¨²ltimos tres a?os, Kane necesitaba un descanso que nunca lleg¨®. El calendario del curso 2020-21, culminado por una Eurocopa que ¨¦l se plante¨® como su gran reivindicaci¨®n, acab¨® por desatar un proceso inflamatorio muy dif¨ªcil de frenar en las articulaciones castigadas del delantero del Tottenham. Por m¨¢s que su condici¨®n f¨ªsica mejorase en las ¨²ltimas semanas, los m¨¦dicos del club y la federaci¨®n advirtieron de que el dolor podr¨ªa invalidarle.
Mancini: ¡°Hemos controlado el partido¡±
Mancini repiti¨® el procedimiento habitual y mand¨® a Verratti, Jorginho y Barella a morder arriba, algo que, salvo contra Pedri y Busquets, siempre se les dio muy bien en el torneo. En respuesta, Southgate orden¨® a sus defensas saltar el mediocampo y emplear a Kane para articular todas las jugadas, incluso los saques de porter¨ªa. Objeto de todos los pases interiores de los centrales, durante la primera parte Kane se convirti¨® en la principal v¨ªa de desahogo de Inglaterra. Como contra Dinamarca, donde propici¨® la jugada del 1-0, por el delantero progresaron las acciones m¨¢s profundas de su selecci¨®n. Tambi¨¦n el 1-0 contra Italia, en el minuto dos, despu¨¦s de un pase medido que habilit¨® a Trippier. El gol lleg¨® tras la confusi¨®n accidental de la defensa italiana. Pero ni as¨ª consigui¨® Inglaterra compensar el lastre de sus dos pivotes.
¡°Hemos sido los mejores¡±, dijo Mancini en la RAI, muy emocionado tras la remontada que le vali¨® la Eurocopa; ¡°hemos encajado un gol r¨¢pido, nos han metido en dificultades, pero despu¨¦s hemos dominado. Los chicos han estado maravillosos. Ha sido una victoria importante para toda la gente y para todos los aficionados. Somos felices. ?Espero que festejemos!¡±.
El 1-1 de Bonucci despu¨¦s de la hora de partido oblig¨® a Inglaterra a cambiar de ritmo y de plan, con el partido lanzado en otra direcci¨®n. Programado para encerrarse atr¨¢s, al equipo le faltaron resortes para hacer otra cosa. Cuando el ¨¢rbitro pit¨® la conclusi¨®n el equipo de Southgate solo hab¨ªa tenido la pelota un 34% del tiempo de acci¨®n. La sustituci¨®n de Rice por Henderson apenas proporcion¨® un escal¨®n de avance. Inglaterra no logr¨® cambiar de marcha y los m¨¦dicos acertaron en su diagn¨®stico. Convertido en un hombre doliente, Kane hizo un esfuerzo supremo por mantenerse en el partido. Su condici¨®n de hombre diana de su selecci¨®n le convirti¨® en presa f¨¢cil de Chiellini. Cuando debi¨® actuar con finura sus piernas no le respondieron.
¡°No podr¨ªa haber dado m¨¢s¡±, dijo Harry Kane en la BBC. ¡°Los muchachos no pudieron dar m¨¢s. El comienzo del partido fue perfecto y quiz¨¢s despu¨¦s nos hundimos demasiado atr¨¢s. No fue nuestra noche pero debemos estar orgullosos y tener la frente muy alta. Ahora doler¨¢, pero estamos en el buen camino. Espero que este sea nuestro primer paso para ganar la Copa del Mundo el a?o que viene¡±.
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