El talism¨¢n Gakpo vuelve a reflotar a Pa¨ªses Bajos
El delantero del Liverpool lidera el pase a cuartos ante una Rumania orgullosa
Cody Gakpo es un delantero extra?o. Tiene alma de extremo por su velocidad y su tranco y cuerpo, e instinto de nueve. Si ya en el Mundial de Qatar contribuy¨® con sus tres goles a que Pa¨ªses Bajos alcanzara los cuartos, en esta Eurocopa suma ya tres con el que marc¨® este martes para empezar a despachar a una Rumania orgullosa que termin¨® ovacionada por su p¨²blico pese al 0-3 con el que abandona Alemania. Tambi¨¦n dio una asistencia el atacante del Liverpool, un talism¨¢n para la mejor versi¨®n holandesa que se ha visto hasta ahora.
Rumania sali¨® dispuesta a disputar un partido de mucha piel, azuzada por una entusiasta marea amarilla que se comi¨® a la cl¨¢sica naranja que siempre arrastra en masa Pa¨ªses Bajos en las Eurocopas y los Mundiales. Su arranque tuvo hasta un punto intimidatorio desde lo f¨ªsico en las disputas y los choques. Sus centrales Dragusin y Burca son dos armarios que empeque?ec¨ªan la silueta de Memphis. Con todo, fue Ianis Hagi el que sali¨® malparado de un codazo involuntario de Dumfries en su intento por rematar la sand¨ªa que le hab¨ªan puesto como centro. Su padre Gica fue aclamado en el palco como una deidad cuando su imagen se proyect¨® en los videomarcadores. Tambi¨¦n tuvo que forrarse la cabeza Ratiu, el veloz lateral del Rayo Vallecano. Los futbolistas rumanos parec¨ªan dan por hecho que su ¨¦xito contendr¨ªa mucho sudor y la sangre que hiera falta.
A esa Rumania m¨¢s gladiadora que fina deb¨ªan imponer su superioridad t¨¦cnica los hombres de Koeman. Entre los elegidos no estaba el mediocentro Veerman, al que su t¨¦cnico humill¨® en la derrota contra Austria. Primero cambi¨¢ndole a los 35 minutos y despu¨¦s aireando con bajeza los errores que hab¨ªa cometido en las entregas. La suplencia fue la ¨²ltima palada de tierra que el hosco seleccionador neerland¨¦s verti¨® sobre el estado an¨ªmico del pivote del PSV. Al menos, como prueba de buena voluntad y de su intento por apagar el incendi¨® que gener¨®, Koeman le dio los ¨²ltimos 25 minutos.
En la medida en la que los holandeses no se achicaron con el inicio de rompe y rasga que se dio y se afilaron sus mejores futbolistas, Rumania se empeque?eci¨®. Al ritmo de Reijnders y las aceleraciones de Xavi Simons, Bergwjin y las fantas¨ªas que intentaba crear Memphis, la selecci¨®n oranje fue ocupando cada m¨¢s territorio rumano. Esto le permiti¨® a Gakpo recibir en el costado del ¨¢rea para jugarse un uno contra uno. En vez de irse hacia dentro se ech¨® la pelota un pel¨ªn larga hacia fuera para perfilarse y armar el disparo. Este fue un ob¨²s rectil¨ªneo a media altura que se col¨® pegado al palo que defend¨ªa el sorprendido Nita. Su reacci¨®n fue un poco tard¨ªa. Tambi¨¦n se le doblaron las manos.
Con el viento a favor, se solt¨® la selecci¨®n de Koeman, bien fijada atr¨¢s por Van Dijk y De Vrij. Este cabece¨® fuera uno de esos saques de esquina que Memphis envenena. Estaba virguero el ya exjugador del Atl¨¦tico. Con esa cinta en la cabeza que le asemeja m¨¢s a un callejero base de play-ground neoyorquino que a un jugador de f¨²tbol se le vio disfrutar. En otro c¨®rner se atrevi¨® a golpearlo con los tres dedos de su exterior para que la pelota cogiera un extra?o efecto de afuera hacia adentro que asust¨® a Nita. El golpeo record¨® a los que ejecutaba el fallecido extremo ingl¨¦s Laurie Cunningham. Memphis fue la viva imagen de una selecci¨®n que se permiti¨® recrearse m¨¢s de la cuenta con adornos y gestos t¨¦cnicos que quiz¨¢ le costaron no haber matado el partido antes.
Lo hizo Malen ayudado, c¨®mo no, por Gakpo, que gan¨® la l¨ªnea de fondo y le regal¨® el gol al extremo del Dortmund. Este cerr¨® la cuenta con una carrera de campo a campo con solo un defensor rumano al que limpiar para ejecutar despu¨¦s a Nita. Ni ese tercer gol priv¨® a los jugadores rumanos ser despedidos como h¨¦roes por los suyos.
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