La lengua envenenada de Ronald Koeman perturba a Pa¨ªses Bajos

En la cultura futbol¨ªstica neerlandesa, como en la alemana y, en general, en la centroeuropea, el corporativismo de jugadores y entrenadores no existe cuando estos analizan momentos de un equipo. Las cr¨ªticas entre futbolistas o colegas de banquillo suelen ser admitidas por sus protagonistas si son argumentadas y respetuosas. El quebrantamiento de esta ¨²ltima condici¨®n por parte de Ronald Koeman tras la derrota ante Austria (2-3) inflam¨® el ambiente en la concentraci¨®n de Pa¨ªses Bajos en los d¨ªas previos al duelo ante Rumania (18.00, La1). Koeman traspas¨® los l¨ªmites cuando se refiri¨® al mediocentro del PSV, Joey Veerman (25 a?os), al que ya hab¨ªa se?alado al cambiarle en el minuto 35 ante los austriacos. ¡°Se supone que es bueno con el bal¨®n, se tropezaba¡±, expres¨® el t¨¦cnico neerland¨¦s.

A Koeman le brot¨® el histrionismo que le acompa?a como entrenador. Su maestro Johan Cruyff tambi¨¦n hac¨ªa reproches futbol¨ªsticos individuales, pero nunca alcanz¨® ese tono hiriente. Definitivamente, Koeman no es Cruyff, por mucho que ayer le cuestionaran sobre qu¨¦ hubiese pensado Cruyff del f¨²tbol desplegado por la Oranje y la derrota ante Austria. ¡°S¨¦ que le gustaba mucho el f¨²tbol de ataque. Jugu¨¦ en su equipo mucho tiempo e hicimos partidos peores que el nuestro contra Austria. Somos un pa¨ªs orgulloso que quiere ganar y jugar bien, aunque eso no siempre ocurre¡±, dijo.

El central de Liverpool y capit¨¢n de su selecci¨®n, Virgil van Dijk, tuvo que salir al corte de la rajada de su seleccionador para defender a su compa?ero, hundido y en una gran competici¨®n. ¡°Todos podemos jugar un mal partido. Fue una noche muy dura para todos, pero tambi¨¦n para ¨¦l. No jug¨® bien, pero un partido no define a un futbolista para toda su carrera¡±, defendi¨® Van Dijk. ¡°Todos saben que este tipo de partidos son parte del f¨²tbol. Todo el mundo ha tenido un mal partido. El grupo est¨¢ con ¨¦l. Todos sabemos sus cualidades y lo bueno que es. Hubo comentarios de la prensa excesivos¡±, remarc¨® el defensa Nathan Ak¨¦, del Manchester City, sobre la salida de tono de Koeman.

¡°Los jugadores y el cuerpo t¨¦cnico han sido abiertos entre s¨ª. Hemos seguido adelante. He visto una reacci¨®n en los entrenamientos. La decepci¨®n la hemos ido procesando de diferentes maneras. Sabemos que debemos hacer las cosas de otra forma¡±, admiti¨® ayer Koeman. ¡°Mi sensaci¨®n es que algo va a cambiar¡±, prosigui¨®, ¡°aunque nunca existe una garant¨ªa. No siempre se debe a la actitud¡±, continu¨® el t¨¦cnico en la sala de prensa del Allianz Arena de M¨²nich.

Koeman repas¨® que el centro del campo neerland¨¦s es ¡°completamente nuevo¡±, con lo que requiere ¡°ajustes¡±, tanto para la l¨ªnea defensiva como para el propio medio campo, aunque no enfoc¨® solo a eso: ¡°La comunicaci¨®n entre los centrales y los centrocampistas tiene que ser mejor¡±, reclam¨®.

No es la primera vez que Koeman arremete contra uno de sus jugadores con su flema envenenada. En marzo, tras un amistoso con Polonia, el objeto de sus c¨¢usticas andanadas fue el mediocentro Xavi Simons. ¡°Hay que aprender poco a poco que en Holanda no nos beneficia perder tanto el bal¨®n¡±, ironiz¨® Koeman. Marco Rose, entrenador de Simons en el Leipzig, intervino para clavar un dardo en la pizarra de Koeman: ¡°Lo que tiene que hacer es colocarle en su sitio¡±, espet¨® el t¨¦cnico alem¨¢n.

El encendido con Veerman se apag¨®, en parte, porque ser tercero de grupo y no segunda evit¨® a Koeman y sus futbolistas el siempre caliente derbi contra B¨¦lgica. Tambi¨¦n hubo una reuni¨®n liderada por Van Dijk en la que el plantel hizo autocr¨ªtica y mostr¨® su disconformidad con el proceder de Koeman ante los micros. ¡°Se ha hablado mucho, con palabras duras, por supuesto. Son necesarios. Hemos visto im¨¢genes del partido contra Austria. Han ocurrido algunas cosas. El viernes tuvimos libre, as¨ª que esto tambi¨¦n creo que ha ayudado. Ahora es el momento de demostrarlo en el campo. Es lo m¨¢s importante¡±, reflexion¨® Van Dijk antes de lanzar otro cubo de agua sobre el incendio que gener¨® Koeman.

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