Cuando nadie lo esperaba, apareci¨® Oyarzabal

Nadie esperaba a Mikel Oyarzabal. Cuando todas las miradas apuntaban a los ni?os maravilla de Espa?a, Lamine Yamal y Nico Williams, o inclusive, cuando el f¨²tbol de la Roja solo miraba a Rodri y a Fabi¨¢n. En el Estadio Ol¨ªmpico de Berl¨ªn, en la final de la Eurocopa frente a Inglaterra, apareci¨® Mikel Oyarzabal. Nadie lo esperaba. Solo Luis de la Fuente: suficiente para llevar la cuarta Euro para Las Rozas. Ninguna otra selecci¨®n...

Nadie esperaba a Mikel Oyarzabal. Cuando todas las miradas apuntaban a los ni?os maravilla de Espa?a, Lamine Yamal y Nico Williams, o inclusive, cuando el f¨²tbol de la Roja solo miraba a Rodri y a Fabi¨¢n. En el Estadio Ol¨ªmpico de Berl¨ªn, en la final de la Eurocopa frente a Inglaterra, apareci¨® Mikel Oyarzabal. Nadie lo esperaba. Solo Luis de la Fuente: suficiente para llevar la cuarta Euro para Las Rozas. Ninguna otra selecci¨®n acumula tantas en sus vitrinas.

Oyarzabal era intocable para De la Fuente en sus convocatorias. Le bastaba con que el futbolista de la Real estuviese fino f¨ªsicamente para que lo mandara llamar rumbo a Las Rozas. Oyarzabal encontr¨® el momento para agradecerle la confianza a De la Fuente. Y no hab¨ªa un mejor momento.

¡°He hecho mi trabajo, he hecho lo que me tocaba en cada momento, intentar ayudar. Por suerte he metido el gol de la victoria. Al final, cuando pasas procesos jodidos, ya solo el hecho de estar aqu¨ª entre los 26 lo valoras mucho, y si tienes la suerte de poder ayudar hoy como me ha tocado a m¨ª, pues es lo m¨¢ximo¡±, expuso el delantero de la Real, h¨¦roe de Berl¨ªn. ¡°Por suerte¡±, a?adi¨®; ¡°puedo llevarme esta alegr¨ªa inmensa despu¨¦s de pasar lo que he pasado; estoy muy feliz¡±.

Curiosidades del f¨²tbol, o del destino, quiz¨¢s dos caras de la misma moneda, Oyarzabal salt¨® al campo para reemplazar a ?lvaro Morata. Era el momento de reivindicaci¨®n de capit¨¢n. La hinchada en el minuto 66, cuando el tablero electr¨®nico marc¨® el 7, cant¨®: ¡°Morata, Morata, Morata¡±.

Espa?a comenzaba, al fin a valorar, el juego invisible de ?lvaro Morata. Y as¨ª lo destacan en privado en el cuerpo t¨¦cnico. ¡°?lvaro es muy inteligente para leer el juego y para crear espacios para sus compa?eros. Nico y Lamine no podr¨ªan explotar sus virtudes como lo hacen con un delantero centro de otras caracter¨ªsticas, con un 9 m¨¢s ego¨ªsta¡±, explicaban en la previa de la final, desde la concentraci¨®n de la Roja en Donaueschingen. P¨²blicamente, De la Fuente no solo elogi¨® su f¨²tbol, tambi¨¦n su personalidad. ¡°Este jugador ser¨ªa un mito en otro pa¨ªs con prestigio reconocido¡±, subray¨® el seleccionador de la Roja, despu¨¦s de las nuevas cr¨ªticas que hab¨ªa recibido el delantero.

En Berl¨ªn las palabras del t¨¦cnico tuvieron efecto, tambi¨¦n su decisi¨®n. El p¨²blico ovacion¨® al capit¨¢n, el cambio de Oyarzabal por Morata se tradujo en la victoria de Espa?a. El f¨²tbol, en cualquier caso, estaba en la botas de Nico Williams, nombrado el mejor jugador del partido.

Bromas. Piques. Asistencias. Goles. Y f¨²tbol, sobre todo f¨²tbol. La relaci¨®n entre Nico Williams y Lamine Yamal (mejor jugador joven del torneo) que comenz¨® entre chascarrillos infantiles en el vestuario y explot¨® con un f¨²tbol maduro en el campo, elev¨® a Espa?a en Berl¨ªn. Una vez m¨¢s. Si en la semifinal ante Francia los flashes se los hab¨ªa llevado Lamine Yamal, ante Inglaterra fue el turno de Nico Williams.

Hubo un tercer actor, tambi¨¦n acostumbrado a los focos, normalmente a los m¨¢s negativos, en la jugada que despert¨® el marcador en Berl¨ªn: ?lvaro Morata. Cuando Lamine Yamal cogi¨® el bal¨®n, el 7 tir¨® una carrera en diagonal que abri¨® los espacios para que Nico Williams recibiera solo, c¨®modo para mandar el bal¨®n a la red. Sobre Morata, sin embargo, no se detuvieron las c¨¢maras. Est¨¢ acostumbrado.

No fue en un momento cualquiera la aparici¨®n de Nico Williams. No parec¨ªa haber rastro de Rodri (mejor jugador del torneo) y Fabi¨¢n en Berl¨ªn. Tampoco se sumaba Dani Olmo. Todos solos, sin conexiones, el juego de la Roja se volv¨ªa previsible, lento. En definitiva, a Espa?a le faltaba ritmo. El ritmo hab¨ªa llegado de visita al ¨²ltimo duelo de Espa?a y estaba en la grada.

En la previa de la final, De la Fuente hab¨ªa anticipado que Gavi se sumar¨ªa a la expedici¨®n de la Roja en la final. ¡°Gavi estar¨¢ con nosotros para ser el jugador n¨²mero 27¡å, revel¨® el t¨¦cnico en la previa. Y el azulgrana, que se rompi¨® la rodilla el pasado noviembre y ya se encuentra en la ¨²ltima etapa de recuperaci¨®n, aterriz¨® en Berl¨ªn y estuvo todo el d¨ªa junto a sus compa?eros. Era justo el f¨²tbol el¨¦ctrico de Gavi lo que echaba en falta la Roja en el primer tiempo, cuando la telara?a que hab¨ªa dibujado Southgate en la medular ralentizaba el f¨²tbol de Espa?a, siempre pendiente de lo que crea Rodri. Para colmo de la Roja, una en¨¦rgica estirada de Rodri para tapar un disparo de Kane, sobre el final del primer tiempo, lo dej¨® con la mano en los isquiotibiales. Tras el paso por los vestuarios, Rodri ya no volvi¨® al campo.

Pero los espacios no los gener¨® el cerebro de Rodri, lo hizo la capacidad de sacrificio de Morata. El gol, nada extra?o, para Nico; la asistencia, para Lamine. Sin embargo, la final quer¨ªa suspense. Y ya sin Morata, ni tampoco Rodri, pero con campo para correr, en el Estadio Ol¨ªmpico de Berl¨ªn apareci¨® Oyarzabal. Nadie lo esperaba, solo De la Fuente.

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