La concentraci¨®n m¨¢s amarga de la selecci¨®n: algunas jugadoras quieren marcharse al tiempo que siguen exigiendo una limpia en la RFEF
Las futbolistas de La Roja acuden en pleno a la llamada del equipo nacional, obligadas y con la sensaci¨®n de haber sido enga?adas tras su pulso con la federaci¨®n
No se recuerda en Las Rozas un anuncio de una lista de convocadas m¨¢s inc¨®modo. Nunca unas deportistas recibieron la llamada de la selecci¨®n con tanta amargura. Ni unas futbolistas se presentaron a la cita con el equipo nacional con las caras tan largas.
La inmensa mayor¨ªa de las jugadoras de la selecci¨®n espa?ola no quer¨ªan estar concentradas. Ni en Madrid, donde empezaron algunas, ni en Oliva, donde se reunieron todas anoche en un cambio de planes de ¨²ltima hora que las alejaba del foco medi¨¢tico de Las Rozas, pero tambi¨¦n de aquellos dirigentes federativos ¡ªpor ejemplo, Andreu Camps, secretario general, la cabeza m¨¢s deseada por las mundialistas¡ª con quienes no quieren volver a tratar desde que estallara el caso Rubiales, desde que el ya expresidente besara sin consentimiento a la delantera Jenni Hermoso y nadie en el seno de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF) le diera a la jugadora el m¨ªnimo espacio de protecci¨®n.
Las 23 futbolistas convocadas, 19 de las cuales hab¨ªan firmado un comunicado en que demandaban cambios estructurales en la federaci¨®n antes de volver a enfundarse la roja, no ten¨ªan el ¨¢nimo. Pero respondieron. Todas, salvo Esther Gonz¨¢lez, jugadora del Gotham (EE UU), que caus¨® baja por lesi¨®n. Las primeras en llegar fueron las que ven¨ªan de Madrid, las ¨²ltimas las que aterrizaron desde Barcelona, y con retraso, en el aeropuerto de Manises, incluidas dos de las m¨¢s beligerantes con la federaci¨®n: Patri Guijarro y Mapi Le¨®n, que no se mordi¨® la lengua al asumir que viajaba ¡°obligada¡±.
Ella y todas se presentaron a la cita despu¨¦s de sentirse enga?adas y traicionadas (otra vez), forzadas por las circunstancias: por una federaci¨®n que las trata como a ni?as caprichosas y no ha asumido que no les basta con un lavado de cara y unas promesas vagas para confiar en quienes ya les han mentido antes; por una seleccionadora que hizo creer a la opini¨®n p¨²blica por unos momentos que hab¨ªa hablado y convenido con ellas la idoneidad de entrar en la convocatoria; por unos representantes pol¨ªticos que la noche anterior amenazaban con aplicar la ley ¡ªse contemplan sanciones econ¨®micas de entre 3.000 y 30.000 euros y la p¨¦rdida de licencia por un plazo de entre 2 y 15 a?os¡ª si las jugadoras no atend¨ªan a su compromiso con el equipo nacional. Enga?adas y traicionadas, motivos por los cuales persegu¨ªan el compromiso de que no ser¨ªan sancionadas finalmente si abandonaban la concentraci¨®n.
Hab¨ªan dicho claramente que no quer¨ªan ir convocadas. Y para colmo, la ¨²nica a la que no se incluy¨® en la lista fue Jenni Hermoso. ¡°Para protegerla¡±, dijo la nueva seleccionadora nacional, Montse Tom¨¦, tras afirmar que hab¨ªa hablado con ella ¡ª¡±Estamos con Jenni en todo¡±, declar¨®¡ª y dar a entender que su ausencia era consensuada. Mentira. ¡°?Para protegerme de qu¨¦ o de qui¨¦n?¡±, respond¨ªa la futbolista desde M¨¦xico, donde juega. Fue una de tantas otras mentiras o medias verdades en la primera comparecencia p¨²blica de la entrenadora, que fue durante cinco a?os la segunda de Jorge Vilda, ahora destituido y se?alado por su compadreo con Rubiales.
El discurso de Tom¨¦ del lunes, en el que recurri¨® a conceptos amables, adecu¨® el tono a las circunstancias y aludi¨® a un cambio de etapa escond¨ªa muchas trampas. En cuanto acab¨® su conferencia de prensa lo que parec¨ªa un giro en las formas, se descubri¨® como simple maquillaje. Habl¨® de empat¨ªa, de la importancia de la comunicaci¨®n, de una atm¨®sfera de trabajo profesional y ambiciosa. Pero no hab¨ªa charlado con las jugadoras, al menos no con todas, ni las hab¨ªa escuchado. No hab¨ªa atendido a su malestar ni a su necesidad de no volver hasta sentirse en un entorno seguro de trabajo. Lo certificaba el propio presidente del CSD, V¨ªctor Francos, tras las primeras conversaciones con las futbolistas. ¡°Est¨¢n mal. He visto tristeza, pesar y cansancio; no rencor, ni malas formas. Alguna jugadora me ha transmitido que no est¨¢ an¨ªmicamente bien. Est¨¢n cansadas¡±, dijo en declaraciones a La Sexta.
Y a?ad¨ªa: ¡°Lo que no puede seguir habiendo en la federaci¨®n son comportamientos que a las jugadoras les inquietan y les dan miedo. Ellas no acaban de decir todo porque tienen miedo a lo que pueda pasar¡±. Francos alud¨ªa as¨ª, aunque sin dar detalles, a las amenazas surgidas desde la federaci¨®n de que aquellos a quienes ellas se?alan como instigadores y actores principales de las coacciones a Hermoso, esos a los que quieren fuera antes de seguir jugando con la selecci¨®n, se querellar¨ªan contra las jugadoras por difamaci¨®n. Francos se?alaba, sin dar nombres propios, a Andreu Camps, secretario general de la RFEF y en su d¨ªa mano derecha de Rubiales, el estratega de la federaci¨®n, a quienes las mundialistas temen por sus formas y a quienes creen tambi¨¦n responsable de la primera lista de Tom¨¦, el ¨²ltimo ¨®rdago de esta compleja historia repleta de acusaciones y traiciones desde que hace un a?o 15 deportistas impulsaran un movimiento de renuncia a la selecci¨®n espa?ola femenina de f¨²tbol en un intento frustrado de promover una reforma estructural del ¨®rgano que rige el f¨²tbol espa?ol. Un a?o despu¨¦s se han empe?ado en lograrlo.
Esta nueva negativa de las jugadoras a ser convocadas se explica por la crisis abierta desde que el ya expresidente Luis Rubiales le plantara un beso en la boca a Jenni Hermoso en plenas celebraciones por el Mundial. Pero tambi¨¦n tiene mucho que ver con el inmovilismo y la incapacidad de la federaci¨®n de asumir que las futbolistas y la sociedad exigen sacudir los cimientos de una federaci¨®n gobernada de manera caciquil por los dirigentes territoriales, empe?ados en perpetuar su status quo m¨¢s que en responder a las demandas de los deportistas. Desde el caso Rubiales, de la RFEF apenas han salido el propio expresidente, que dimiti¨® tres semanas despu¨¦s, y el que fuera seleccionador, Jorge Vilda, pero no ha ca¨ªdo ninguno de los cargos federativos a quienes las futbolistas se?alan por su proceder, a quienes acusan de coacciones a Hermoso, presiones y unas maneras de hacer machistas.
A ello hac¨ªa referencia tambi¨¦n Francos: ¡°Ya le he dicho a Pedro Rocha [presidente interino] que si no hay cambios profundos y estructurales no habr¨¢ una buena salida a este conflicto. M¨¢s claro no puedo hablar. El cambio que ha empezado no tiene vuelta atr¨¢s¡±. Y con ese compromiso se sent¨® a la mesa con las futbolistas ¡ªla reuni¨®n se alarg¨® hasta pasada la medianoche¡ª, a quienes quiso convencer de que no renunciaran a jugar mientras se sigue trabajando en una remodelaci¨®n de la RFEF.
El ejemplo de Carlos Alcaraz
Francos, erigido en mediador en el conflicto entre la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol y las futbolistas de la selecci¨®n, se reuni¨® a a su llegada a Oliva primero con la nueva seleccionadora nacional, Montse Tom¨¦, y despu¨¦s, una vez el grupo estuvo completo, con las jugadoras, a quienes escuch¨® y garantiz¨® cambios profundos en la federaci¨®n. Antes incluso de viajar hasta Valencia, Francos ya hab¨ªa explicado que aspiraba a convencer a Tom¨¦ de que desconvocara a aquellas jugadoras que no quisieran viajar a Goteborg (Suecia) para el partido del viernes, de la Nations League contra Suecia. De esa manera no se ver¨ªan expuestas a una sanci¨®n econ¨®mica y de p¨¦rdida de licencia federativa.
El CSD tomaba como ejemplo reciente la salida del equipo de la Copa Davis del tenista Carlos Alcaraz, que dijo no sentirse en forma para disputar las eliminatorias con Espa?a tras perder en las semifinales del US Open. David Ferrer, capit¨¢n de la Davis, lo sac¨® inmediatamente de la lista sin conflicto alguno.
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