Serhiy Palkin: ¡°La FIFA no entendi¨® que la guerra pon¨ªa a los clubes de Ucrania en peligro de desaparici¨®n¡±
El CEO del Shakhtar Donetsk, club exiliado desde 2014 debido al conflicto en el Donbas, reflexiona sobre la situaci¨®n ¨²nica del pr¨®ximo rival del Bar?a en Champions
Serhiy Palkin (Kruviy Righ, Ucrania, 1974) cumpli¨® 20 a?os como empleado del Shakhtar Donetsk el pasado junio. Desde 2004 es el director general de una empresa que pas¨® de ser un atractivo ignoto en una ciudad gris de las llanuras del Mar Negro a convertirse en el club m¨¢s poderoso de Europa del Este, condici¨®n que no ha perdido pese a la guerra que sacude al Donbas desde 2014. El Shakhtar es una anomal¨ªa ambulante. M...
Serhiy Palkin (Kruviy Righ, Ucrania, 1974) cumpli¨® 20 a?os como empleado del Shakhtar Donetsk el pasado junio. Desde 2004 es el director general de una empresa que pas¨® de ser un atractivo ignoto en una ciudad gris de las llanuras del Mar Negro a convertirse en el club m¨¢s poderoso de Europa del Este, condici¨®n que no ha perdido pese a la guerra que sacude al Donbas desde 2014. El Shakhtar es una anomal¨ªa ambulante. Ma?ana visita al Bar?a en Montjuic.
Pregunta. En 2015, un a?o despu¨¦s de tener que mudarse de Donetsk a Kiev por el estallido del conflicto en el Donbas, usted repet¨ªa que para el Shakhtar ser¨ªa insostenible permanecer lejos de su estadio y sus hinchas otro a?o m¨¢s. ?C¨®mo han conseguido sobrevivir con una guerra cada vez m¨¢s enquistada en toda Ucrania?
Respuesta. Cuando dejamos nuestra ciudad en 2014 cre¨ªmos que volver¨ªamos en tres meses. El a?o que viene se cumplir¨¢n diez a?os desde que tuvimos que abandonar a nuestros seguidores y a nuestro estadio, uno de los mejores de Europa seg¨²n la UEFA [all¨ª se disput¨® una de las semifinales de la Eurocopa de 2012]. Nada de lo que ha sucedido a nuestro club es natural. Pero so?amos con volver a Donetsk. Si no so?amos con volver, continuar no tiene sentido. Ahora somos como el club de todo el pa¨ªs. Desde 2014 hemos jugado la Champions como locales en J¨¢rkov, Lviv, Kiev¡ el a?o pasado fuimos locales en Varsovia y este en Hamburgo. Si seguimos en la brecha es primero gracias a nuestro presidente, Rinat Ajm¨¦tov. Para ¨¦l, el club es su coraz¨®n. Segundo, porque tenemos un equipo gestor muy bueno. Somos una familia. Todos nuestros directores y empleados llevan una media de 30 a?os trabajando en el Shakhtar. Tercero, nuestros hinchas. Muchos de nuestros seguidores debieron emigrar y todos contin¨²an apoy¨¢ndonos. El f¨²tbol sin ellos ser¨ªa como el tenis.
P. Cuando el ej¨¦rcito ruso invadi¨® Ucrania el consejo de la FIFA emiti¨® un normativa, el Anexo 7 a la ley sobre el Estatuto y el Traspaso de Jugadores, que permit¨ªa a todos los extranjeros del Shakhtar rescindir unilateralmente sus contratos. Usted lo ha denunciado ante la Comisi¨®n Europea. ?Por qu¨¦ cree que la FIFA fue tan dr¨¢stica?
R. La FIFA es solo un caparaz¨®n. Los errores fueron cometidos por personas. El primero fue emitir el Anexo Siete antes de comunicarlo a los clubes y a la federaci¨®n ucraniana. No hubo ni un solo contacto. Intentamos hablar con la FIFA para sentarnos todos en una mesa para discutir nuestros problemas. Pero en el momento en que emitieron el Anexo Siete sometieron a los clubes ucranianos a una presi¨®n financiera insoportable. Cuando nos reunimos en el Tribunal de Arbitraje Deportivo la ¨²nica respuesta que nos dieron es que entend¨ªan nuestra situaci¨®n pero que as¨ª era la vida y no pod¨ªan hacer m¨¢s. Esa fue la ret¨®rica. Dijeron que les preocupaba salvaguardar la vida de los futbolistas. Cuando la guerra comenz¨® pusimos todo de nuestra parte proteger a los jugadores y entrenadores extranjeros. Jam¨¢s les ped¨ª que regresaran. Jam¨¢s les ped¨ª que se comprometieran de ninguna manera. Era nuestro pa¨ªs, nuestro problema, nuestra guerra. Solo comuniqu¨¦ a todos los extranjeros que est¨¢bamos abiertos a facilitar salidas negociadas para que salieran. Ni uno solo nos presion¨® a deshacer los contratos y liberarlos. Fueron comprensivos con nuestra posici¨®n moral y ¨¦tica: sab¨ªan que como club est¨¢bamos sufriendo f¨ªsica, mental, econ¨®mica y deportivamente. Yo encontr¨¦ clubes compradores r¨¢pidamente pero no tuvimos tiempo de reaccionar. Ni los jugadores ni los clubes se esperaban que la FIFA emitiera el Anexo Siete. ?Ten¨ªamos los contratos de traspaso de Manor Solomon y Tet¨¦ ya firmados! Y el Anexo Siete destruy¨® el ecosistema. Nuestros 13 jugadores extranjeros se quedaron libres en el momento en que ten¨ªamos que rearmar al equipo para jugar en la liga ucraniana y la Champions 2022-23, ?y adem¨¢s la FIFA nos oblig¨® a pagar las amortizaciones y las deudas contra¨ªdas para fichar a esos futbolistas que ya no ten¨ªamos! La FIFA nos dijo que no era responsabilidad suya. Y que si no pag¨¢bamos las amortizaciones de los fichajes perdidos nos retirar¨ªan las licencias y no podr¨ªamos jugar en Europa. Nadie pareci¨® entender que la guerra pon¨ªa a los clubes ucranianos en peligro de desaparici¨®n.
Si no so?amos con volver a Donetsk, continuar no tiene sentido. Ahora somos como el club de toda Ucrania. Desde 2014 hemos jugado la Champions como locales en J¨¢rkov, Lviv, Kiev, Varsovia... y ahora en Hamburgo
P. ?C¨®mo cuantifica la p¨¦rdida?
R. Nos arriesgamos a perder una inversi¨®n de unos 80 millones de euros. De momento, hemos perdido 40. Imag¨ªnese lo absurdo de la situaci¨®n: siguiendo la regulaci¨®n del Anexo Siete, uno de nuestros jugadores [Tet¨¦] fich¨® por el Ly¨®n gratis cuando le quedaba un a?o de contrato con nosotros; y seis meses despu¨¦s el Ly¨®n lo cedi¨® al Leicester el medio a?o que les restaba para quedarse libre y factur¨® un mill¨®n de euros. ?Ese era nuestro dinero! Llamamos a la FIFA y no reaccionaron. El Ly¨®n recibi¨® dinero por un jugador por el que invertimos nosotros. Salomon es otro caso: su valor de mercado, seg¨²n Transfermarkt, es de 20 millones de euros. Es nuestro club el que gener¨® ese valor fich¨¢ndole, desarroll¨¢ndolo y haci¨¦ndolo jugar en Champions. Y ahora el Tottenham lo firma libre y la FIFA en el fondo ha respaldado esto. La FIFA dice que en el f¨²tbol somos una familia, pero hoy el Shakhtar est¨¢ fuera de esa familia.
P. ?Qu¨¦ ocurre con los jugadores extranjeros que fichan por el Shakhtar desde el inicio de la guerra?
R. Ahora la FIFA ha aplicado una ley que se?ala que si firmas un contrato con clubes ucranianos despu¨¦s del comienzo de la guerra, lo haces bajo tu responsabilidad y no puedes romper los contratos. ?Pero c¨®mo estar seguros de que esto se respetar¨¢? ?C¨®mo inviertes en el f¨²tbol si corres el riesgo de que cualquier d¨ªa llegue la FIFA y unilateralmente rompa todos los contratos que has firmado?
P. Roberto di Zerbi, el t¨¦cnico revelaci¨®n de Europa con el Brighton, fue una apuesta del Shakhtar y debi¨® dejar el club cuando estall¨® la guerra. ?Por qu¨¦ el Shakhtar siempre, sin excepci¨®n, organiza al equipo para atacar y llevar la iniciativa?
R. De Zerbi se convertir¨¢ en uno de los cinco mejores entrenadores europeos de la historia. La secretar¨ªa t¨¦cnica propone una terna pero la ¨²ltima palabra para fichar entrenadores siempre la tiene nuestro presidente. La cuesti¨®n es simple: nuestro ADN es el f¨²tbol de ataque. Nuestro entrenador puede perder, lo que no puede es dejar de promover un estilo atractivo. Lo dice la historia: el presidente despide a los entrenadores cuando jugamos mal, no cuando tenemos malos resultados. Lo primero es el estilo. Hemos comprobado que si insistes en atacar y divertir, los resultados llegar¨¢n.
Nuestro ADN es el f¨²tbol de ataque. La semana pasada despedimos al entrenador. A d¨ªas de jugar contra el Bar?a y cuando est¨¢bamos en buena posici¨®n en todos los torneos y con buenos resultados. ?Por qu¨¦? Porque no atac¨¢bamos.
P. ?Esta b¨²squeda del espect¨¢culo y la belleza no deben quedar en un segundo plano en momentos de crisis como el actual, donde es m¨¢s importante la supervivencia?
R. La semana pasada despedimos al entrenador [sali¨® Patrick van Leeuwen y Darijo Srna ocup¨® su lugar]. En pleno arranque de la temporada, a d¨ªas de jugar contra el Bar?a en Champions, y cuando est¨¢bamos en una buena posici¨®n en todos los torneos. ?Por qu¨¦ lo hicimos? Porque no jug¨¢bamos de acuerdo a nuestro ADN. No hac¨ªamos lo que hemos hecho en los ¨²ltimos 20 a?os: no atac¨¢bamos.
P. En la pasada d¨¦cada el Shakhtar se convirti¨® en el principal promotor de internacionales brasile?os a trav¨¦s de la Champions. ?Y ahora?
R. Antes nos concentr¨¢bamos en el mercado brasile?o. Ahora aumentamos el radio de captaci¨®n de talento a Ecuador, Georgia¡ y seguimos en Brasil. Contratamos a tres brasile?os desde la guerra. Lo que ocurre es que en el mercado brasile?o a veces es dif¨ªcil encontrar los jugadores que necesitas y los precios se han disparado. Hemos visto a chicos de 15 a?os que van al Real Madrid por 50 millones de euros. Eso ha destruido el mercado.
P. ?C¨®mo se seduce a un jugador para que fiche por el Shakhtar desde que comenz¨® la guerra?
R. Al principio fue muy dif¨ªcil. Afortunadamente, como no hemos sufrido ning¨²n accidente, como ning¨²n jugador ha querido deshacer su contrato, ahora las cosas se han normalizado un poco. Ven que tenemos siete-ocho extranjeros, que jugamos la Champions¡ Para jugadores como Eguinado somos un club de nivel Champions, y la Champions es el escaparate m¨¢s grande del mundo del f¨²tbol.
Donamos 26 de los 100 millones de euros del traspaso de Mudryk a los soldados y a las familias de los soldados que fallecieron combatiendo en la factor¨ªa de Azovstal, en Mariupol. Mariupol est¨¢ a solo 100 kil¨®metros de Donetsk. Muchos aficionados del Shakhtar viv¨ªan all¨ª. Y Azovstal es propiedad de nuestro presidente
P. El Chelsea pag¨® 100 millones de euros por Mijailo Mudryk al Shakhtar en las ¨²ltimas Navidades. ?C¨®mo lo explica?
R. Un r¨¦cord absoluto para Europa del Este. ?Y en plena guerra! No nos olvidemos que en estas circunstancias, normalmente los clubes pagan mucho, mucho menos.
P. ?Qu¨¦ hizo el Shakhtar con ese dinero?
R. La mayor parte la dedicamos a amortizar las deudas de los jugadores perdidos por el Anexo Siete. Pero donamos 26 millones de euros a los soldados y a las familias de los soldados que fallecieron combatiendo en la factor¨ªa de Azovstal, en Mariupol. Mariupol est¨¢ a solo 100 kil¨®metros de Donetsk. Muchos aficionados del Shakhtar viv¨ªan all¨ª. Y Azovstal es propiedad de nuestro presidente. Incluso los que salieron f¨ªsicamente ilesos de la batalla, desde el punto de vista mental atravesaron momentos incre¨ªblemente duros. Una pesadilla.
P. Este verano recuperaron a Dimitro Chigrinsky con la carta de libertad. En 2010 Guardiola vio en ¨¦l al defensa del futuro. ?Qu¨¦ ve hoy el Shakhtar en Chigrinsky con 36 a?os?
R. Vemos en ¨¦l a un l¨ªder experimentado. Buena persona, buen profesional, criado en nuestra academia. Nos ayuda a orientar a los jugadores j¨®venes. Hoy para nosotros es muy importante sumar veteranos. Despu¨¦s del inicio de la guerra la plantilla se llen¨® de chicos muy j¨®venes. Necesitamos recuperar un equilibrio.
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