Roberto de Zerbi: ¡°Soy un entrenador que lleva el 10 a la espalda¡±
Responsable de una de las epopeyas que han revolucionado el f¨²tbol italiano, el t¨¦cnico del Shakhtar, que este martes recibe al Madrid, reflexiona sobre la evoluci¨®n del juego
Roberto de Zerbi oficiar¨¢ de anfitri¨®n del Real Madrid en Champions, este martes (21.00 horas, Movistar), en el banquillo del Shakhtar. El club ucranio es la nueva casa de este entrenador nacido en Brescia hace 42 a?os, responsable en el Sassuolo de una de las epopeyas que impulsaron la ¨²ltima gran revoluci¨®n del f¨²tbol italiano. Al tel¨¦fono su voz resuena castigada de tanto gritar para que le oigan sus muchachos.
Pregunta. Se form¨® como jugador en la cantera del Milan. Cuentan que Baresi, Maldini, Tassotti y Costacurta le dieron muchas patadas. ?Fueron tan duros?
Respuesta. Lo hac¨ªan por mi bien. El juego duro formaba parte de la educaci¨®n futbol¨ªstica de aquellos a?os. Porque tal vez el diez, el jugador de talento, era el que siempre se distra¨ªa en los entrenamientos. Yo debo agradecerle a Maldini, Costacurta, Baresi, Tassotti, Albertini, a Boban, a Savicevic, a Baggio... porque me hicieron comprender lo que es el f¨²tbol profesional. El partido es el espejo del entrenamiento. Compites como entrenas.
P. ?Los 90 fueron los a?os m¨¢s duros de la historia del f¨²tbol para jugar de diez?
R. Al cien por cien. Los a?os 90 fueron el periodo m¨¢s dif¨ªcil porque fue la ¨¦poca del 4-4-2. En Espa?a se reflej¨® en el Valencia de C¨²per y en Inglaterra en el United, con Cole y York en punta. Entonces el diez jugaba de segunda punta ¡ªdif¨ªcilmente¡ª o se ubicaba en una banda como extremo. Hoy vivimos en una era de renacimiento del diez. Existen muchos equipos buscando calidad. Con frecuencia nos encontramos alineaciones con m¨¢s de un diez. Ha cambiado todo respecto a ese periodo en el que yo sufr¨ª much¨ªsimo. Era el t¨ªpico diez que sufr¨ªa en el plano t¨¢ctico.
Mi Shakhtar juega con hasta cuatro diez. No hay problema. Pero debo decir una cosa: yo no fui un gran diez. Siempre ten¨ªa problemas f¨ªsicos o problemas con los entrenadores
P. Su Shakhtar juega con dos: Alan Patrick, Pedrinho...
R. Y con tres y con cuatro. No hay problema. Pero debo decir una cosa: yo no fui un gran n¨²mero diez. Era bueno t¨¦cnicamente pero siempre ten¨ªa problemas f¨ªsicos o problemas con los entrenadores. Siempre estaba litigando. Si mi carrera ha sido mediocre ha sido por culpa, m¨ªa no de mis entrenadores. Lo merec¨ªa. Pero aclaro que yo siempre viv¨ª ¨²nicamente para el f¨²tbol. No guardo remordimientos.
P. Pero usted era un rebelde. ?No cree que hoy al f¨²tbol le sobran jugadores-soldado?
R. Es verdad que hay muchos soldados. Pero yo no los quiero soldados. Al contrario. El n¨²mero diez que llevaba en el campo lo conservo como entrenador. Yo quiero ayudar a los jugadores en todo aquello que les pueda servir para jugar a un juego en el que hace falta convivir. Esto no es tenis. Son 11 personas que necesitan a otra para que los coordine. Pero en el campo la elecci¨®n de la jugada, del pase, del regate, del tiro, de la ocupaci¨®n de una posici¨®n en detrimento de otra, quiero que corresponda al cien por cien a los futbolistas. Porque hoy en el f¨²tbol ¡ªy en la vida¡ª existe mucha menos valent¨ªa y mucha menos personalidad que hace 20 a?os. Y hemos llegado a este punto tambi¨¦n por culpa de entrenadores que han querido soldados. Cuando por sistema no permites libertad de elecci¨®n, de pensamiento y de acci¨®n, con el tiempo encontrar¨¢s m¨¢s soldados y menos jugadores con personalidad.
P. Como futbolista usted vivi¨® en la frontera entre ser o no ser profesional. Luchando contra una realidad adversa. ?Qu¨¦ le llev¨® a perseverar?
R. El f¨²tbol me ha dado todo. Yo y mi familia hemos vivido mejor de lo que habr¨ªamos vivido sin el f¨²tbol. Me ha permitido conocer amigos, me ha dado felicidad, me ha hecho aprender idiomas. He tenido muchas satisfacciones. Siempre he intentado devolverle al f¨²tbol todo lo que me ha dado. Siempre he respetado la pelota. He vivido en la frontera, pero en la frontera entre estar en el mundo del f¨²tbol como yo quiero y haciendo lo que creo a mi manera, o no estar en absoluto. Si hubiera tenido que estar en este mundo de otra manera habr¨ªa preferido no estar. Yo amo el f¨²tbol. Pero a mi modo.
Hoy en el f¨²tbol ¡ªy en la vida¡ª existe mucha menos valent¨ªa y mucha menos personalidad que hace 20 a?os. Y hemos llegado a este punto tambi¨¦n por culpa de entrenadores que han querido soldados
P. Usted es un punto de referencia del f¨²tbol italiano innovador y contracultural. ?La reacci¨®n del viejo calcio sigue siendo fuerte?
R. No me siento un punto de referencia. No quiero. Amo Italia. Me siento italiano al cien por cien y respeto la tradici¨®n italiana porque incluso cuando ganamos el Mundial en 2006 con nuestras armas, ese Mundial tambi¨¦n lo gan¨¦ yo. ?Hasta me sent¨ª feliz y orgulloso! La pregunta que me hago es: ?te gusta la idea futbol¨ªstica italiana tradicional?, ?est¨¢s de acuerdo con la defensa metida atr¨¢s y el contragolpe? No. Ni me representa ni me divierte. El divertimento es un aspecto determinante. Si no me da gusto hacer algo, prefiero no hacerlo. Ahora en Italia hay dos escuelas de pensamiento. Una tradicional, que es justo que permanezca, y luego una que se ha revuelto contra ciertas cosas del pasado. Pero eso tambi¨¦n sucede en Espa?a, donde no todos juegan como el Barcelona, la Real Sociedad o el Villarreal. El Getafe del a?o pasado jugaba a la italiana. El Atl¨¦tico ha ganado la ¨²ltima Liga con un 4-4-2 y Marcelino con el Athletic se aproxima a la escuela del 4-4-2.
P. ?D¨®nde se inicia este cambio en el f¨²tbol italiano?
R. Realmente el punto de inflexi¨®n en Italia coincide con el triunfo del gran Barcelona de Guardiola. Ese equipo marc¨® el camino. No porque aquello que hac¨ªa el Bar?a se pudiera reproducir, porque jam¨¢s se podr¨¢ reproducir. Sino porque muchos de los conceptos que empleaba fueron importados por los alemanes y los italianos.
P. ?Por ejemplo?
R. Atraer al adversario mediante los pases cortos, sacarlo de su zona, y encontrar al jugador libre que se mueve a la espalda de esas defensas que van a presionarte. Los espa?oles han sido maestros en desarrollar estas maniobras que parten del juego posicional. Parten de crear una superioridad num¨¦rica para despu¨¦s buscar al jugador que se mueve entre l¨ªneas o al que se queda libre.
P. ?Cu¨¢les fueron sus maestros?
R. He intentado tomar cosas de los equipos que me emocionaban. El Napoli de Sarri; la Roma de Spalletti con Totti de falso nueve; el Bar?a y el Bayern de Guardiola; la Alemania campeona del Mundo en 2016; el Borussia M?nchengladbach de Favre; la Real Sociedad de Alguacil; Las Palmas de Quique Seti¨¦n; el Athletic de Bielsa... A todo eso he a?adido mis ideas.
P. Usted representa a un grupo de t¨¦cnicos italianos famosos en toda Europa por asumir m¨¢s riesgos que nadie en la salida del bal¨®n. Lo hace tambi¨¦n en el Shakhtar, donde el portero Pyatov y los centrales, Matvienko y Marlon, hacen malabarismos para no dar un pelotazo. ?No cree que tanto riesgo es excesivo?
R. Antes de poner a mi equipo a hacer una cosa yo me hago la pregunta: ?Tengo m¨¢s ventajas o m¨¢s riesgos?. Si tengo m¨¢s riesgos, no lo hago. Si tengo m¨¢s ventajas, s¨ª. Aunque alguno pueda pensar que es muy arriesgado. Lo hago igual. Cuando digo que soy un entrenador que lleva el diez a la espalda que llevaba como jugador, es por esto. Yo cuando jugaba no quer¨ªa que me enviaran balones largos para pelearlos de cabeza, o para ir a la segunda jugada. Quer¨ªa el bal¨®n al pie. Si quiero tener futbolistas de calidad arriba debo salir con el bal¨®n limpio. No puedo pegar un pelotazo.
El presidente del Shakhtar siempre me dice: ¡°Es importante ganar, pero para m¨ª es m¨¢s importante c¨®mo se juega¡±. ?Y es verdad! Giorgio Squinzi, el que fuera presidente del Sassuolo, me dec¨ªa lo mismo. Pude elegir. Por eso entreno otro equipo en donde tengo un presidente que es igual a m¨ª
P. ?C¨®mo evoluciona su Shakhtar?
R. He tenido mucha suerte. Siempre he entrenado jugadores buenos y buenas personas que creen en lo que hacen. Aqu¨ª he encontrado un grupo de grandes profesionales. Estamos en el comienzo. Pero hay tanto nivel, y tanto deseo de mejorar que me estoy divirtiendo entren¨¢ndolos. Sean ucranianos o brasile?os, son profesionales muy serios. Son f¨¢ciles de entrenar.
P. ?C¨®mo definir¨ªa la cultura del club?
R. El Shakhtar siempre ha hecho un f¨²tbol diferenciado del que se practica en Europa del Este. Siempre ha apostado por el f¨²tbol de ataque. Desde que ganaron la Liga Europa de 2008 reflejan el car¨¢cter del presidente Rinat Ajm¨¦tov. El presidente ama el f¨²tbol que yo amo: el buen juego y los buenos jugadores. Siempre me dice: ¡°Es importante ganar, pero para m¨ª es m¨¢s importante c¨®mo se juega¡±. ?Y es verdad! Giorgio Squinzi, el que fuera presidente del Sassuolo, me dec¨ªa lo mismo. He tenido la posibilidad de elegir. Por eso entreno otro equipo en donde tengo un presidente que es igual a m¨ª.
P. Suman un punto despu¨¦s de perder contra el Sheriff (2-0) y empatar con el Inter (0-0). ?Cree que se jugar¨¢ la clasificaci¨®n en estos dos partidos seguidos contra el Madrid?
R. Nos quedan cuatro partidos. Nos la jugaremos en los cuatro. Claramente nos ha hecho da?o la derrota con el Sheriff, que despu¨¦s le ha ganado al Madrid. La clasificaci¨®n se nos ha complicado pero mejoraremos. Todav¨ªa no estamos listos para jugar la Champions como yo quisiera. De momento debemos crecer ganando trofeos en los torneos de Ucrania. Y seguramente con m¨¢s tiempo estaremos listos para jugar la Champions de un modo mejor.
P. ?C¨®mo ve al Madrid?
R. Tienen un maestro en el banquillo, que es Ancelotti, que viene de sustituir a otro maestro, que es Zidane. Est¨¢n en un cambio de ciclo, incorporando jugadores j¨®venes como Militao o Vinicius, y conservan grandes campeones, como Benzema, Kroos y Modric, que creo que estar¨¢n listos este martes.
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