Jenni Hermoso vuelve a lo grande para descoser a Italia
La delantera, que volv¨ªa a la selecci¨®n espa?ola y al tapete tras el esc¨¢ndalo que desat¨® el beso no consentido del expresidente Rubiales, desgaja a la Azzurra sobre la bocina
No sali¨® de inicio pero no le hizo falta para descifrar a Italia, para resolver la contienda y aupar a Espa?a, para explicar que ella s¨ª que habla sobre el c¨¦sped. Jennifer Hermoso pidi¨® su turno cuando faltaban 25 minutos para echar el cierre al duelo, regreso a la selecci¨®n de la futbolista que recibi¨® el beso sin consentimiento del expresidente Rubiales, que desat¨® el movimiento #SeAcab¨® y agrup¨® a todas las futbolistas para pelear por sus derechos, adem¨¢s de para sacudir los cimientos de la federaci¨®n. Falt¨® Hermoso en la primera convocatoria de Tom¨¦ porque entendi¨® la seleccionadora que as¨ª la proteg¨ªa, pero no as¨ª en la segunda, por m¨¢s que tuviera molestias en el tobillo. Y la vuelta de la delantera, al fin sobre el tapete como su oficio reclama, catapult¨® sobre la bocina a Espa?a, que cuenta sus duelos por victorias en la Nations League, de Suecia a Suiza, ahora tambi¨¦n a Italia por m¨¢s que sudara de lo lindo el equipo de Tom¨¦.
Hace tiempo que Espa?a ha encontrado su identidad alrededor del bal¨®n, f¨²tbol de sal¨®n que se entiende desde la posesi¨®n del esf¨¦rico, con el pase por bandera y con un abanico de ataques tanto por fuera como por los pasillos interiores que, gracias a las caracter¨ªsticas individuales de las jugadoras, convergen en un juego tan coral como magn¨¦tico. Tambi¨¦n demoledor porque por algo conquistaron la estrella en la pasada Copa del Mundo y por algo mantienen el pulso y el ritmo en la Liga de las Naciones, ya cerca de cobrarse el salvoconducto hacia los Juegos de Par¨ªs, competici¨®n que nunca ha saboreado Espa?a.
Pronto entendi¨® Italia que el bal¨®n se ve¨ªa pero no se tocaba, atrapada en su intenci¨®n de salir con la pelota jugada frente al eficiente acoso de Espa?a, al final condenada a los contragolpes espor¨¢dicos y veloces, y con todas las piezas posibles que pudiera sumar. Poca chicha para desgajar a la Roja, que en el primer tiempo solo cont¨® con una palomita de Cata a remate de Linari, estirada que hubiera desatado los flashes en el caso de que la gente hubiera acudido al estadio, se?al de que en Italia las chicas no seducen con la pelota, al punto de que la lluvia de Salerno se convirti¨® en la mejor excusa para hacer mutis por el foro. Ellos se lo perdieron porque delante estaba Espa?a, exhibiendo m¨²sculo y f¨²tbol, tambi¨¦n el laurel de campeona, aunque falta de tino en el remate.
Ocurri¨® que la Roja hizo todo bien menos significarse en el ¨¢rea rival, pues trenzaba y descontaba l¨ªneas de pase con facilidad para plantarse en las inmediaciones de la portera azurra. Bastaba con el pase desde la ra¨ªz de las centrales Codina y Alexandri ¡ªla gran apuesta de Tom¨¦ junto con Luc¨ªa Garc¨ªa en el ataque¡ª para llegar al centro del campo espa?ol, donde todo el f¨²tbol cobra sentido desde que Tere Abelleira explicara que tiene el toque para la mezcla, tambi¨¦n la personalidad para la batalla y la cabeza para la lectura del encuentro, ideal para salvaguardar a Aitana y Alexia, las capataces del balompi¨¦ planetario, las futbolistas con chistera. Br¨²julas tambi¨¦n para catapultar al equipo en el estadio Arechi, donde se suced¨ªan las ocasiones y se repet¨ªan las pifias. Eso explic¨® Mariona con un remate a la carrera que se le march¨® por arriba; eso subray¨® Alexia con un disparo demasiado centrado; eso trat¨® de corregir Aitana con un chut con la zurda que solo el guante de Giugliani desvi¨® a tiempo; eso constat¨® Esther con otro lanzamiento que hizo cosquillas al poste; y eso acept¨® Luc¨ªa con un chut que tambi¨¦n se march¨® al segundo grader¨ªo. Era un f¨²tbol y ataque sin fin, un juego al abordaje sin el bot¨ªn del gol. Demasiados fallos que acab¨® por acusar Espa?a, diluida con el paso de los minutos, desnortada por la impaciencia antes incluso de acabar el primer cap¨ªtulo del encuentro.
Por eso decidi¨® Tom¨¦ agitar al equipo, apuntalarlo con dos extremos de quiebro y sprint, de regate y profundidad. Salma y Athenea entraron por Esther y Luc¨ªa, piernas para abrir el juego de Espa?a, para mover el esf¨¦rico en busca de la rendija definitiva en el ¨¢rea rival y para, tras estirar las l¨ªneas, definirse con las diagonales a la espalda de la zaga contraria. Pero no hab¨ªa tut¨ªa, c¨®moda la selecci¨®n italiana con el catenaccio, oda a Nereo Rocco y Helenio Herrera, referentes en su d¨ªa del enjambre defensivo, tambi¨¦n Giuseppe Viani cuando entrenaba a la Salernitana, precisamente, antes de acabar la d¨¦cada de los a?os 40. Hasta que Jenni Hermoso dijo lo contrario.
Lo prob¨® Codina con un cabezazo que se fue por arriba, le sigui¨® Salma con un centro-chut demasiado cruzado y lo intent¨® Carmona con un remate desviado. Pero solo Hermoso, cuando se daba por descontado el empate, desdijo a Italia. Un chut de Alexia fue desviado por la portera y el rechazo acab¨® en los pies de Hermoso, que puso la zurda y el alma, tambi¨¦n el deseado grito de liberaci¨®n, para sellar el triunfo.
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