?Por qu¨¦ en Estados Unidos siguen construyendo las casas con madera?
Tras los incendios de Los ?ngeles, tan devastadores que tambi¨¦n han arrasado con varios edificios de otros materiales, no ser¨ªa extra?o que la normativa de varios condados de California cambiara para introducir tratamientos ign¨ªfugos
Cada vez que hay un gran incendio o hurac¨¢n en Estados Unidos nos hacemos la misma pregunta: ?por qu¨¦ construyen las casas con madera? Pues porque es un fen¨®meno tan enraizado en la estructura sociocultural y, por tanto, econ¨®mica del pa¨ªs que, si no se hubiera hecho as¨ª, no existir¨ªa Estados Unidos y, seguramente, tampoco los rascacielos.
Se suele considerar a la casa Fairbanks en Dedham, Massachusetts, como el edificio m¨¢s antiguo de Estados Unidos si bien, en puridad, el edificio m¨¢s antiguo del pa¨ªs probablemente es el Palacio del Acantilado en Mesa Verde, que es del siglo XII, o la iglesia de San Jos¨¦ en Puerto Rico, que es del XVI (si consideramos esta isla como parte completa de Estados Unidos).
En ¨²ltimo caso, ?qu¨¦ diferencia a estos dos edificios de la casa Fairbanks? Efectivamente, que estos son de piedra, as¨ª que no los derribar¨ªa el lobo soplando, lo cual convierte a la casita de madera de Massachusetts en un genuino prodigio. Porque, en su propia naturaleza, nunca se pretendi¨® que durase cuatro siglos.
Cuando los primeros ingleses y holandeses llegaron a lo que hoy es EE.UU. a principios del XVII, se encontraron con un gigantesco territorio poblado ¨²nicamente por bosques y miedo. Y por tribus de nativos americanos, claro. As¨ª que, adem¨¢s de un buen mont¨®n de armas de fuego para defenderse de esas tribus (otra cosa marcada en los genes estadounidenses), los primeros colonizadores europeos necesitaban casas. Y las necesitaban muy r¨¢pido. Si quer¨ªas levantar un asentamiento, no pod¨ªas esperar semanas para construir casas de piedra porque los iroqueses o los mohicanos te iban a borrar del mapa. Hab¨ªa que construir las casas en cuatro d¨ªas, en tres d¨ªas, en un d¨ªa. Es decir, hab¨ªa que construir con madera, un material abundante y accesible.
Esta circunstancia se exacerb¨® durante la expansi¨®n al oeste en el XVIII y el XIX. En ese momento, la arquitectura era, sobre todo, un mecanismo colonizador. Adem¨¢s, las casas no solo deb¨ªan construirse en el menor tiempo posible, sino que deb¨ªan ser baratas porque eran los propios due?os quienes las pon¨ªan en pie. Es entonces cuando se desarrolla el balloon frame, la arquitectura que conquist¨® el Oeste. El baloon frame era (y es) un sistema que consiste esencialmente en una estructura de madera ligera cuyos elementos fueran lo m¨¢s parecidos entre s¨ª para favorecer la rapidez constructiva. Una suerte de primera estandarizaci¨®n. Este tipo de construcci¨®n en madera se convirti¨® en esencia de la propia cultura estadounidense, e incluso a d¨ªa de hoy, la inmensa mayor¨ªa de las casas de las urbanizaciones residenciales norteamericanas se construyen de ese modo. Para entenderlo mejor, digamos que en su mayor parte, los constructores de all¨ª no son alba?iles, son carpinteros.
Pero es que incluso cuando no se levantan con madera, las viviendas de Estados Unidos tambi¨¦n emplean procesos de estandarizaci¨®n que permitan construirse muy r¨¢pidamente. De hecho, aun construidas con acero, esta fue la premisa de las Case Study Houses de los a?os cincuenta. Lo cual nos lleva a los rascacielos.
Los rascacielos nacen en Chicago a finales del XIX por culpa de una necesidad econ¨®mica (el suelo era demasiado caro) y gracias a dos inventos: el ascensor con freno y la estructura de acero. La estructura de acero es, por definici¨®n, estandarizada y, adem¨¢s de evitar que en las plantas bajas hubiese muros de carga muy gruesos, permit¨ªa construir muy r¨¢pido. Por hacernos una idea, el Empire State, un edificio de 102 plantas, se construy¨® en el tiempo r¨¦cord de un a?o y 45 d¨ªas. Y no solo eso; avances radicales como la estructura de la torre John Hancock de Chicago, que tard¨® solo 4 a?os en levantarse, beben directamente del sistema de balloon frame. Es decir, estructura estandarizada en las fachadas. Como una casita del Oeste, pero a lo grande.
Pero ni los rascacielos ni las casas con estructura de acero (por muy r¨¢pida y estandarizada que sea) arden tan f¨¢cilmente en un incendio y resisten mucho mejor los huracanes. ?Por qu¨¦ en Estados Unidos no cambian su manera de construir las casas normales? La respuesta corta es sencilla: por el dinero.
Por un lado, para convertir a los carpinteros en alba?iles habr¨ªa que cambiar un ecosistema laboral de casi tres siglos y que vertebra gran parte de la construcci¨®n del pa¨ªs. Algo tan costoso que es virtualmente imposible. Pero por otro lado, las casas estadounidenses no est¨¢n pensadas para durar 40, 80 o 100 a?os, como las europeas. Y esto es el n¨²cleo de la historia y explica por qu¨¦ ese tipo de construcci¨®n est¨¢ impresa en el c¨®digo gen¨¦tico de los Estados Unidos.
El hecho de que una casa pueda destruirse f¨¢cilmente y se pueda construir otra en su lugar de forma r¨¢pida y barata es uno de los factores que favorecen la movilidad geogr¨¢fica caracter¨ªstica de la cultura estadounidense. Porque el arraigo a la casa y su propio valor intr¨ªnseco es mucho menor, algo que se ve en el caso de Chris Pratt, que compr¨® la casa Zimmermann de Craig Elwood (una joya del mid-century) para demolerla y construir una anodina McMansion en su lugar. Pero, sobre todo, porque la diferencia entre coste de construcci¨®n y precio de mercado es mucho m¨¢s alto.
En todo el mundo, construir una casa es, en general, bastante m¨¢s barato que comprarla en el mercado inmobiliario. Pero, en Estados Unidos, esa diferencia es casi abismal. Por ejemplo, una urbanizaci¨®n de 113 casas de unos 100 metros cuadrados en el condado el condado de Maricopa, junto a Phoenix, declara un coste de construcci¨®n aproximado de unos 12.147.500 d¨®lares. Lo cual significa que el coste de construcci¨®n aproximado de cada casa asciende a unos 107.500 d¨®lares. Y sin embargo, se vender¨¢ en m¨¢s de 500.000. Y el suelo de los suburbios de Phoenix no es barato, pero tampoco ta caro como el de Manhattan.
Porque en un pa¨ªs donde, por ejemplo, tienes m¨¢s posibilidades de que te concedan un pr¨¦stamo si ya est¨¢s endeudado, esto forma parte de su verdadera esencia: el dinero como artefacto, como entidad fluida.
Tras el hurac¨¢n Andrew, que azot¨® las costas de Florida en 1992, varios condados de dicho estado cambiaron la normativa obligando a que las casas de obra nueva se construyesen con estructuras m¨¢s r¨ªgidas que la madera, como el hormig¨®n o el bloque de hormig¨®n, adem¨¢s de especificar que los tejados deb¨ªan de contar con sistemas que resistiesen los vientos huracanados. No es descartable que, tras los incendios de Los ?ngeles, tan devastadores que tambi¨¦n han arrasado con varios edificios de otros materiales, la normativa de varios condados de California obligue igualmente a construir con materiales ign¨ªfugos o, al menos, a aplicar tratamientos ign¨ªfugos a la madera.
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