El Athletic arrasa, pero acaba pidi¨¦ndole la hora al Villarreal
El equipo de Pacheta marca dos goles al final de un partido que nunca supo c¨®mo reconducir tras el arre¨®n inicial de los bilba¨ªnos
La Cer¨¢mica nunca se le hab¨ªa dado bien al Athletic. El equipo de Ernesto Valverde, adem¨¢s, estaba mostr¨¢ndose muy facil¨®n en sus ¨²ltimos partidos lejos de la Catedral. Pero en media hora aniquil¨® todos sus miedos con una r¨¢faga de goles (0-3). Un primer tiempo terap¨¦utico para un conjunto que necesita estar en plazas de competiciones europeas y que sale de Villarreal en una quinta posici¨®n que alivia su ansiedad. Su rival, que reaccion¨® en los ¨²ltimos minutos con dos tantos insuficientes, sigue sin encontrar su identidad.
No tard¨® ni cien segundos en marcar el primero el Athletic. Galarreta control¨® en bal¨®n en el borde del ¨¢rea a los 90 segundos de partido y lo convirti¨® en un misil que mand¨® a la escuadra de la porter¨ªa de J?rgensen. Galarreta, un futbolista de 30 a?os, se estrena al fin en Primera Divisi¨®n. No hab¨ªa marcado nunca y su ¨²ltimo tanto, hace m¨¢s de cuatro a?os, fue en Segunda con Las Palmas.
Los leones salieron muy concienciados de que no pod¨ªan sufrir un nuevo tropiezo que complicara sus pretensiones de jugar en Europa. Sus expectativas estaban en juego y no titubearon. El conjunto vasco no quiso enredarse en combinaciones poco fruct¨ªferas alrededor del ¨¢rea y prob¨® suerte lanzando desde fuera del ¨¢rea en cuanto ve¨ªan una rendija. Todo lo contrario que el Villarreal, como demostr¨® Gerard Moreno con un pase fant¨¢stico, vertical, a la espalda de la defensa que S?rloth desperdici¨® frente a Unai Sim¨®n con un chut que se fue lamiendo el poste.
Los tres remates lejanos del Athletic fueron como el despiste de un trilero. Una argucia para cambiar la norma en el siguiente ataque, cuando Nico Williams le rob¨® el bal¨®n a Parejo, avanz¨® y se lo cedi¨® a Sancet para que jugara un mano a mano con J?rgensen. Cuando parec¨ªa que el navarro iba a rematar, le devolvi¨® el regalo al peque?o de los Williams para que empujara el bal¨®n a la red.
No aprendi¨® de sus errores un Villarreal reincidente. Su defensa volvi¨® a quedarse congelada a la media hora de juego. I?aki Williams oli¨® la sangre y sac¨® el colmillo para marcar el tercero. El Athletic estaba pisoteando a su contrincante, incapaz de contener las ofensivas de los vascos. El Villarreal sangraba por las bandas, por donde los hermanos Williams entraban con facilidad. El Athletic ten¨ªa las ideas muy claras y su oponente ayudaba.
Algunos aficionados se ensa?aron con Parejo, artista incomprendido en La Cer¨¢mica, donde la otra mitad de la afici¨®n, intent¨® replicar con aplausos hacia su director de orquesta. El Villarreal intent¨® coger algo de aire antes del descanso con dos acciones de peligro: un gol de S?rloth anulado por fuera de juego y un chut potente de Gerard Moreno que desvi¨® Unai Sim¨®n.
La goleada escoc¨ªa y al descanso sonaron los pitos de nuevo, una versi¨®n ampliada para todo el bloque amarillo. La protesta fue suficiente est¨ªmulo para que el Villarreal saliera lanzado en busca de una remontada improbable. Su ambici¨®n no se tradujo en goles (al menos de inicio) pese a que tuvo ocasiones para haber marcado. La primera la desperdici¨® S?rloth, que volvi¨® a topar con Unai Sim¨®n. La segunda fue un remate de Baena que choc¨® contra el poste. Gerard Moreno no ced¨ªa a las prisas y mov¨ªa a su equipo de forma acad¨¦mica, buscando los resquicios que presentaba la zaga bilba¨ªna.
La actitud del Villarreal mejor¨® en la segunda mitad, pero no la efectividad. Hasta que lleg¨® el minuto 84 y el equipo se desmelen¨® con Gerard Moreno, el mejor de su equipo, que marc¨® el primero y coloc¨® un centro preciso para que S?rloth anotara de cabeza un 2-3 que dejaba al p¨²blico incr¨¦dulo.
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