Italia se clasifica para la Euro 2024
Un tenso empate sin goles en Leverkusen permite a la selecci¨®n dirigida por Luciano Spalletti defender el t¨ªtulo logrado en Londres en 2021
Acorralada por Ucrania durante los ¨²ltimos minutos, sin Jorginho ni Chiesa, sus l¨ªderes, exhaustos, y sin que el VAR considerase penalti la patada que Cristante propin¨® a Mudryk en el minuto 93, Italia ara?¨® el 0-0 y de paso el puntito. Justo lo que necesitaba para comenzar a superar el trauma ¡ªsuma dos eliminaciones sucesivas en fase de clasificaci¨®n mundialista¡ª y apuntarse a la Euro de 2024.
¡°Tenemos unas ganas locas de defender el t¨ªtulo¡±, se?al¨® el t¨¦cnico, Luciano Spalletti, la v¨ªspera....
Acorralada por Ucrania durante los ¨²ltimos minutos, sin Jorginho ni Chiesa, sus l¨ªderes, exhaustos, y sin que el VAR considerase penalti la patada que Cristante propin¨® a Mudryk en el minuto 93, Italia ara?¨® el 0-0 y de paso el puntito. Justo lo que necesitaba para comenzar a superar el trauma ¡ªsuma dos eliminaciones sucesivas en fase de clasificaci¨®n mundialista¡ª y apuntarse a la Euro de 2024.
¡°Tenemos unas ganas locas de defender el t¨ªtulo¡±, se?al¨® el t¨¦cnico, Luciano Spalletti, la v¨ªspera. Su equipo, conquistador del Euro 2021, encuentra un b¨¢lsamo en el torneo continental. Llegar¨¢, eso s¨ª, tras un dif¨ªcil proceso clasificatorio en el Grupo C, en donde acab¨® segunda, igualada a 14 puntos con Ucrania, y por detr¨¢s de Inglaterra, invicta con 20.
El calado del partido de Leverkusen traspas¨® los l¨ªmites del f¨²tbol. Conscientes de que su selecci¨®n representa un pa¨ªs embarcado en una lucha existencial, los jugadores ucranios escucharon el himno envueltos en banderas. El recuerdo de la guerra recorr¨ªa la fila en una campa?a que pretende llevar la causa de Ucrania al escaparate propagand¨ªstico de la Eurocopa. Necesitaban tres puntos para evitar la repesca y los m¨¢s de 30.000 asistentes congregados en el Bay Arena, la inmensa mayor¨ªa ucranianos, muchos exiliados, cargaron el aire de aliento patri¨®tico. El clima conspir¨® contra los nervios de los italianos.
Durante buena parte del primer tiempo, en los duelos singulares prevalecieron los futbolistas orientales. Mykolenko, el lateral del Everton, anul¨® a Zaniolo; la pareja de atacantes del Girona, Dovbyk, el nueve, y Tsygankov, el extremo zurdo, doblegaron a Acerbi y a Buongiorno; Sudakov hizo sudar a Jorginho; y Zinchenko con Stepanenko se multiplicaron con m¨¢s criterio que Barella y Fratessi para hacer del mediocampo un lugar dif¨ªcil de transitar camino de la porter¨ªa de Trubin.
Solo Frattesi, mano a mano con Trubin tras un pase de Chiesa, se aproxim¨® con claridad al gol, mientras que Tsygankov y Sudakov pon¨ªan en aprietos a Donnarumma con llegadas vertiginosas. Al cabo de media hora de agobio Italia ¡ªJorginho mediante¡ª consigui¨® hacerse con un cierto control. Pero para entonces el partido hab¨ªa adquirido su propia din¨¢mica fren¨¦tica.
Italia nunca control¨® el bal¨®n con soltura. De la imprecisi¨®n deriv¨® el desorden en defensa, en donde Acervi y Buongiorno no mezclaron. Desencajado por la ansiedad, Spalletti cambi¨® a Raspadori por Scamacca en el descanso. Punta por punta, a la b¨²squeda de lucidez. Desde lo alto de la tribuna, de pie en la penumbra como un murci¨¦lago, Buffon, delegado del equipo, contempl¨® el paisaje con la cara entre las manos. La vuelta del intervalo no alivi¨® las penalidades de su equipo, sufrido hasta el final, agotado f¨ªsicamente, asediado, desquiciado, pero clasificado sin pasar otra vez por los playoffs, palabra malsonante para la deprimida hinchada.
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