Niko Mihic: ¡°Es imposible mejorar lo que he hecho en el Madrid¡±
El croata, exjefe de los servicios m¨¦dicos, analiza su ¨¦poca en el club blanco y se refiere a la rotura del ligamento cruzado, ¡°la lesi¨®n m¨¢s temida por el jugador¡±
Al exjefe de los servicios m¨¦dicos del Madrid, el croata Niko Mihic, le cambia el gesto cuando se pone a hablar de la sangre balc¨¢nica y a recordar la historia milenaria de aquellas tierras. Se remonta hasta la ¨¦poca de los romanos para recordar todo lo que han tenido que luchar y c¨®mo eso ha cincelado su esp¨ªritu competitivo. ¡°La geograf¨ªa nos ha obligado a ser guerreros¡±, dice. Un momento de expansi¨®n en el traj¨ªn del congreso de medicina deportiva que comenz¨® ayer y se prolonga hoy en el Hospital Universitario HM Sanchinarro, en Madrid, para charlar junto a colegas del Manchester United, Milan, Leverkusen, Arsenal o Los Angeles Lakers sobre reparaci¨®n de cart¨ªlagos, el tend¨®n de Aquiles o la maldita rotura del ligamento cruzado anterior. ¡°La m¨¢s temida¡±, matiza.
Esos eran sus duelos y quebrantos diarios hasta el pasado noviembre, cuando despu¨¦s de siete temporadas dej¨® de ser el jefe de los servicios m¨¦dicos del Real Madrid. ¡°Es un tema que la prensa ha exagerado. Hablamos y fue de mutuo acuerdo. Solo tengo agradecimiento al club. Que me quiten lo bailado. Yo creo que lo que he hecho ah¨ª es imposible hacerlo mejor¡±, asegura Mihic, que dice que se ha quedado como ¡°consejero m¨¦dico¡± de la entidad. ¡°Ellos valoran mi experiencia, rendimiento y dedicaci¨®n. Si necesitan algo, me preguntan y contesto¡±, a?ade el balc¨¢nico, cuya figura gener¨® en los ¨²ltimos meses debate, sobre todo, por casos como las lesiones del joven Arda G¨¹ler. ¡°No me encontr¨¦ a nadie que sea dif¨ªcil de gestionar. No hac¨ªa mi trabajo a pesar de ellos, sino por ellos [en referencia al vestuario]. Una vez que transmites ese mensaje, no hay problema¡±, sentencia Mihic, ya alejado del ¡°desgaste emocional y f¨ªsico¡± de la primera l¨ªnea del equipo blanco.
Sentado a media ma?ana en una sala vac¨ªa, relajado y, por momentos, sonriente, en lo que s¨ª levanta un muro de discreci¨®n es a la hora de comentar problemas concretos, como el de Thibaut Courtois, que el martes sufri¨® la rotura del menisco de la rodilla derecha cuando iba a regresar de la rotura del cruzado de la izquierda. ¡°Estoy seguro de que va a volver perfectamente, m¨¢s fuerte. Nos gustar¨ªa decir qui¨¦n es el culpable, pero no lo hay. Son cosas que ocurren. Es una respuesta un poco pol¨ªtica, perdona, pero la tengo que dar as¨ª¡±, se excusa Mihic, que advierte de que con los cruzados rotos hay poca prevenci¨®n que valga. ¡°Lo hemos analizado de mil maneras y, desafortunadamente, ocurren. No son predecibles. No puedes hacer nada diferente a lo que estamos haciendo¡±, subraya.
El Real Madrid fue la primera y, asegura, su ¨²ltima experiencia en un club de alto nivel. ¡°En mi carrera en Urgencias, he visto entre 15 y 20.000 pacientes al a?o. Durante dos d¨¦cadas, llegas a una cifra muy alta de patolog¨ªas atendidas. As¨ª que una vez que sabes eso, te da un cierto nivel de confianza para decir que puedes con todo. Y luego, siendo madridista, ?qu¨¦ m¨¢s puedes pedir?¡±, explica el doctor sobre c¨®mo acept¨® el cargo de jefe de los servicios m¨¦dicos del Madrid.
¡°A m¨ª lo que me mueve es la adrenalina. La viv¨ª en Urgencias, con tanta patolog¨ªa mortal o premortal, y la he vuelto a descubrir en el f¨²tbol. Ese ha sido mi gran beneficio personal. No hay muertos, pero el nivel de adrenalina est¨¢ ah¨ª. Y luego, para ser un buen m¨¦dico hay que ser muy rebelde. Luchas contra la muerte sabiendo que vas a perder¡±, comenta Mihic, que dice que ¡°es comparable ganar una Champions con salvar la vida a un moribundo o diagnosticar una enfermedad¡±.
Modric y los j¨®venes
?Y c¨®mo es un vestuario de f¨²tbol? ¡°Uf¡±, resopla. ¡°A todos los pacientes les cito seis cosas para estar sano: no fumar, cuidar la ingesta, el peso, el descanso y la quinta son las buenas relaciones sociales. Y el vestuario es el microcosmos de eso. Si funciona bien, el rendimiento personal es ¨®ptimo¡±, explica de forma gen¨¦rica. Pero m¨¢s all¨¢ de los equilibrios en la caseta, Mihic apunta que lo m¨¢s importante que ha aprendido como m¨¦dico en estos siete a?os es la trascendencia de optimizar los par¨¢metros seg¨²n cada jugador y cada momento en cuestiones rutinarias como los niveles de hierro o vitamina D.
¡°A los futbolistas no he tenido que convencerles de cuidarse. Lo ven entre ellos. Si entras como nuevo a un vestuario y a tu lado tienes leyendas, no hace falta mucho m¨¢s. Los atletas de este nivel son muy disciplinados, se cuidan y tienen un talento fuera de com¨²n, pero c¨®mo se cuidan es lo que intento trasladarles¡±, puntualiza.
Apartado de la olla medi¨¢tica del Madrid, del ritmo de un futbolista que ¡°se va a Estambul, vuelve a las siete de la ma?ana, no duerme y va a entrenar¡±, ahora se dedica a la educaci¨®n y a dar consejos. Por eso promovi¨® un congreso como el de estos d¨ªas. ¡°Se habla mucho de la competici¨®n y los equipos, pero vemos que los jugadores caen como hojas en septiembre en Canad¨¢¡±, se queja.
Al margen del calendario, detalla, hay otros factores de riesgo de las lesiones, aunque no son modificables. ¡°Est¨¢ la edad, en los dos extremos, aunque siempre hay excepciones como Modric. Este t¨ªo va a jugar 10 a?os m¨¢s si quiere. Pero si pones chavales de 16 y 17 a?os, no tienen madurez musculoesquel¨¦tica ni mental. Normalmente, no est¨¢n capacitados para aguantar el estr¨¦s sobre su cuerpo. El segundo son sus antecedentes de lesiones. As¨ª que lo ¨²nico modificable es la carga de partidos. Esto tiene que ver con la avaricia del espectador. La gente me pregunta cu¨¢l es el problema del f¨²tbol femenino, y respondo que el f¨²tbol masculino. Hay tantos partidos, tan buenos y continuamente, que no hay margen para verlo todo¡±, concluye Niko Mihic despu¨¦s de salir del remolino constante del Madrid.
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