La sexta Champions de Carvajal y la escolta de su padre a caballo en Cibeles
Mariano, agente que se hab¨ªa retirado de la caballer¨ªa, volvi¨® a montar hace tiempo por si pod¨ªa acompa?arle en la celebraci¨®n del d¨ªa que el lateral alcanz¨® a Gento
Hace unos meses, cuando la 15? Copa de Europa del Real Madrid parec¨ªa una fantas¨ªa lejana, el padre de Dani Carvajal, Mariano, polic¨ªa nacional, volvi¨® a montar a caballo. Llevaba tiempo sin hacerlo, despu¨¦s de a?os en la unidad de caballer¨ªa, con la que hab¨ªa vigilado muchas noches europeas los alrededores del Santiago Bernab¨¦u. Quer¨ªa estar listo para escoltar el autob¨²s del equipo en las celebraciones de la Champions con la que su hijo igualar¨ªa las seis que solo acumulaba Gento. Hasta el s¨¢bado, cuando su hijo condujo con su gol en Wembley a Nacho, a Modric y a Kroos a alcanzar a esa vieja leyenda que pas¨® 58 a?os solo en lo alto.
Mariano estuvo en la grada de Wembley viendo la haza?a y este domingo por la tarde trotaba a lomos de uno de los dos caballos blancos que abr¨ªan camino por las calles del centro de Madrid al autob¨²s con la Orejona; el de la izquierda. Se hab¨ªa preparado para ese d¨ªa. No los escolt¨® tres semanas antes, en las celebraciones de la Liga. Hab¨ªa vuelto a montar para el d¨ªa que su hijo alcanzara a Gento.
La noche antes, Carvajal, feliz y sonriente como nunca, estaba orgulloso del logro: ¡°Muy contento de entrar en ese club tan selecto de cinco jugadores que tenemos seis Copas de Europa. Cada vez va a ser m¨¢s dif¨ªcil que nos puedan arrebatar esto, porque es muy dif¨ªcil ganar una¡±.
Sin embargo, el futbolista llevaba semanas imagin¨¢ndose incluso m¨¢s all¨¢. Desde que eliminaron al Bayern en semifinales. ¡°Igualar a Gento ser¨ªa incre¨ªble¡±, dec¨ªa, seg¨²n una fuente cercana; ¡°pero me veo con posibilidades de ganar m¨¢s de seis¡±. El s¨¢bado, en la sala de prensa de Wembley, tambi¨¦n apunt¨® a eso: ¡°Ojal¨¢, ?por qu¨¦ no?, sumar alguna m¨¢s¡±.
Hasta el s¨¢bado, su final predilecta era la de la D¨¦cima, la del gol de Ramos en el 93, pero el partido contra el Dortmund trastoc¨® las preferencias. Se iba de Londres despu¨¦s de anotar el gol que abri¨® el marcador y como mejor jugador del partido. En eso, en guardar con m¨¢s cari?o una en la que fue decisivo, tambi¨¦n coincide con Gento, como en el detalle de que son los dos ¨²nicos del club de los cinco que fueron titulares en las seis finales que ganaron. La favorita del c¨¢ntabro siempre fue la tercera, que ganaron en Bruselas al Milan (3-2) en 1958: ¡°Marqu¨¦ el gol del triunfo en el minuto 107 de la pr¨®rroga. Recuerdo que Di St¨¦fano me dijo que estaban todos cansad¨ªsimos, que ese partido solo lo pod¨ªa ganar yo. Lo primero que pens¨¦ es que me quer¨ªa cargar el muerto, pero era verdad que me encontraba bien¡±.
Tampoco era lo esperado que un lateral no muy alto empezara a decantar el partido en Londres, y menos de cabeza. Pero se trata de otro descubrimiento de Carlo Ancelotti. Hasta esta temporada Carvajal nunca se hab¨ªa lanzado al ¨¢rea a rematar los c¨®rners. Ni siquiera de ni?o en las categor¨ªas inferiores. En los ¨²ltimos cursos, su sitio estaba al borde del ¨¢rea, a la espera de un rechace, o de desactivar una contra. Hasta que Ancelotti vio algo, que explic¨® el s¨¢bado: ¡°En el bal¨®n parado es muy bueno, porque es peque?o y dicen, este no hace nada. Es muy bueno, porque es muy reactivo en el ¨¢rea¡±. Carvajal tambi¨¦n lo sabe: ¡°No todo es la altura. Entrar en los duelos, saltar con determinaci¨®n hace muchas veces que llegues al ¨¦xito¡±.
En Wembley lo alcanz¨® ante F¨¹llkrug, un especialista del aire 16 cent¨ªmetros m¨¢s alto. ¡°He salido corriendo a celebrarlo. Por dentro sent¨ªa rabia de marcar, el aqu¨ª estoy yo¡±, cont¨®. El gol con el que empez¨® a atrapar su sexta Champions era tambi¨¦n de alg¨²n modo el final de su rebeli¨®n a las cr¨ªticas que sufri¨® la temporada pasada. Ve¨ªa publicaciones que dec¨ªan que estaba acabado, que deb¨ªa jubilarse, que el Madrid ten¨ªa que buscarle un recambio, y ¨¦l sent¨ªa todo lo contrario, que a¨²n le quedaba f¨²tbol. Pero no terminaba de recibir el reconocimiento que pensaba que merec¨ªa su trayectoria.
Tampoco en la selecci¨®n, donde el pasado junio no fue titular en la final de la Nations, aunque termin¨® decidi¨¦ndola ¨¦l en la tanda de penaltis tirando a lo Panenka. Aquello, seg¨²n fuentes cercanas, supuso un ¡°chute emocional¡± que le ha durado toda la temporada. Hasta el gol de Wembley, que volvi¨® a subir a su padre al caballo, para abrirle paso con su sexta Champions hasta la fiesta final del Bernab¨¦u, por donde patrullaba antes de que el futbolista debutara en el Madrid.
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