La huella de Mourinho en el Madrid
Seg¨²n Florentino P¨¦rez, todos est¨¢n contra el Madrid: LaLiga, la Federaci¨®n, la UEFA, los vecinos¡ Por supuesto, los ¨¢rbitros m¨¢s que nadie
El Athletic visit¨® esta semana al Fenerbah?e y Mourinho, al que su carrera como entrenador le ha llevado hasta all¨ª, aprovech¨® para lisonjear al Madrid adem¨¢s de darle un consejo que quiz¨¢ no necesite: fijarse en Nico Williams. Se sabe, quiz¨¢ ¨¦l mismo lo sepa, que el Madrid lo tiene en su agenda para formar un impresionante tr¨ªo de ataque con Mbapp¨¦ ...
El Athletic visit¨® esta semana al Fenerbah?e y Mourinho, al que su carrera como entrenador le ha llevado hasta all¨ª, aprovech¨® para lisonjear al Madrid adem¨¢s de darle un consejo que quiz¨¢ no necesite: fijarse en Nico Williams. Se sabe, quiz¨¢ ¨¦l mismo lo sepa, que el Madrid lo tiene en su agenda para formar un impresionante tr¨ªo de ataque con Mbapp¨¦ y Vinicius. Aprovech¨® para decir que le parece mejor que Lamine Yamal, comparaci¨®n que ¨¦l sabe muy del agrado de los segmentos m¨¢s radicales del madridismo, que denigran los ¨¦xitos de la cantera como la zorra de Esopo denigraba las uvas que no pod¨ªa alcanzar, diciendo que estaban verdes.
Mourinho siente a?oranza del Madrid. Desde la separaci¨®n le han ido las cosas mucho peor que al club, que ha acumulado Champions, mientras su carrera se desliza por una suave pero inalterable cuesta abajo. Vivi¨® tiempos mejores, pero los desperdici¨® por su conducta y declaraciones. Se hizo un marketing de enfant terrible maleducado estrepitoso, o bien es que ese es su car¨¢cter, que le ha ido cerrando de forma insensible las puertas de los grandes clubes, de modo que ha tenido que acomodarse m¨¢s abajo. Me consta que tambi¨¦n Florentino le a?ora, pero su problema es que los que le han dado las Champions han sido entrenadores del tono opuesto, gente educada y conciliadora, l¨¦ase Del Bosque, Zidane y Ancelotti. De los tres ha largado fiesta Florentino en su palco, en el que disfruta mucho ese tipo de gente que gusta de o¨ªr criticar a terceros, deporte favorito del presidente blanco, ignorando que cuando no est¨¦n delante ser¨¢ de ellos de quien se hable mal. A sus tres entrenadores multicampeones europeos, Florentino ha sacado un defecto com¨²n: ser complacientes con los jugadores. Prefiere capataces duros antes que jefes que manden con la convicci¨®n, pero eso es lo que funciona en el Madrid, y no los bocinazos de Mourinho, que acab¨® enfrentado con los principales actores. As¨ª que ser¨¢ dif¨ªcil que vuelva.
Pero en un sentido permanece. Ya hace muchos a?os que Florentino dijo que Mourinho representaba los valores del Madrid, cosa que me choc¨®, porque los que yo siempre hab¨ªa percibido y apreciado en este club eran otros. Pero quiz¨¢ Florentino, asilvestr¨¢ndose ya ¨¦l mismo en la proximidad del lic¨¢ntropo, hablaba del futuro, en una profec¨ªa autocumplida. Escuch¨¢ndole en la ¨²ltima asamblea, percibimos con nitidez esa enmienda a la totalidad a los viejos valores del Madrid, mudados en un discurso victimista que present¨® al club presa de una insana man¨ªa persecutoria.
Todos est¨¢n contra el Madrid: LaLiga, la Federaci¨®n, la UEFA, los vecinos¡ Por supuesto, los ¨¢rbitros m¨¢s que nadie. Florentino se percibe como un h¨¦roe antisistema, empe?ado en derribar cualquier barrera en pro de un deporte y de una ciudad que no se lo agradecen. Todo lo contrario de lo que vino siendo el Madrid durante d¨¦cadas: un gran club amigo de todos, pieza clave en el entramado institucional. Estuvo en la creaci¨®n de la FIFA y de la Copa de Europa, bas¨® su estrategia arbitral en no atacarlos nunca (cosa que era costumbre en sus rivales directos, el Atl¨¦tico y el Bar?a), se sinti¨® bandera del f¨²tbol espa?ol y europeo, y ajust¨® su conducta a ese compromiso. Nunca se percibi¨® ni se le percibi¨® como un perseguido, sino m¨¢s bien lo contrario.
Mourinho inyect¨® la queja. Recuerdan: ¡°?Pur qu¨¦? ?Pur qu¨¦?¡±. Un d¨ªa le meti¨® el dedo en el ojo a Tito Vilanova en un horrible ataque espaldero y el partido siguiente el Bernab¨¦u luc¨ªa una larga pancarta, bien visible en la barandilla del primer anfiteatro, que rezaba: ¡°Mou: tu dedo se?ala nuestro camino¡±. Firmaba la Pe?a La Cl¨¢sica, una de las que ahora aglutinan la pastue?a grada de animaci¨®n.
S¨ª, Mou se?al¨® el camino.