Mundial de Infantino, Champions con guarnici¨®n
No veo manera de que esto lo gane un equipo ajeno a la esfera europea, desluciendo a quien gane la Liga de Campeones semanas antes, enriqueciendo a la FIFA de Infantino y todo pagado por Arabia Saud¨ª
La idea de distinguir al mejor del mundo naci¨® en 1960, con la aparici¨®n de la Copa Libertadores en coincidencia con la quinta de Europa. La idea era obvia: enfrentar a los dos campeones. Se evit¨® el t¨¦rmino de t¨ªtulo mundial para respeto a las otras confederaciones, por m¨¢s ning¨²n club que no fuera europeo o sudamericano ten¨ªa nivel, as¨ª que se llam¨® Copa Intercontinental. Al principio result¨® muy bien, pues aunque ya algunos equipos italianos y espa?oles fichaban sudamericanos, a¨²n no se hab¨ªa producido la desbandada de hoy. Hubo excelentes duelos Madrid-Pe?arol y Benfica-Santos, pero pronto espant¨® la extrema violencia de los campeones argentinos, que empezaron a menudear. El Estudiantes-Mil¨¢n de 1969 fue una pel¨ªcula de terror. Los europeos se repucharon, alguna vez fue el subcampe¨®n, alguna edici¨®n no se disput¨®. Sali¨® al rescate Jap¨®n, con Tokio como escenario neutral y el patrocinio de Toyota, pero ya nunca fue lo mismo. El patrocinio y la falta de fervor en las gradas lo desluc¨ªa.
La FIFA ide¨® ya con Blatter un conato de Mundial en 2000, en Brasil, con ocho equipos en dos grupos. Acudi¨® el Madrid, pero no lleg¨® a la final. Aquello pinch¨® y contribuy¨® a llevarse por delante a ISL, empresa comercializadora de la FIFA, que volvi¨® la mirada a la vieja Intercontinental para convertirla en algo que a¨²n se juega y que nunca hemos pasado de llamar mundialito. La propia FIFA lo tom¨® tan poco en serio que utiliz¨® una de sus ediciones para introducir el VAR a t¨ªtulo experimental.
Ahora llega este intento de altos vuelos, que responde al inter¨¦s de Infantino de incordiar a Ceferin. La FIFA tiene Mundial de naciones cuatrienal, frente a la UEFA que, adem¨¢s de Eurocopa tiene cada a?o la Champions, de suculentos ingresos. Infantino conspir¨® con los sediciosos que idearon la Superliga, un torpedo para la UEFA, aunque despu¨¦s del fiasco mirara para otro lado. Pero a cambio ha puesto en marcha, con un hachazo al calendario (14 de junio a 13 de julio), un Mundial de Clubes que desde la semana pasada ya tiene cara y ojos, con el sorteo de Miami, y financiaci¨®n, pues DAZN pondr¨¢ mil millones y lo televisar¨¢ gratis.
En DAZN ha entrado el fondo estatal de Arabia Saud¨ª, que paga as¨ª la concesi¨®n a su pa¨ªs del Mundial 2034, tan seguido del de Qatar. El gran escenario ser¨¢ Estados Unidos, tierra de patrocinios. A cambio se hacen ciertas concesiones: el Inter Miami, en el que juega Messi, y muy bien, ha sido invitado por la cara, con apenas el pretexto de haber ganado algo as¨ª como el trofeo de la galleta. Y, excepcionalmente, el 1 de junio se abrir¨¢ una ventana de fichajes para que quien lo desee pueda incorporar alguna de las escasas figuras ausentes. De los diez primeros del Bal¨®n de Oro s¨®lo faltan el retirado Kroos y Lamine Yamal, pero hay otros nombres muy golosos fuera, como Cristiano Ronaldo y Benzema, cuyos respectivos clubes no participan, y s¨ª el de Neymar.
La representaci¨®n por confederaciones, muy discutida, qued¨® en 12 de la UEFA, 6 de Sudam¨¦rica, 4 por barba para Centro-Norteam¨¦rica, ?frica y Asia, uno para Ocean¨ªa y el ¨²ltimo para el anfitri¨®n, donde se col¨® al Inter Miami.
Parecen proporciones bien ajustadas, pero raro ser¨¢ que no arrasen los europeos. As¨ª como en el Mundial de selecciones bastantes se pueden subir a las barbas de los europeos, pues cuentan con sus mejores nativos, en este caso no es igual. Los clubs de nuestro continente act¨²an como feroces aspiradoras que atrapan a los chicos que despuntan desde los 17 a?os o menos y los devuelven ya avanzados en la treintena.
No veo manera de que esto lo gane un equipo ajeno a la esfera Champions. Servir¨¢ para deslucir el t¨ªtulo del que la haya ganado semanas antes, o en caso contrario, revalidarlo. Enriquecer¨¢ a la FIFA de Infantino, que ahora s¨ª ha conseguido meterse en el jard¨ªn de Ceferin, y llenar¨¢ nuestras pantallas de partidos que veremos. Gratis, porque paga Arabia Saud¨ª.
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