Mbapp¨¦ se dispara con un ¡®hat trick¡¯ al Valladolid
El franc¨¦s, a un solo gol ya del pichichi, impulsa la victoria del Real Madrid que se aleja en la cabeza ya cuatro puntos del Atl¨¦tico y diez del Bar?a
Mbapp¨¦ se dispara y a su estela se eleva el Real Madrid. Al calor de un hat trick del franc¨¦s, el primero desde que lleg¨® al Bernab¨¦u, sali¨® de la casa del colista con cuatro puntos de ventaja ya sobre el Atl¨¦tico, que patin¨® en casa, y diez sobre el Barcelona, que recibe este domingo al pen¨²ltimo, el Valencia (21.00, Dazn). El Valladolid, asomado al abismo, se aferr¨® corajudo al partido, hasta que Mbapp¨¦ volvi¨® a mostrar que ya es otra vez el Mbapp¨¦ que tanto dese¨® el madridismo y no esa versi¨®n borrosa que buscaba su sitio en los primeros meses. Tras el disgusto de Arabia, el Real vuelve a coger vuelo a costa de piezas menores rumbo a la resoluci¨®n de su destino europeo el mi¨¦rcoles contra el Brest.
En esa ruta, sus engranajes giran con un silbido cada vez m¨¢s leve, m¨¢s arm¨®nico, m¨¢s redondo. La coreograf¨ªa de los cuatro de arriba fluye con esa naturalidad milagrosa de las improvisaciones jazz¨ªsticas, detr¨¢s de las que hay tanto ensayo, tanta repetici¨®n. Mbapp¨¦ ha dejado de ser un cuerpo extra?o para actuar cada vez m¨¢s como un rodamiento. En Valladolid, empez¨® su tarea de ajuste acerc¨¢ndose a tocar al centro del campo, casi siempre de espaldas, para ayudar a ablandar las juntas del entramado defensivo del Pucela en ese tramo inicial en el que luc¨ªan m¨¢s tersas, m¨¢s impenetrables.
La se?al de que el Madrid avanzaba era que el franc¨¦s se iba girando: cada vez miraba menos hacia atr¨¢s, para tocar de cara, y m¨¢s hacia delante. Coincidi¨® con las apariciones crecientes de Bellingham, el eje alrededor del que se ejecuta la danza de los atacantes. El ingl¨¦s aparece, se para, se gira y empiezan a abrirse mundos a su alrededor. Cuanto m¨¢s cerca de la frontal se instala m¨¢s pitan las alarmas defensivas del rival. Se asoma al balc¨®n, incluso de espaldas como contra la UD Las Palmas, y all¨ª tienen un socio para todo Mbapp¨¦ y Rodrygo, esta vez por la izquierda por la sanci¨®n de Vinicius. Solo quedaba un poco al margen Brahim, por la derecha.
Por esa zona tan apretada del centro ejecutan un baile que va subiendo de velocidad como si los atacantes giraran en espiral. Vuela la pelota de Valverde a Mbapp¨¦, y a Bellingham, que tira una pared para que el franc¨¦s encuentre la red de Hein.
La maquinar¨ªa se mov¨ªa como desliz¨¢ndose a medida que elevaban la velocidad de ejecuci¨®n, y mientras el Pucela ve¨ªa c¨®mo se le deshac¨ªa el empuje inicial. Recib¨ªan al l¨ªder desde el fondo de la tabla e inmersos en una agitaci¨®n institucional abrasiva. Ronaldo, el presidente, no apareci¨® en el palco para recibir a su antigua gente. La de ahora volvi¨® a pedirle desde el grader¨ªo que se fuera. El brasile?o ya ha puesto el club en venta, pero no encuentra quien se lo compre.
Con este panorama depresivo y rabioso, el Valladolid del reci¨¦n llegado Diego Cocca sali¨® impulsado por una determinaci¨®n enorme que les procur¨® un c¨®rner casi instant¨¢neo. Courtois dej¨® una de sus paradas l¨ªmite cuando el reloj acababa de echar a andar. Sylla buscaba a Asencio, esta vez ubicado como lateral derecho, al lado de Tchouameni, que hizo pareja con R¨¹diger. El canterano volvi¨® a exhibir autoridad, en el corte y en la salida apoyado en una zancada poderosa. Entre ¨¦l y los centrales frustraron las acometidas de Anuar y Amallah, y las carreras por los costados de Marcos Andr¨¦.
Pero fueron perdiendo de vista la pelota y se refugiaron en una resistencia de choque, de rascar mucho, que fue limando el Madrid con la m¨²sica de los de arriba, a ratos con un virtuosismo como de violinista arrebatado, a ratos a guitarrazos de rock and roll. Mbapp¨¦ se lanz¨® a galope desde media cancha, abri¨® a Rodrygo y le dobl¨® por fuera. El brasile?o se la devolvi¨® y el franc¨¦s volvi¨® a hacer diana, esta vez sin apenas ¨¢ngulo y entre las piernas de un defensor: un toque de billar ejecutado a la carrera. Hasta ah¨ª. Una hora fue suficiente.
El resto permiti¨® proporcionar algo m¨¢s de rodaje a Alaba, de nuevo en condiciones de exigencia limitada. Tambi¨¦n sirvi¨® para una peque?a fantas¨ªa que casi termina en gol de G¨¹ler y Modric, salidos del banquillo. Y sobre todo para que Mbapp¨¦ completara su triplete con un penalti cometido por Mario Mart¨ªn sobre Bellingham. Fue su gol n¨²mero 22 con el Madrid, 15 en la Liga, ya a solo uno de los 16 de Lewandowski en esa carrera que anunci¨® Vinicius por convertir a su compa?ero en pichichi. Acelera Mbapp¨¦ y dispara al Madrid.
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
16
|
20 | 20 | 4 | 8 | 8 |
17
|
20 | 20 | 5 | 5 | 10 |
18
|
20 | 21 | 5 | 5 | 11 |
19
|
16 | 20 | 3 | 7 | 10 |
20
|
15 | 21 | 4 | 3 | 14 |
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
|
49 | 21 | 15 | 4 | 2 |
2
|
45 | 21 | 13 | 6 | 2 |
3
|
39 | 20 | 12 | 3 | 5 |
4
|
39 | 20 | 11 | 6 | 3 |
5
|
34 | 21 | 9 | 7 | 5 |