Jes¨²s Garc¨ªa Bragado: ¡°Es m¨¢s f¨¢cil continuar que dejarlo¡±

El primer jueves de cada mes, a Jes¨²s ?ngel Garc¨ªa Bragado (52 a?os el 17 de octubre, 1,72 metros, 60 kilos) le infiltran en la cadera factores de crecimiento plasm¨¢tico. En julio ha sido la d¨¦cima infiltraci¨®n, unos d¨ªas antes de partir para Tokio, donde participar¨¢ en sus octavos Juegos Ol¨ªmpicos, una cita que se ha retrasado un a?o y a la que ha llegado justo.

¡°Soy dif¨ªcil de roer. Bicho malo nunca muere¡±, ironiza el marchador espa?ol, que no se ha perdido unos Juegos desde Barcelona 92. ¡°Una de las razones por las que he querido llegar hasta Tokio era saber que superar¨ªa el empate a siete participaciones ol¨ªmpicas con Merlene Ottey y ser¨ªa el primer atleta que llega a ocho¡±, dice el madrile?o que hace 28 a?os se proclam¨® campe¨®n del mundo siendo un pipiolo de 23 a?os. ¡°Pero, m¨¢s all¨¢ de esa marca, era tambi¨¦n el hecho de decir, bueno, ser¨¢ la ¨²ltima prueba de 50 kil¨®metros marcha internacional, y me marqu¨¦ como objetivo terminar aqu¨ª mi carrera deportiva. Cuando llevas tantos a?os te resulta m¨¢s f¨¢cil continuar que dejarlo¡±.

Pregunta. ?El r¨¦cord le ayuda a tomar la decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil, retirarse, entonces?

Respuesta. S¨ª, claro. Aunque est¨¦ preparado para ganarme la vida, el 1 de septiembre me enfrentar¨¦ a la vida real, por decirlo de alguna manera. Hay cierto alivio, por un lado, porque termino mi exigencia como atleta, exigencia que cada vez me cuesta m¨¢s, no por el hecho del entrenamiento y la vida de atleta en s¨ª, sino por el peso de la edad, de las lesiones, de las articulaciones que fallan, hacen que no est¨¦ como quisieras. Me veo y no soy el mismo que hace 25 a?os, en actividad, en energ¨ªa, en moverme de aqu¨ª para all¨¢, de hacer cosas. Me costaba seguir el ritmo de las sesiones de alto rendimiento. Ya no se viaja con las mismas ganas a hacer una concentraci¨®n, hacer maletas. Lo haces m¨¢s por obligaci¨®n que por devoci¨®n.

P. Ocho Juegos, recordman¡­ ?Eso es bueno o malo? ?Un himno a la perseverancia o una constataci¨®n de que no ha hecho otra cosa en la vida?

R. Depende de c¨®mo se quiera valorar todo eso, jajaja. Ser¨ªa muy largo de hablar y discutir... Me ha venido a la mente cuando llegu¨¦ a San Adri¨¤ con el PP, cuando llegas, como mueves sillas, les incomodaba bastante que les sacara del chollo que ten¨ªan montado. Y estos me dec¨ªan que si yo hab¨ªa trabajado alguna vez en mi vida... Era una forma de desprecio, de decir que a lo que te dedicas... Ten¨ªan la visi¨®n de antes de cuando ibas, por ejemplo, a pedir una tarjeta de cr¨¦dito al banco te preguntaban la profesi¨®n y dec¨ªas que eras deportista, te dec¨ªan, ah, s¨ª, mi hermano tambi¨¦n juega al baloncesto... Si t¨² hoy dices que por lo que sea t¨² has podido estar en un trabajo en la misma empresa desde el a?o 92 hasta 2021, alguien dir¨¢, pues, mira, algo tendr¨¢ esta persona para que haya podido seguir tantos a?os... Depende de c¨®mo lo valoren, claro. Hoy en d¨ªa, en el mundo empresarial, si no te mueves de la empresa a lo mejor consideran que eres un t¨ªo muy estancado, y si est¨¢s cambiando constantemente quiere decir que no te adaptas...

P. ?Y usted c¨®mo lo valora?

R. Si me dijeran eso, responder¨ªa, bueno, yo me he dedicado toda mi vida a preparar Juegos Ol¨ªmpicos. Unos a?os porque quer¨ªa ganar medalla, y era uno de mis objetivos, y otros, como puede ser el de miles de deportistas, ir, y cuando vas, ver si soy capaz de pelear por una medalla. Y eso me ha llevado muchos a?os. Luego, los siguientes... Bueno, teniendo en cuenta que ya hab¨ªa pasado los 40, pues el objetivo de la medalla ya no era tan realista, pero s¨ª el objetivo de intentar clasificarme. Sigo en el atletismo de una forma digna para la edad que tengo.

P. ?Aguantar¨¢n las caderas su ¨²ltimo viaje?

R. Creo que s¨ª. No solo por los factores. Ya not¨¦ el verano pasado que el calor y la p¨¦rdida de peso ayudan mucho a la cadera. Habr¨¢ una explicaci¨®n fisiol¨®gica. Trabajar con mucho calor y con alg¨²n kilo menos cargando con la gravedad en la cadera, pues mucho mejor. Y la fisioterapia con Miquel ?ngel Cos tambi¨¦n ayuda, claro.

P. Deja la marcha justo cuando los 50 kil¨®metros desparecen del programa ol¨ªmpico. ?Un RIP compartido?

R. Habr¨ªa sido mejor el a?o pasado. Estos no ser¨¢n los Juegos que a todos nos gustar¨ªan, pero van a ser los Juegos. No podremos estar en la villa como quisi¨¦ramos, estaremos pocos d¨ªas en Jap¨®n pero vamos a poder competir [6 de agosto, 5.30 de la ma?ana, Sapporo], vamos a poder estar. Hay que conformarse.

P. Ha participado en 13 Mundiales y ganado cuatro medallas, un oro y tres platas, pero en los Juegos, ninguna¡­

R. Claro que echo de menos no tener ninguna. Sobre todo cuando supe que podr¨ªa haber subido al podio en 2004 y 2008, donde termin¨¦ cuarto y quinto... En 2004 estoy cerca de Voyevod¨ªn, tercero, y al a?o siguiente da positivo por EPO; el segundo, Nizhegorodov, tres cuartos de lo mismo. Le reanalizaron la prueba de Pek¨ªn, donde gan¨® el italiano Schwazer, que dio positivo cuatro a?os m¨¢s tarde, pero el contraan¨¢lisis no dio positivo, en fin... Cosas todas contradictorias, extra?as... Y tantos otros. En otras circunstancias podr¨ªa haber subido perfectamente. Es algo que sucedi¨®, estuve esperando a ver si me llegaba la medalla como a Ruth Beitia, Manolo Mart¨ªnez o Lydia, pero me marqu¨¦ una fecha y si no hab¨ªa respuesta me olvidaba del tema. Segu¨ª para adelante con esto porque me gusta, sin m¨¢s reproches.

P. ?Una injusticia superada?

R. Igual que para m¨ª lo ha sido para cualquier otro que haya competido de forma honesta ante tramposos... Es as¨ª de simple, en todas las especialidades del atletismo. El dopaje ha sido el remate, ver que todos los que ganaban, los rusos, formaban parte de un sistema del que no pod¨ªan salir. Si quer¨ªan estar en la marcha ten¨ªan que seguir las directrices de alguien que les dec¨ªa lo que ten¨ªan que hacer, tomar de todo, les gustara o no les gustara. Lo que no s¨¦ es si lo hac¨ªan por obligaci¨®n o por elecci¨®n. En Rusia, despu¨¦s del bloque sovi¨¦tico, la gente lo pasaba muy mal y era esto una opci¨®n para salir de ah¨ª. Eso entiendo yo. La moraleja es que al final estos atajos no dan buenos resultados.

P. Pero ellos dir¨¢n que les quiten lo bailao¡­

R. Hombre, quien lo valore todo por tener los bolsillos llenos y la cuenta corriente, vale, pero quien lo valore como prestigio en la sociedad y credibilidad, no. Yo, desde luego, siempre lo tuve muy claro. A m¨ª se me habr¨ªa ca¨ªdo la cara de verg¨¹enza si hubiera conseguido estas cosas haciendo trampa, de cara, sobre todo, a la gente que me ha ayudado a venir hasta aqu¨ª y por la afici¨®n en general, por todas las personas, la decepci¨®n que te llevas, la gente que ha trasnochado o madrugado para vernos. Todo eso es algo muy grande.

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