Carre?o degusta el bronce ante Djokovic
El espa?ol se impone al n¨²mero uno, desmotivado y furioso, y logra la sexta medalla individual de un jugador nacional en unos Juegos: 6-4, 6-7 y 6-3, en 2h 47m: ¡°Nunca hab¨ªa tenido una sensaci¨®n as¨ª¡±
Es el ¨¦xito de uno, pero en realidad lo es de muchos. De la mayor¨ªa. Representa Pablo Carre?o a ese pelot¨®n de terrenales que trabajan a destajo y pican piedra aqu¨ª y all¨¢, en busca de esa muesca que registre su nombre para siempre. Y as¨ª lo consigue el asturiano, de 30 a?os y que luce feliz con el bronce que le cuelga del cuello. Se lo ha ganado a pulso. Novak Djokovic, derruido en su interior, esquiva hasta cinco bolas de partido, pero finalmente se inclina (6-4, 6-7(6) y 6-3, en 2h 47m) y el espa?ol degusta el metal ol¨ªmpico. Cae al cemento y se emociona. ¡°Nunca hab¨ªa tenido una sensaci¨®n as¨ª¡±, dice. Es el 13? para el tenis espa?ol, que no lograba uno en la modalidad individual desde que lo hiciera Rafael Nadal, en Pek¨ªn 2008. Ya figura junto al balear, Jordi Arrese (plata en 1992), Arantxa S¨¢nchez Vicario (bronce en Barcelona y plata en 1996) y Sergi Bruguera (plata tambi¨¦n en Atlanta). Desde que reapareciera en el cat¨¢logo ol¨ªmpico en 1988, el tenis pr¨¢cticamente no falla; a excepci¨®n de 2012, siempre ha ofrecido cosecha.
Djokovic desfila por la pista como alma en pena. No hay fuego ni ardor, ni rastro de ese lobo que ense?a las fauces en los peloteos y que muerde a la m¨¢s m¨ªnima que puede. Su mente sigue anclada en el ayer. La cabeza del serbio (34 a?os) da vueltas y m¨¢s vueltas, e inconscientemente regresa al derrumbe de la tarde anterior contra Alexander Zverev. Desinflado y desganado, se frota el rostro y la nuca con hielo, pero no consigue apartar el agobio ni reengancharse mentalmente; tira la gorra, mira al grader¨ªo vac¨ªo y coge aire, todo el rato con la mirada gacha. El impacto de las semifinales fue brutal, y su repercusi¨®n proporcional: la derrota ante el alem¨¢n pas¨® sobre ¨¦l como un tren de mercanc¨ªas.
En contraste, Carre?o compite como el buen alumno aplicado. A diferencia de su rival, instalado en otro estrato dimensional, percibe en el bronce una oportunidad de oro. Corregido en el peloteo y mejor restablecido en lo an¨ªmico, el asturiano recupera la rectitud y se erige en forma de front¨®n otra vez. Doli¨® lo de Khachanov, pero ah¨ª delante est¨¢ la historia; demasiado suculento el premio como para dejarse ir. Vuelve el buen tono y tambi¨¦n la consistencia, as¨ª que la mayor¨ªa de los intentos de Djokovic por dar con los huecos resultan en vano. El espa?ol lo devuelve todo y detecta r¨¢pidamente el desplome, y en cuanto dispone de una veta para infligir da?o la aprovecha.
Rompe en el quinto juego y luego resuelve el instante cr¨ªtico del primer parcial con entereza. Sirve para cerrar y con 5-4, Nole se procura dos bolas de break que se disuelven con una r¨¦plica autoritaria. Sabe Carre?o que la menor muestra de indecisi¨®n puede abrir la puerta al n¨²mero uno, de modo que empu?a firme y percute. No puede haber concesiones. ?De cu¨¢ntas y cu¨¢ntas ha salido Djokovic? Dif¨ªcil que lo haga de esta, porque al balc¨¢nico se le han fundido los plomos y las bater¨ªas, por mucho que goce de un chasis digno de estudio, marcan en rojo y le piden definitivamente una tregua. En total, van a ser 10 partidos en siete d¨ªas, una barbaridad. Excesivo para cualquiera.
Nole y las raquetas ¡®voladoras¡¯
Su desbordante apetito se le ha vuelto en contra, sin apenas interrupci¨®n competitiva desde que encendiera el cohete en Montecarlo, all¨¢ por mediados de abril; son siete torneos y 38 envites desde entonces. Pesa el factor f¨ªsico, pero mucho m¨¢s el psicol¨®gico. Mientras, Carre?o desconf¨ªa y sigue, sigue y sigue, serio y sin torcerse porque su base parte de eso: no es un virtuoso, pero no tiene agujeros. Tierno hace unos a?os, ahora es un hueso respetado en el vestuario, tenista equilibrado y sin lagunas; un guerrillero que no se rinde ni a tiros. En el segundo set, levanta un 0-30 adverso cuando Djokovic resta para igualar, con 5-4 a favor del serbio, y despu¨¦s debe hacer frente al embate final.
Ah¨ª, por unos instantes, reaparece el aut¨¦ntico Nole. Contra las cuerdas, salva un punto de partido con un saque a abierto y se revuelve; recupera la llama, pero llega tarde. El arrebato no le alcanza. Despu¨¦s de invertir 10 minutos en el vestuario, regresa y no terminan de salirle las cosas. No se lo permite Carre?o. El espa?ol ha cerrado la puerta, le niega el break y le saca de sus casillas. Vuela una primera raqueta al grader¨ªo y a continuaci¨®n, rotura para el de Gij¨®n y 3-0 arriba, revienta una segunda contra el poste situado junto al juez de silla y la tira a un costado. Intenta ahuyentar los demonios, pero su adversario acelera y le arrincona, aprieta y no cede. La historia de este s¨¢bado est¨¢ escrita: Carre?o es de bronce.
As¨ª se gana el gijon¨¦s el metal, una medalla que le sabe a gloria y le reporta su mayor galard¨®n. Si hace dos semanas se hac¨ªa con el trofeo de Hamburgo, el m¨¢s importante de los seis que posee en t¨¦rminos individuales, en Tokio encuentra lo que siempre dese¨®. Comprometido y aguerrido, listo siempre para dar un paso al frente independientemente de la situaci¨®n, se lleva el bot¨ªn tras una demostraci¨®n de fuerza y adaptaci¨®n. Propon¨ªa el torneo japon¨¦s una prueba de resistencia y de fe, de no volver la cara en ning¨²n momento por mal dadas que vinieran y por mucho que el horno consumiera a los jugadores, y ¨¦l se ha mantenido firme. Carre?o celebra, mientras Djokovic pena.
EL SERBIO SE MARCHA DE VAC?O
La ambici¨®n de Djokovic no se ha visto correspondida en estos Juegos, de los que se marchar¨¢ de vac¨ªo. El n¨²mero uno cedi¨® contra Carre?o y posteriormente anunci¨® que no iba a disputar el partido por el tercer y cuarto puesto del dobles mixto, junto a su compatriota Nina Stojanovic. Aleg¨® molestias en el hombro izquierdo.
De esta forma, el casillero ol¨ªmpico del jugador de Belgrado seguir¨¢ reflejando el bronce que obtuvo en los Juegos de Pek¨ªn; en 2012 concluy¨® cuarto y en R¨ªo cay¨® en la primera ronda. Pese al elogiable esfuerzo de estos d¨ªas, se le resiste el oro.
¡°Estoy f¨ªsica y mentalmente exhausto¡±, admiti¨®, ¡°pero no me arrepiento en absoluto de haber venido a los Juegos. Creo que no hay coincidencias en la vida y que todo pasa por algo; he sufrido derrotas muy dolorosas tanto en los Juegos como en grandes torneos a lo largo de mi carrera, y generalmente esas derrotas me han hecho m¨¢s fuerte en todos los aspectos¡±.
Muy afectado, Nole dijo que intentar¨¢ volver a la carga en Par¨ªs 2024, y que lamentaba haber decepcionado a los aficionados serbios. ¡°Lo di todo, porque cuando juegas por tu pa¨ªs es necesario hacerlo, pero no ha sido suficiente¡±, expres¨®, confiando en el que el desgaste ol¨ªmpico no le pase factura en el US Open (del 30 de agosto al 12 de septiembre).
Sobre las raquetas que revent¨®, dijo: ¡°Es algo que pasa en el fragor de la batalla. No est¨¢ bien, por supuesto, pero soy as¨ª; hago estas cosas y pido perd¨®n por el mensaje que transmiten, pero todos somos seres humanos. A veces es dif¨ªcil controlarse¡±.
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