Desempate, por favor

Cuando ¨¦ramos peque?os y el barrio era barrio, jug¨¢bamos a todo. Finalizado el curso e iniciadas las vacaciones de verano, llegaba la retransmisi¨®n de Roland Garros. Entonces, con palas de madera, una pelota pelona y una cuerda atada a dos ¨¢rboles, jug¨¢bamos a tenis o a algo parecido; cuando era el Tour, tocaba dar pedales. Lo hac¨ªamos a turnos con la bici de alg¨²n privilegiado al que le hab¨ªan regalado una; y cuando lo que ve¨ªamos eran los Juegos Ol¨ªmpicos, jug¨¢bamos a ¡°echar carreras¡±. Las hab¨ªa de velocidad y a resistencia. Para las primeras, se establec¨ªa una distancia, normalmente de farola a farola, y ¡°a la de tres¡± sal¨ªas zumbando en pos de la victoria. Ser el m¨¢s r¨¢pido confer¨ªa un estatus y un respeto importante al protagonista. Pero ese honor s¨®lo pod¨ªa corresponder a uno, y si hab¨ªa alguna duda, se retaba al intruso a otra carrera.

Esa esencia es la que siempre han tenido los Juegos Ol¨ªmpicos. Los mejores del mundo se citan para ¡°echarse carreras¡± y ver qui¨¦n es el m¨¢s r¨¢pido, el que m¨¢s salta o llega m¨¢s lejos lanzando. Es algo que no ha ocurrido en la final de salto de altura de hombres en Tokio. Me parece obsceno que se plantee la posibilidad de no seguir compitiendo y se pacte un empate para ganar los dos el oro [el catar¨ª Barshim y el italiano Tamberi saltaron ambos 2,37m]. La situaci¨®n es la siguiente: est¨¢is empatados y ahora mismo, ya sois campeones ol¨ªmpicos; si continu¨¢is compitiendo, pod¨¦is dejar de serlo. Hay mucho que perder y poco que ganar, solo te juegas la exclusividad en el podio.

Me surgen algunas dudas: ?Si en lugar de dos atletas, son tres o cuatro los que deciden pactar un empate, ser¨ªan todos campeones ol¨ªmpicos? Si en una final de boxeo los dos p¨²giles deciden abrazarse y no pelear, ?ser¨ªan campeones los dos? Si al final de una tanda de penaltis siguen empatados tras el quinto lanzamiento, ?estar¨ªa bien que ambos fueran campeones? Los Juegos tienen un valor a?adido sobre los Mundiales de atletismo: la historia y la carga m¨ªtica que les acompa?a. Que yo recuerde, nunca se ha dado el caso de dos campeones ol¨ªmpicos en una especialidad de atletismo. No se trata de bondad ni de generosidad; hay otras maneras y lugares para ejercerlas. Es mejor saltar que pactar. No hay abrazo m¨¢s noble que el de un vencedor y un vencido tras una dura pugna.

Ram¨®n Cid, triplista ol¨ªmpico en Mosc¨² 80 y exdirector t¨¦cnico de la Federaci¨®n Espa?ola de Atletismo.

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