La selecci¨®n femenina de waterpolo supera a China en cuartos

Doce de las 546 medallas ol¨ªmpicas que logr¨® China en su historia fueron en deportes de equipo. La asociaci¨®n no es el fuerte de los chinos. Ni de las chinas. Tampoco en el agua, donde la conformaci¨®n m¨¢s o menos artificial de una selecci¨®n de waterpolo femenino para disputar los Juegos de Pek¨ªn, en 2008, dio como resultado el conjunto aparente pero irregular que cay¨® contra Espa?a en los cuartos de final de los Juegos de Tokio. A la selecci¨®n de Pili Pena, Laura Ester y las hermanas Espar les bast¨® el primer cuarto de partido para encauzar una eliminatoria que las sit¨²a en semifinales. El 11-7 del marcador confirm¨® el control de las expertas espa?olas.

Petar Porobic, el seleccionador montenegrino que dirige China, maldec¨ªa en el borde de la piscina cada vez que sus jugadoras se mostraban incapaces de perforar la defensa que ordenaba Laura Ester. Desesperado, el hombre juraba en alg¨²n dialecto balc¨¢nico, ininteligible para sus jugadoras, que solo recib¨ªan sus indicaciones por v¨ªa de un traductor.

La falta de fluidez en la comunicaci¨®n se trasladaba a la piscina, donde China fatigaba por mover la pelota con precisi¨®n frente a una defensa que no paraba de moverse a toda velocidad. La presi¨®n de las espa?olas provoc¨® p¨¦rdidas y malhumor en sus rivales, m¨¢s lentas, menos resistentes, y expuestas desde las primeras jugadas al rigor de Paula Leiton y Maica Garc¨ªa en las dos ¨¢reas. China solo pudo convertir dos de ocho oportunidades con una nadadora de m¨¢s. Ni con dos de m¨¢s consigui¨® realizar su ocasi¨®n de gol, en una llamativa acci¨®n del tercer cuarto. La fiereza de la defensa espa?ola, por arriba y por debajo del agua, result¨® intimidante.

Espa?a aprovech¨® la primera superioridad, cortes¨ªa de una escaramuza de Leiton, para que Roser Tarrag¨® habilitara a Bea Ortiz. La jugadora de Tarrasa amag¨® a la izquierda y peg¨® el latigazo hacia la derecha. El bal¨®n entr¨® por el palo izquierdo de la veloz portera china tras enga?ar a toda la defensa. Sobre el 1-0 Espa?a ciment¨® su escapada.

La respuesta de Yiwen Lu (1-1), en una acci¨®n individual, no contuvo la marea. Irene Gonz¨¢lez (2-1) y la propia Tarrag¨® (3-1) castigaron a sus rivales antes de que Maica Garc¨ªa metiera el gol del partido. Asistida con un globito por Tarrag¨®, la boya espa?ola se deshizo del agarre de su marcadora, cogi¨® la pelota y se gir¨® con un golpe de cintura imparable para las cuatro defensoras y la portera que acudieron a sofocarla.

El 4-1 fue un golpe devastador para la moral del equipo chino. El primer cuarto de ocho minutos acab¨® 5-2. Los tres cuartos que le restaron al partido constituyeron un largo pasaje administrativo, tranquilamente gestionado por las espa?olas, especialmente por Judith Forca, que luci¨® su mu?eca en cuatro goles.

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