Laura Gil en la hoguera
La jugadora de la selecci¨®n femenina de baloncesto no estuvo acertada ante Francia y le cay¨® el vertedero de Twitter; eso no es libertad de expresi¨®n
De repente, doblete dorado protagonizado por una karateka y un escalador de interiores, que puede ser triplete con las chicas de waterpolo, imperiales. Como lo siguen siendo los de balonmano, aunque no les haya llegado para ganar a los daneses, la aut¨¦ntica NBA de ese deporte. Y atenci¨®n a esa nueva generaci¨®n de atletas desacomplejados peleando en disciplinas punteras del deporte rey ol¨ªmpico. Quedan tres d¨ªas y mucho que planchar, pero hoy toca hablar de redes sociales.
Laura Gil, jugadora de la selecci¨®n espa?ola femenina de baloncesto, no tuvo un buen d¨ªa en el partido crucial ante Francia. Espa?a fue eliminada y los metales se esfumaron. Ya durante el encuentro, y con m¨¢s virulencia despu¨¦s, fue objeto de cr¨ªtica, burla, insultos y dem¨¢s lindezas en las redes sociales. Sobre todo en la zona vertedero de Twitter, que cada d¨ªa es m¨¢s amplia y a este ritmo terminar¨¢ engull¨¦ndonos a todos los que la usamos para otros menesteres que no son el matonismo, el vilipendio y el escarnio. Todo an¨®nimo, por supuesto, lo que habla mucho y bien de esos valientes justicieros. Laura, adem¨¢s, es carne de ca?¨®n, como en su momento lo fue V¨ªctor Claver. Jugadores poco medi¨¢ticos cuyo enorme valor no es siempre visible a primera vista y que a veces cargan con responsabilidades que no les corresponden.
No es nada nuevo, pero al hilo de lo ocurrido con Gil planteo una pregunta casi existencial ?C¨®mo debe reaccionar un deportista (extensible a cualquier personaje p¨²blico) cuando le ocurre esto? Muchos abogan por el silencio. Aunque sea dif¨ªcil, hay que ignorarlo pues forma parte de tu profesi¨®n, o sea, que te pones el paraguas y esperas que amaine. Otros, llega un momento que hastiados, optan por el abandono. El que quiera insultar que se vaya a su casa y vomite all¨ª, que yo me las piro. Corto y cambio para siempre. Unos pocos devuelven el ataque. Ojo por ojo, insulto por insulto. Con esta opci¨®n te quedas a gusto un rato, pero al final sabes que est¨¢s entrando en su juego rebaj¨¢ndote a la altura de la mugre. Por ¨²ltimo, gente bienintencionada como Laura Gil, coge el ordenador, e intenta hacer frente educada y razonadamente a esos trogloditas mentales.
El mensaje de Laura, adem¨¢s de varias obviedades que no esta mal recordarlas, contiene una perla final. ¡°Todo el mundo tiene derecho a opinar, pero no todas las opiniones son respetables¡±. Totalmente de acuerdo. Y el p¨²blico no siempre tiene raz¨®n, a?ado de paso en referencia a otro cl¨¢sico debate. Esto no se trata de libertad de expresi¨®n, necesaria y exigible, sino de educaci¨®n c¨ªvica y respeto, que es otra cosa y hay que gan¨¢rselo. A veces los mezclamos y de esta forma amparamos a gente cuyos bufidos no deber¨ªan merecer otra cosa que nuestro rechazo frontal y combativo.
Tampoco estar¨ªa de m¨¢s que los medios de comunicaci¨®n dimensionasen mejor los qu¨¦ y los qui¨¦nes y dejasen de una vez ese lenguaje de redes incendiadas cada media hora o referencias a trending topics conseguidos por cualquier tema que tenga entretenidos a cincuenta.
Desgraciadamente, creo que es una batalla perdida. Muchas cosas buenas tienen las redes sociales y hasta los propios protagonistas sacan diferentes provechos de ellas. En muchos casos, es su v¨ªa de comunicaci¨®n principal no s¨®lo personal sino profesional. La l¨ªnea directa que ofrecen con el personaje es una puerta abierta para que entren halagos y cr¨ªticas fundamentadas, pero tambi¨¦n palos sin ton ni son. No s¨¦ muy bien c¨®mo hay que afrontar el paso de la cr¨ªtica a las lapidaciones, pero s¨ª tengo claro que no comulgo con eso de ¡°si estas aqu¨ª, esto es lo que hay¡±. Ese conformismo ante casos como el de Laura ya son de por s¨ª una derrota.
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