Y Chuso Garc¨ªa Bragado se toma un gazpacho
Descontento con su ¨²ltimo baile, el marchador madrile?o, de 51 a?os, cuelga las zapatillas despu¨¦s de sus octavos Juegos: ¡°He llegado hasta donde me hab¨ªa propuesto¡±
Cuatro horas despu¨¦s, Chuso Garc¨ªa Bragado se toma un gazpacho. Sorpresa del cocinero japon¨¦s del hotel de Sapporo para el padre de la marcha que, interiormente, bulle y se enfada. ¡°Me gana la sensaci¨®n, mala sensaci¨®n, de una competici¨®n decepcionante, de no haber estado bien¡±, dice. ¡°Pero supongo que dentro de un rato me conformar¨¦ y me confortar¨¢ pensar que he llegado hasta donde me propuse llegar¡±. Garc¨ªa Bragado tiene 51 a?os y una hija mayor que algunos de sus rivales en sus octavos 50 kil¨®metros marcha en unos Juegos Ol¨ªmpicos. Ning¨²n atleta de ning¨²n pa¨ªs en la historia ha competido en tantos. Ocho iniciados, siete terminados. Todos salvo los segundos, Atlanta 96. 35? en Tokio 2020. Y a¨²n rumiando la prueba. Su ¨²ltima prueba. Las zapatillas, al armario.
Bragado termin¨® vig¨¦simo en los Juegos de R¨ªo hace cinco a?os, y su primer objetivo era terminar entre los 20 primeros en Sapporo. Para ello habr¨ªa necesitado haber tardado 10 minutos menos. ¡°Y para ello habr¨ªa necesitado un mes m¨¢s de preparaci¨®n¡±, dice. ¡°En el kil¨®metro 30, levant¨¦ la vista y vi al grupo de los 20 primeros que estaban a tiro, el grupo de Marc Tur, y pens¨¦ que pod¨ªa llegar y entrar con ellos, pero andaba con las pulsaciones disparadas marchando a ritmos muy bajos [a cinco minutos kil¨®metro, a 12 por hora; el ganador, el polaco Dawid Tomala, march¨® a 4m 36s el kil¨®metro], y las piernas no me dieron para m¨¢s. He sido un di¨¦sel al que no le ha entrado el turbodi¨¦sel¡±.
El marchador r¨¦cord confiesa, llegado el momento que las ¨²ltimas semanas se ha sentido reh¨¦n de la necesidad de llegar vivo a sus octavos Juegos. ¡°Mi participaci¨®n, batir el r¨¦cord del atletismo, se hab¨ªa convertido en asunto de Estado¡±, dice el campe¨®n del mundo de Stuttgart 93, al que le cuesta hablar como leyenda del pasado porque quiere seguir sinti¨¦ndose atleta. ¡°Y me dio miedo a forzar entren¨¢ndome, no fuera a romperme el isquio o sufrir cualquier m¨²sculo, y tal como estaba de justo, todo era posible. Lo importante, as¨ª, era participar. Me ha faltado la puesta a punto final m¨¢s trabajo de calidad. No he hecho apenas altura. No he podido hacer la preparaci¨®n que debe hacer un atleta de alto rendimiento. Ya sab¨ªa que iba a llegar muy justito¡±.
¡°?Que si he hecho como el Papa al cruzar la meta? ?Arrodillarme y besar el suelo? Qu¨¦ va, qu¨¦ va. He arrastrado los pies como he podido. No hay m¨¢s cera que la que arde, pero la vela ha ardido hasta el final de una avenida que se me ha hecho interminable. Pensaba que no llegar¨ªa, que reventar¨ªa antes, que me romper¨ªa. Pero he llegado. Cuando dudaba, porque he dudado, me he dicho: ¡®Chuso, si no acabas te vas a arrepentir toda la vida¡¯¡±, dice el marchador de Canillejas mientras paladea su gazpacho, y por tel¨¦fono se escucha c¨®mo se relame con el jugo fresco del tomate, poco pepino, que repite. Y con el sabor en la boca, se relame tambi¨¦n con el futuro de la marcha espa?ola. ¡°A diferencia de Doha, la estrategia y la planificaci¨®n les han funcionado a Quintana y Carrillo, los preparadores. Marc Tur ser¨¢ un fen¨®meno en 35 kil¨®metros, la distancia que sustituye a los 50 kil¨®metros en los pr¨®ximos Mundiales. Ya hace siete a?os, cuando ten¨ªa 20, gan¨® el campeonato de Espa?a de la distancia¡±, dice Garc¨ªa Bragado, quien tambi¨¦n siente debilidad por el otro Garc¨ªa de la marcha espa?ola, el tambi¨¦n madrile?o Diego Garc¨ªa Carrera. ¡°Me arriesgar¨ªa por ¨¦l: Si en Tokio era dif¨ªcil que ganara una medalla en los 20 kil¨®metros, en el pr¨®ximo Mundial, en Eugene, Oreg¨®n, una tierra que se le da muy bien, ser¨¢ dif¨ªcil que no la gane¡±.
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