Sergio Scariolo: ¡°Me cabrea cuando un jugador no se rebela¡±
El seleccionador de baloncesto reflexiona sobre el camino a los Juegos Ol¨ªmpicos y sobre el relevo generacional del equipo
Sergio Scariolo (Brescia, 63 a?os) renov¨® hasta 2028 su contrato al frente de la selecci¨®n masculina de baloncesto poco antes del primer gran reto de este verano, ganar el preol¨ªmpico de Valencia y clasificarse para los Juegos de Par¨ªs. El segundo ser¨¢ competir en la cita parisina dentro de un grupo de altura junto a Australia, Grecia y Canad¨¢ en busca de las eliminatorias. El equipo que se hace llamar La Familia ha vivido instalado en el podio mundial en este siglo, un periodo en el que ha conquistado 14 de las 20 medallas de su historia, entre ellas los cuatro oros europeos y los dos mundiales. Tambi¨¦n se colg¨® dos platas ol¨ªmpicas en Pek¨ªn 2008 y Londres 2012 frente a Estados Unidos que brillaban como el metal dorado. Pero esa ¨¦poca ha quedado atr¨¢s y Scariolo afronta ahora la necesidad del recambio generacional, todav¨ªa mezclando veteranos ilustres como Rudy y Llull con la sangre nueva, mientras apunta a seguir en la ¨¦lite.
Pregunta. Despu¨¦s de caer en el ¨²ltimo Mundial, usted dijo que clasificarse para los Juegos ser¨ªa una ¡°gesta tit¨¢nica¡±. ?Tan dif¨ªcil ha sido?
Respuesta. S¨ª. Lo dije porque quedaban muchos equipos de alt¨ªsimo nivel por clasificarse y pocas plazas en juego. Realmente ha sido muy complicado, sobre todo a nivel de la planificaci¨®n f¨ªsica y t¨¢ctica, de la adaptaci¨®n de los jugadores en tan poco tiempo, con las lesiones [?lex Abrines y Juancho Hernang¨®mez apuran su recuperaci¨®n para estar en Par¨ªs], que nos han fastidiado mucho. Piense en la n¨®mina de equipos que se han quedado fuera de los Juegos: Lituania, Letonia, Eslovenia, Turqu¨ªa, Croacia, Italia, Argentina¡ Son de primer¨ªsimo nivel. Eso pone en valor nuestra clasificaci¨®n. En el mundo del baloncesto, la Primera Divisi¨®n est¨¢ en los Juegos y nosotros hemos mantenido la categor¨ªa. Es una excelente prestaci¨®n y una noticia muy buena para el baloncesto espa?ol.
P. ?Qu¨¦ sinti¨® cuando se gan¨® a Bahamas en la final del preol¨ªmpico y se logr¨® el pase?
R. Tras un ¨¦xito, hay euforia o alivio. Esta sensaci¨®n de ahora ha sido m¨¢s de alivio, sin ninguna duda. Desde hace muchos meses iba madurando lo importante que era todo esto. He de reconocerlo, tambi¨¦n me entraba la imagen de lo negativo que pod¨ªa ser no clasificarse, a pesar de que deportivamente pod¨ªa perfectamente producirse. Finalmente, el equipo confirm¨® sus cualidades y que con ellas puede minimizar sus debilidades y potenciar sus fortalezas.
P. De luchar por el oro ol¨ªmpico, Espa?a ha pasado a luchar por estar en los Juegos. ?Es esta la nueva realidad de la que habla?
R. No hay nadie que tenga un m¨ªnimo de conocimiento del tema que no lo vea. No hace falta que yo me ponga a hacerlo ver. La realidad es distinta, los objetivos son distintos, el plazo sobre el que proyectamos la b¨²squeda de la excelencia es distinto, y el propio concepto de excelencia es distinto: antes era cazar una medalla y ahora es dar la mejor versi¨®n de nosotros mismos, intentando proceder en el recambio generacional manteniendo la m¨¢xima competitividad posible en el presente.
P. ?Ese plazo es 2028?
R. S¨ª. Con suerte y con acierto, ah¨ª podremos tener un equipo totalmente renovado respecto al pasado, aunque ya ha cambiado mucho, y con una edad media muy interesante para poder abrir un ciclo. El acercamiento tendr¨¢ sus curvas y depender¨¢ de c¨®mo evolucionen los jugadores en todos los sentidos. Esto no es algo matem¨¢tico. Veremos cu¨¢nto protagonismo conseguir¨¢n ganarse los jugadores en sus clubes.
P. Ha alertado usted sobre la creciente falta de protagonismo del jugador espa?ol...
R. Entiendo que los clubes que tienen que conseguir resultados y que no pueden consentirse inversiones a medio plazo tengan que tomar decisiones en funci¨®n del presente. Eso obliga a nuestros jugadores a acelerar. Para poder jugar, tienen que ser mejores, competir al mismo nivel que jugadores extranjeros con m¨¢s a?os que ellos y con mucha procedencia diferente. Ese es el reto y no es f¨¢cil. Yo solo puedo decirles a mis jugadores que, como todos los desaf¨ªos, si uno los ataca y lo da todo, tienen m¨¢s probabilidades de ¨¦xito. A veces es un tema de conformismo. Los jugadores se conforman, puede que de manera inconsciente, aceptan una posici¨®n privilegiada de estar en plantillas de alto nivel, bien pagados, en equipos bien organizados, y eso tiene el riesgo de suavizar su instinto competitivo. Han de luchar por no conformarse, por poner en cuesti¨®n las jerarqu¨ªas, rebelarse contra las l¨ªneas marcadas. A veces las tienen aceptadas pasivamente, eso lo detecto y es lo que m¨¢s me cabrea, que se conformen y no se rebelen y luchen, porque eso s¨ª est¨¢ en sus manos.
P. ?Cree que es algo generacional, que hoy hay m¨¢s conformismo en los j¨®venes?
R. Es cierto que la competencia ha subido de forma exponencial, cada vez en m¨¢s sitios se juega al baloncesto, la alimentaci¨®n es mejor, el reclutamiento de jugadores se ha ampliado, por ejemplo en ?frica... El ¨¢mbito de competencia es enorme. Y cuando hay unas buenas condiciones de vida, de c¨®moda permanencia en un estatus, cuesta salir de la zona de confort, sacar de dentro la ambici¨®n. Eso, desafiarse, no conformarse, es lo que hace mejorar a un jugador. Es una pena que uno sin darse cuenta pierda temporadas y a?os que ya no vuelven.
? RECORD ALERT ?@rudy5fernandez se convertir¨¢ en @Paris2024 en el PRIMER JUGADOR masculino de la HISTORIA en disputar 6? Juegos Ol¨ªmpicos ?
— Baloncesto Espa?a (@BaloncestoESP) July 7, 2024
Orgullosos de nuestro CAPIT?N ?#LaFamilia #SomosEquipo pic.twitter.com/e0AqBXTUsj
P. Rudy Fern¨¢ndez disputar¨¢ a los 39 a?os sus sextos Juegos Ol¨ªmpicos, m¨¢s que nadie en la historia del baloncesto. ?Es el ejemplo contrario a ese conformismo?
R. S¨ª, y ese es su legado, no conformarse, competir. Que era 10 kilos m¨¢s ligero que el rival, le daba igual. Que era 10 cent¨ªmetros m¨¢s bajo, le daba igual. Que hab¨ªa fallado tres tiros seguidos antes, le daba igual. Su ¨¢nimo competitivo no entiende de excusas. Si quieres justificaciones, siempre las encuentras. Y ¨¦l, como cualquier persona, las pod¨ªa encontrar, pero a la hora de competir, no hab¨ªa amigos, compa?eros ni entrenadores. Era, y es, ¨¦l con su orgullo competitivo. Han cambiado sus condiciones f¨ªsicas, pero eso no lo ha perdido. Su identidad no conformista se ha quedado intacta. Por eso es un gran ejemplo. ?Por qu¨¦ es el ¨²nico del mundo en seis Juegos Ol¨ªmpicos? Tiene talento, s¨ª, pero como otros jugadores. Instinto de juego, s¨ª, mucho, pero como otros. Sumar eso a su rebeld¨ªa, a que no acepta perder sin dejarse la piel, los m¨²sculos, los huesos en la cancha, eso no es f¨¢cil comunicarlo con palabras. Solo queda presenciarlo y aprenderlo.
P. ?Un jugador que no est¨¢ pendiente de los highlights?
R. Este es un mundo y una sociedad en los que los highlights, los likes, las reproducciones en las redes sociales, condicionan mucho la vida de los j¨®venes. Lo veo en mis hijos y lucho contra ello. Es una batalla constante y permanente que el deporte ayuda a ganar, porque te ense?a a centrarte en tu prestaci¨®n y no en lo que opinan los dem¨¢s. Ense?a a prepararte, competir. Cuenta lo que cuenta de verdad, no lo que la sociedad te quiere hacer ver.
P. ?Qu¨¦ ha descubierto en la pr¨¢ctica del golf?
R. Es el ¨²nico deporte que podr¨¢ acompa?arme siempre. El otro d¨ªa vi un se?or mayor tomando clases en el campo donde voy. ?Ten¨ªa 96 a?os! ?Qu¨¦ otro deporte te da la posibilidad de seguir a esa edad desafi¨¢ndote a ti mismo y queriendo mejorar? Eso te da mucho. Luego el cuidado del gesto t¨¦cnico, tan detallado, no lo hab¨ªa tenido nunca. Y la capacidad de concentraci¨®n, de aislarte de cualquier cosa¡
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.