Hola y adi¨®s de Laura Fuertes, derrotada a los puntos

Es el boxeo. Par¨ªs lo ha ubicado en un barrio entre Villepinte, cit¨¦ de la banlieu y el aeropuerto Charles de Gaulle y hace honor a sus ra¨ªces el ambiente en la sala, inmensa, abarrotada, y solo falta la niebla que se muerde de centenares de habanos para convertirse en decorado de pel¨ªcula negra, porque hasta el ¨¢rbitro imp¨¢vido y excesivamente obeso, camisa blanca de manga corta, guantes negros, llena el cuadril¨¢tero en un combate de colosos de 92 kilos en los que hay cejas rotas, sangre y ferocidad. No hay alcohol ni apuestas ni tongo ni j¨®venes en minifalda mostrando el n¨²mero de cada asalto en las pausas, pero un vocer¨ªo sobreexcitado, exigente e inconformista, de los que no perdonan, subraya cada golpe. En el deporte del pueblo la adrenalina no es monopolio de los p¨²giles. El deporte del macho, tambi¨¦n, como da a entender el silencio s¨²bito, casi de monasterio, que arropa al cuadril¨¢tero tan bien iluminado cuando en el ring se mueven sombras femeninas de 50 kilos. ¡°Se acarician, no se golpean¡±, alardea uno en las primeras filas, que no aprecia el r¨¢pido movimiento de brazos, la agilidad en la esquiva, el fino estilismo de las p¨²giles. Mientras, en el gallinero una voz de mujer inequ¨ªvocamente italiana, m¨¢s concretamente, romana, crea un sonido ambiente de pel¨ªcula neorrealista cuando anima a Giordana Sorrentino, su favorita, que, desgraciadamente pese a su bravura acaba destrozada por los pu?os ligeros de la kazaka Nazym Kyzaibay.

Tambi¨¦n a Laura Fuertes le animan los solitarios, casi desesperados, chillidos de una mujer, pero su efecto, y la rabia que la mueve, no son suficientes para poder con la rocosa mexicana F¨¢tima Herrera, de 22 a?os, un torbellino, su primera rival en su traves¨ªa ol¨ªmpica. La diferencia de altura (seis cent¨ªmetros m¨¢s alta la espa?ola, m¨¢s espigada, m¨¢s brazo) no es un obst¨¢culo para la mexicana de San Luis Potos¨ª. Su primera derrota. Es un hola y adi¨®s para la primera boxeadora espa?ola en unos Juegos Ol¨ªmpicos. ¡°Me voy decepcionada¡±, dice la asturiana, de 25 a?os, la cabeza bajo una toalla, las manos y los antebrazos vendados con seguridad y rotulados con colores, Par¨ªs 24, derrotada por 3-2 (voto igualado entre los cinco jueces) ¡­ ¡°He intentado demostrar todo el trabajo de estos a?os. Creo que he merecido m¨¢s. El ¨²ltimo asalto he conectado m¨¢s que ella. Esto, de todas maneras, ha sido un paso muy importante para el deporte de mi pa¨ªs. Hay que seguir trabajando¡±.

¡°Unas veces se gana y otras se pierde¡±, dice, puro S¨¦neca de Cerro Muriano Rafa Lozano, Balita, doble medallista ol¨ªmpico y t¨¦cnico clave en el renacimiento del boxeo amateur espa?ol. ¡°Laura ha comenzado un poco dormida, pero ha hecho un buen papel. El resultado podr¨ªa haber sido perfectamente el contrario. Laura tomaba bien la iniciativa en las combinaciones, pero se aprovechaba la mexicana y era la que remataba. Eso ha convencido a los jueces¡±.

Tambi¨¦n cay¨® a la primera, el s¨¢bado, Oier Ibarreche, vizca¨ªno de Barakaldo, en la categor¨ªa de 63,5 kilos. Fue una derrota m¨¢s clara, por 5-0, ante Bazarbay Uulu Mukhammedsabyr, que demostr¨® con eficiencia, t¨¦cnica y pegada por qu¨¦ su pa¨ªs, Kazajist¨¢n, ha sustituido a Cuba como gran referente mundial del boxeo ol¨ªmpico.

La esperanzas box¨ªsticas espa?olas recaen mayoritariamente en un p¨²gil nacido justamente en Cuba, en La Habana, Emmanuel Reyes Pla, dicho El Profeta, quien se clasific¨® para cuartos en la categor¨ªa de 92 kilos tras derrotar a los puntos al chino Xuezhen. Llega as¨ª a la fase en la que se qued¨® en Tokio, adonde lleg¨® con las mismas aspiraciones al oro que en Par¨ªs. Subcampe¨®n continental y bronce mundial, El Profeta, de 31 a?os, es espa?ol desde hace cinco a?os. Se estableci¨® con un familiar en A Coru?a cuando lleg¨® a Espa?a harto de Cuba, donde, pese a su calidad, se sent¨ªa marginado en los procesos del pa¨ªs caribe?o, donde buscaban favorecer, lamentaba, a un sobrino del gigante de Guant¨¢namo F¨¦lix Sav¨®n, triple campe¨®n ol¨ªmpico de los pesos pesados y, junto a Te¨®filo Stevenson, el gran mito del boxeo de la isla.

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