Attaoui, Llopis: la confirmaci¨®n en Par¨ªs de dos grandes talentos

Emmanuel Wanyonyi es un hombre de pocas palabras y voz muy baja, al menos en ingl¨¦s, y, cuando se le pregunta por su vida, dice que es una historia muy larga y muy r¨¢pida y la resume en cuatro frases: quinto de 12 hermanos, sin padre conocido, familia muy pobre en un pueblo de la Kenia remota; abandono escolar a los 10 a?os, street boy (ni?o de la calle), regreso a la escuela donde demuestra talento corriendo, entrenador italiano (Claudio Berardelli) que le acoge en Kapsabet; campe¨®n del mundo j¨²nior a los 16 a?os, campe¨®n ol¨ªmpico de 800m a los 20 reci¨¦n cumplidos. Se cay¨® en las semifinales de los trials kenianos y fue recalificado para la final, en la que, para no volver a tropezar decidi¨® ser un front runner como el ¨ªdolo David Rudisha. Corriendo en cabeza todo el tiempo, gano y logr¨®, en los 1.800m de altitud de Nairobi, una marca de 1m 41,70s. Dijo, qu¨¦ bien, est¨¦ ser¨¢ mi estilo en Par¨ªs, y as¨ª evitar¨¦ lo que me pas¨® en el Mundial de Budapest, donde el grandote de Marco Arop se me puso delante y fue imposible adelantarlo. En la final de Par¨ªs, Marco Arop siempre fue detr¨¢s, y detr¨¢s lleg¨®, a una cent¨¦sima, como tambi¨¦n fue detr¨¢s, en un grupo que apretaba, Moha Attaoui, de 22 a?os, que, terminando quinto, se confirm¨® como la gran promesa del atletismo espa?ol.

¡°El espa?ol es un atleta muy duro. Tiene talento. ?l, como los dem¨¢s, me ayudaron a correr muy r¨¢pido los ¨²ltimos 300 metros en la final¡±, dice el campe¨®n keniano en una entrevista en el hospitality de Adidas, su marca. Kenia hab¨ªa ganado los 800m desde Londres 2012, es la prueba de su orgullo, y a Wanyonyi, cuando parti¨® hacia Par¨ªs, todos, incluido Rudisha, le dijeron: no puedes fallar. Wanyonyi se impuso en la final m¨¢s r¨¢pida de la historia con un tiempo de 1m 41,19s, la tercera mejor marca mundial de la historia, a solo 28 cent¨¦simas del r¨¦cord mundial de Rudisha. ¡°Creo que el r¨¦cord mundial es posible para m¨ª. Puedo batirlo, quiz¨¢s en el futuro. Ahora no. No estoy preparado por ahora, pero llegar¨¢¡±.

Mucho menos presionado por la patria y por la necesidad econ¨®mica, a las que tan bien supo responder Wanyonyi, y en su tercer 800m en cuatro d¨ªas, Attaoui corri¨® por segunda vez en cuatro semanas por debajo de 1m 42,50s: 1m 42,08s, a cuatro cent¨¦simas de su r¨¦cord de Espa?a, una marca que le sit¨²a el und¨¦cimo de la historia, con la cr¨¨me de la cr¨¨me los que han transformado el 800m en la distancia de moda en el atletismo mundial. Disputar¨¢ con ellos algunas de las Diamond League que quedan (cinco, a partir del 22 de agosto en Lausana hasta la final en Bruselas, 13 y 14 de septiembre), y en alguna puede que hasta se bata el r¨¦cord del mundo. Un mediofondista espa?ol en ese nivel no se ve¨ªa desde los tiempos de Gonz¨¢lez, Abascal o Cacho. En ellas, como en la pista lavanda del Stade de France ext¨¢tico, estar¨¢ Wanyonyi, con todos los focos.

Esa es una prueba de su talento, del lugar de privilegio que ocupa el chaval de Torrelavega, que se entrena en Saint Moritz con el grupo de OAC, elite internacional, a las ¨®rdenes del alem¨¢n de Leipzig Thomas Dreissigacker.

M¨¢s all¨¢ de las cuatro medalla que igualan el r¨¦cord de Barcelona 92 m¨¢gica, en Par¨ªs la soriana Marta P¨¦rez, de 31 a?os, alcanz¨® el premio a su trabajo (un r¨¦cord de Espa?a de 1.500m de nivel homologable a la ¨¦lite mundial, 3m 57,75s), la segoviana ?gueda Marqu¨¦s, de 25, en la misma distancia lleg¨® a disputar una final imposible, y el atletismo espa?ol confirm¨® la solidez y el brillo legendarios de su marcha, Mar¨ªa P¨¦rez y ?lvaro Mart¨ªn, el nivel de estrella mundial de Jordan D¨ªaz en el Olimpo, y el brillante porvenir de Attaoui, uno que puede hablar de t¨² a t¨² a los mejores, y tambi¨¦n de Enrique Llopis, de 24 a?os, que en su progresi¨®n magn¨ªfica guiada en Gand¨ªa por su forjador, Toni Puig, qued¨® cuarto en la final de los 110m vallas, y se fue descontento. Pod¨ªa haber conseguido una medalla magn¨ªfica, de no haber sido por una mala salida. Un paso m¨¢s en un aprendizaje que, como el de Attaoui o el de Marqu¨¦s, quiz¨¢s alcance su esplendor en Los ?ngeles 28, dentro de nada, y lo celebrar¨¢n en la playa.

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