Los chicos no le pasaban el bal¨®n. El profe le dec¨ªa que perd¨ªa el tiempo. La campeona que pudo con todo
Con solo cinco a?os anidaron en Marta Xargay dos pasiones que la definir¨ªan para siempre: el baloncesto y la moda. Ahora, reci¨¦n alejada profesionalmente del b¨¢squet, aplica lo aprendido en la cancha en su otra faceta
En el recreo, de la barah¨²nda de ni?os jugando all¨ª, el arenero se desbordaba y se formaban dunas por el pavimento del patio. La felicidad de una ni?a de cinco a?itos, como ella misma recuerda, comenzaba retirando la arena. (¡°?A qu¨¦ ni?a conoces que le guste barrer?¡±, cuenta riendo). Porque, con la pista despejada, ven¨ªa lo que aquella muchacha m¨¢s deseaba: tirar a canasta, jugar al baloncesto. Al principio los ni?os no le pasaban la pelota, m¨¢s tarde un profe le advirti¨® de que ¡°perd¨ªa el tiempo¡±, con ese juego suyo. Ella se sobrepuso a todos. Aquella ni?a era Marta Xargay (Girona, 1990): tres oros y un bronce europeos, una plata y un bronce mundiales, plata en los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo 2016; 147 partidos internacionales con la camiseta de la selecci¨®n espa?ola antes de cumplir los 30. Toda una leyenda que, durante el confinamiento, se percat¨® de que ya no sent¨ªa el baloncesto como aquella ni?a del patio y, con la misma valent¨ªa con que se desfondaba en la cancha ¨Cy con ese bagaje y esos valores¨C, decidi¨® alejarse un tiempo y volcarse en la otra pasi¨®n que atesoraba desde la infancia: la moda. ¡°Sigo siendo jugadora, el baloncesto siempre estar¨¢ ah¨ª; pero ahora tengo una sobrina y otro m¨¢s en camino, y prefiero estar cerca de los m¨ªos y apostar profesionalmente por mi marca y por mi tienda¡±.
Cinco a?itos¡ La Marta Xargay de hoy todav¨ªa se reconoce en aquella renacuaja tozuda y con las cosas claras. Cada ma?ana, cuenta, ten¨ªa ¡°pitotes¡± con su madre; ella quer¨ªa elegir qu¨¦ ponerse para ir al cole. Un d¨ªa opt¨® por un vestido fino y sin mangas, era pleno invierno, y no hubo forma de convencerla de la idoneidad de elegir otro atuendo m¨¢s abrigado. Se constip¨®, y su madre tuvo que hallar una soluci¨®n para eliminar de la ecuaci¨®n la pelea estil¨ªstica diaria con una hija con la que, por otra parte, se divert¨ªa ya entonces personalizando juntas zapatillas de loneta, estampando camisetas o haciendo manualidades con las que ambas renovaban su armario. El uniforme no era obligatorio en su escuela hasta cumplidos los seis a?os, pero Marta comenz¨® a llevarlo tras ese incidente, uno antes de lo debido. ¡°Creo que siempre he entendido la moda como un veh¨ªculo de expresi¨®n, como una forma de comunicarme e incluso de mostrar mi estado de ¨¢nimo; y, de alguna forma, me visto como juego: con sobriedad y un puntito distintivo y reconocible¡±, afirma Xargay.
Cinco ten¨ªa tambi¨¦n cuando sucedi¨® el otro peque?o milagro, trascendental para la baloncestista en que iba a convertirse Marta, la mejor escolta del Eurobasket de 2019, campeonato en que Espa?a se llev¨® el oro ante Francia, con 28 puntos suyos en la final. El equipo de su colegio era mixto, pero los ni?os no ten¨ªan por costumbre pasarles la bola a sus compa?eras, durante los partidos. Hasta un enfrentamiento con el rival predilecto de la Escola Vedruna de Girona en la que estudiaba Marta, el colegio Doctor Masmitj¨¢. Ese d¨ªa, recuerda, le dieron el bal¨®n, se divirti¨® y cambi¨® el curso de su vida.
Luego, casi en tropel, su talento lo fue acelerando todo. Un entrenador la llev¨® a ver al UB Barcelona al pabell¨®n y Marta Xargay, desde la grada, se fij¨® en Laia Palau, inspiraci¨®n primero y compa?era de fatigas, a?os despu¨¦s. De adolescente, con su equipo de Girona y como asidua a las categor¨ªas inferiores de la selecci¨®n espa?ola, ya compet¨ªa por toda Europa. Recuerda de entonces la admiraci¨®n que sent¨ªa por jugadoras como Becky Hammon (hoy entrenadora asistente de los San Antonio Spurs) o Lisa Leslie, la primera mujer en realizar un mate en un partido de la WNBA; pidi¨® como regalo sus camisetas y se las trajeron desde EE UU. Con 18 lleg¨® para Marta el gran salto: fichaje por el Perfumer¨ªas Avenida de Salamanca, equipo puntero, y con la responsabilidad sobre sus hombros de ser considerada una de las mejores jugadoras de su edad del continente (MVP del mundial sub-19). Pero ni alberg¨® miedo ni ese v¨¦rtigo consigui¨® apartarla del todo de su otra faceta: ¡°Viv¨ªa en la calle Toro, la arteria comercial de Salamanca, y cada d¨ªa sub¨ªa a entrenar caminando despacio, fij¨¢ndome en los escaparates. En los aeropuertos, para los viajes, en todos los equipos en los que he jugado, aprovechaba para comprarme revistas y hojearlas, con ¨¢nimo de aprender. A mi madre le encantaba coser. Trabajaba en banca, pero tras la crisis tuvo que cambiar de rumbo. Y ah¨ª nos decidimos a dar el paso de montar nuestra marca Unaunica¡±. Hoy, seis a?os despu¨¦s de esa primera piedra de toque, regentan juntas una tienda en el centro de Girona en la que dan cabida e impulso a creadores emergentes de moda sostenible y made in Spain.
¡°Hagas lo que hagas, da lo mejor de ti¡±
No fue f¨¢cil. Cuenta Marta que sin la comprensi¨®n y el apoyo de su familia le habr¨ªan resultado inalcanzables sus logros. Primero, porque de ni?a compaginaba entrenamientos cinco d¨ªas por semana con clases de m¨²sica y ballet y partidos los s¨¢bados y domingos, malabares que eran plausibles solo por su coraje y con la intervenci¨®n de ambos progenitores y de su abuela. A medida que fue creciendo se fue haciendo insostenible y tuvo que elegir y, Marta, de nuevo, lo tuvo claro: baloncesto. ¡°Hagas lo que hagas, esfu¨¦rzate, aprende, da lo mejor de ti misma¡±, recuerda que la conmin¨® entonces su madre.
Su participaci¨®n en un campeonato de Espa?a del que saldr¨ªa ganadora coincidi¨® con unos ex¨¢menes y, en vez de cambi¨¢rselos u ofrecerle alternativa, en el colegio la mandaron a septiembre. Su madre trat¨® de mediar: ¡°?Es que acaso est¨¢ haciendo algo malo?¡± Marta recuerda la respuesta de un profesor a su madre: ¡°Es una p¨¦rdida de tiempo, no va a llegar a nada¡±. ¡°Si hubiera sido un chico¡ en mi ¨¦poca apenas ten¨ªamos referentes femeninos¡±, explica Marta, que defiende que el aumento de visibilidad que han tenido en la televisi¨®n y los medios escritos las jugadoras de su generaci¨®n, merced a sus enormes m¨¦ritos deportivos, probablemente facilite un tanto que las familias de hoy sean m¨¢s capaces de arropar a esas hijas que quieran practicar deporte. ¡°A mitad de temporada hab¨ªa veces que perd¨ªamos de pronto a media plantilla¡±, asevera Marta, y el estudio llevado a cabo por la exinternacional y psic¨®loga deportiva Mar Rovira, auspiciado por Endesa y con la colaboraci¨®n del Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Federaci¨®n Espa?ola de Baloncesto (FEB) lo corrobora: a pesar de ser el baloncesto el deporte m¨¢s practicado por mujeres, con m¨¢s de 130.000 fichas en 2019, cuatro de cada cinco adolescentes abandonan prematuramente.
¡°Con los deportistas sucede como en las redes sociales, que suele verse solo la cara A, la feliz¡±Marta Xargay
La presi¨®n y unos valores que permanecen fuera de la pista
Marta Xargay sabe como pocas lo que es lidiar con la presi¨®n, la ansiedad que genera. En la cancha, porque cuando depositan confianza en ti y tu rendimiento no siempre satisface esa expectativa impuesta, ajena, afecta mucho, seg¨²n explica; y, fuera, porque la soledad de la competici¨®n y los viajes puede terminar por hacer mella y alterar el genuino disfrute que uno siente hacia lo que hace. Marta tuvo que pasar por todo esto en Rep¨²blica Checa y Rusia, dos de sus ¨²ltimos destinos como jugadora. ¡°Con los deportistas sucede un poco como en las redes sociales, que suele verse solo la cara A, la que se elige mostrar, la feliz; al fin y al cabo, ?qui¨¦n va a subir una foto de s¨ª mismo en un d¨ªa triste?¡±. Sin embargo, el baloncesto ¨Cy esa humildad y esfuerzo en que la educaron sus padres¨C han sido su escuela para saber siempre levantarse despu¨¦s de cualquier traspi¨¦s. Para ser valiente cada d¨ªa. Unos valores que considera que servir¨ªan a cualquier jugadora en todos los ¨¢mbitos de su vida, y no solo en caso de aspirar a la profesionalidad. ¡°Les dir¨ªa a esas adolescentes que todos los hobbies suman, que se puede esforzar una por hacer cuanto ama, y que el camino merece la pena. Hay d¨ªas en que no entra nadie en la tienda y se me cae el alma a los pies, y lo que me ha ense?ado el baloncesto me ayuda. Porque, igual que cuando a veces jugaba mal, pienso: ma?ana hay otro partido¡±.
Nueve cuentas para inspirarte sobre moda, salud o deporte que recomienda Marta Xargay
#LoInteligenteEsSeguir
Descubre gracias al proyecto Basket Girlz de Endesa las historias de todas estas deportistas, cient¨ªficas o l¨ªderes culturales y empresariales que tienen algo en com¨²n: se forjaron en una cancha de baloncesto. De este deporte adquirieron valores que les han servido para el resto de retos de la vida. www.proyectobasketgirlz.com