¡°Adem¨¢s de juez, tengo que ser un poco actriz¡±. Por qu¨¦ hay tan pocas ¨¢rbitras en deportes masculinos
Solo cuatro ¨¢rbitras en la historia del baloncesto espa?ol han pitado en la m¨¢xima categor¨ªa masculina. Actualmente, las federaciones potencian el talento de las colegiadas para revertir la desigualdad. Las protagonistas recuerdan c¨®mo sacaron de la cancha el aplomo necesario para afrontar la vida y sus obst¨¢culos
La pionera fue un 10 de octubre de 1992 Pilar Landeira (Madrid, 1959). Despu¨¦s, durante casi treinta a?os, solo otras tres mujeres han logrado lo que ella: saltar con un silbato a una pista de baloncesto ACB, arbitrar partidos donde cinco tipos de hasta dos metros veinte se enfrentan a otros cinco, con el coraz¨®n desbocado a 120 pulsaciones por minuto, concentrados en lograr una canasta, una victoria. En esa olla a presi¨®n, las cuatro ¨¢rbitras refieren que lo m¨¢s importante fue aprender a demostrar seguridad y cercan¨ªa, dominar el lenguaje corporal, saber ser a la vez que jueces ¡°un poco actrices¡±. ¡°Un ¨¢rbitro debe asumir que solo aparecer¨¢ en los focos si es para ser se?alado; y en el caso de ser mujer la discriminaci¨®n suele ser doble. Si no sabes gestionar las emociones de jugadores, entrenadores y p¨²blico, si no tienes aplomo, si no sabes sobreponerte a una mala cr¨®nica en prensa, te has equivocado de profesi¨®n¡±, dice Anna Card¨²s (Barcelona, 1970), la segunda en alcanzar la ACB tras Landeira. En la actualidad la competici¨®n tiene dos ¨¢rbitras en activo: Esperanza Mendoza (C¨¢ceres, 1983) y Yasmina Alcaraz (Castell¨®n de Ampurias, 1989). Dos de 38 totales.
Son pocas las mujeres que optan por seguir el camino del arbitraje, bien sea para pitar baloncesto masculino o femenino, una tendencia que sin embargo va revirti¨¦ndose poco a poco gracias al trabajo de las federaciones. El pelda?o competitivo inmediatamente inferior a la ACB son la Liga Femenina Endesa y la LEB Oro, sucesivamente, primera divisi¨®n femenina y segunda masculina, y ah¨ª, seg¨²n datos de Pedro Roc¨ªo, coordinador arbitral de la Federaci¨®n Espa?ola de Baloncesto (FEB), hay ya 10 colegiadas, que suponen alrededor del 10% del total. Y otras 16 ¨¢rbitras m¨¢s para las competiciones del siguiente escal¨®n: la LEB Plata, Liga Femenina 2 y la Liga Espa?ola de Baloncesto Aficionado (EBA). Aunque las cifras a¨²n disten de la paridad, en varias ocasiones ¨Cen partidos de m¨¢xima importancia, fases de ascenso incluidas¨Cla FEB ha apostado por que dos y hasta tres mujeres integren el tr¨ªo arbitral al cargo de los partidos, en aras de visibilizar su labor e inspirar a otras.
¡°Viene talento¡±, avisa Landeira, hoy presidenta del comit¨¦ de ¨¢rbitros de la federaci¨®n catalana, que a?ade que ahora, adem¨¢s, existen programas espec¨ªficos de la FEB para detectar y formar a esas mujeres con potencial, para que prosperen y no se queden por el camino. ¡°Esto tambi¨¦n es educaci¨®n en g¨¦nero¡±, espeta Landeira, propulsora, por ejemplo, de una norma que no por obvia dej¨® de resultar revolucionaria: que las colegiadas, al regreso de una baja por maternidad, no perdieran la categor¨ªa por el tiempo ausentes de los parqu¨¦s, algo que hasta hace poco m¨¢s de un lustro suced¨ªa. ¡°Nosotras hemos abierto puertas para que vengan otras y no les cueste tanto demostrar su val¨ªa¡±, se?ala Card¨²s. ¡°Cada vez que alg¨²n energ¨²meno desde la grada me mandaba a fregar yo pensaba en responderle: ¡®Tengo lavaplatos, imb¨¦cil¡±, r¨ªe Landeira. Hoy, cualquiera de esos comportamientos machistas en un estadio ser¨ªa denunciable, estar¨ªa castigado. 30 a?os en los que s¨ª se observa evoluci¨®n, una senda que pasito a pasito apunta a la igualdad.
Cuatro historias de b¨¢squet, psicolog¨ªa y ¡®teatro¡¯
Landeira, con 14 a?os, jugaba al balonmano en la Universidad Laboral de C¨¢ceres, donde estaba becada para estudiar. Un d¨ªa el centro organiz¨® una liguilla de baloncesto que no ten¨ªan quien la pitara. Ella levant¨® la mano. All¨ª mismo se apunt¨® al curso de arbitraje y lo aprob¨® y, de vuelta en Madrid, continu¨®. Era 1974 y entonces se dec¨ªa que una mujer no podr¨ªa hacer lo que ella finalmente consigui¨® porque eran ¡°inferiores f¨ªsica y emocionalmente, menos capaces ante la adversidad¡±, cuenta.
A pesar de esas opiniones, Landeira fue recibiendo informes favorables desde el principio, primero en ligas menores y luego en las nacionales. ¡°Recuerdo una vez, pitando al San Viator [un colegio madrile?o], que un ni?o corri¨® hacia su padre: ¡®Pap¨¢, pap¨¢, nos ha pitado una chica y lo ha hecho bastante bien¡±. Escal¨®, hasta que el 10 de octubre de 1992 le dieron la alternativa en ACB, en un encuentro entre el Zaragoza y el Ourense. ¡®Una mujer entre gigantes¡¯, titul¨® la cr¨®nica de EL PA?S cuando disput¨® su segundo partido, art¨ªculo que reparaba tambi¨¦n en que la FIBA hab¨ªa tenido que suprimir una norma que obligaba a que los colegiados compartieran habitaci¨®n de hotel en el lugar donde se desplazaban. ¡°Me preguntaron sobre qu¨¦ hacer con los vestuarios. Yo dije: ?Por favor, no hay problema! Primero uno y luego otro¡±, cuenta Landeira. Pit¨® durante 12 a?os, fue ol¨ªmpica (su sue?o confeso desde que tuvo licencia internacional) en 2000, y su ejemplar carrera ha sido un espejo en el que mirarse para cualquiera en la profesi¨®n. ¡°Lo que m¨¢s me enorgullece echando la vista atr¨¢s es que estrellas de la talla de Alberto Herreros todav¨ªa se acercan a m¨ª y me dicen: ¡®Nos acordamos de ti sobre todo por la honestidad de tus arbitrajes¡±.
Las dos ¨²ltimas temporadas de Landeira ¨Cse retir¨® en 2004 en un Lleida-Manresa¨C fueron las primeras en ACB de Anna Card¨²s. Ella agarr¨® el silbato porque estudiaba y trabajaba, y arbitrar era la ¨²nica forma de seguir vinculada al baloncesto, toda vez que la disciplina de los entrenamientos entre semana le resultaba una quimera. Card¨²s, que ha dirigido durante 15 temporadas partidos en la ¨¦lite, m¨¢s que ninguna otra, s¨ª iba haci¨¦ndose consciente de cada barrera que derribaba y que quedar¨ªa para los anales: cinco a?os en la Euroliga, teniendo el honor de pitar el partido inaugural, ser la colegiada principal del primer partido de un campeonato europeo dirigido por tres mujeres¡ ¡°A nosotras ascender a la m¨¢xima categor¨ªa nos cost¨® 20 a?os, dos d¨¦cadas de momentos arduos. Las cuatro compa?eras que dieron el paso conmigo de sacarse la licencia para arbitrar aguantaron un partido y lo dejaron, y eso que todav¨ªa est¨¢bamos en ligas universitarias: telecos contra inform¨¢ticos¡¡±.
Para perseguir un logro de ese tama?o hay que trabajar duro, confiesa Card¨²s, y no solo en los aspectos m¨¢s obvios: conocerse al dedillo el reglamento y sus modificaciones, detalles t¨¦cnicos o forma f¨ªsica. Otorga un peso trascendental a la faceta psicol¨®gica: ¡°En medio de 15.000 o 20.000 personas has de ser un actor; si acompa?as una decisi¨®n pol¨¦mica de una gesticulaci¨®n tajante o soberbia la controversia ser¨¢ mayor, debes saber ser elegante, comunicativa, cari?osa¡ tus manos, tu adem¨¢n, dicen mucho. Y para mejorar en esto debes adquirir experiencia, revisar tus propios partidos despu¨¦s y ver c¨®mo trabajan ¨¢rbitros de tu deporte y de otros, y de cualquier parte del mundo¡±, explica Card¨²s.
Esperanza Mendoza (C¨¢ceres, 1983) y Yasmina Alcaraz (Castell¨®n de Ampurias, 1989) siguen a rajatabla ese consejo. Mendoza arrib¨® a la ACB en 2017 y Alcaraz la temporada pasada, marcada por el par¨®n de la pandemia. Ambas trabajan con profesionales de la psicolog¨ªa deportiva, adem¨¢s de repasar partidos ¡°a c¨¢mara r¨¢pida, lenta, una y un mill¨®n de veces¡±, como confiesa entre risas Alcaraz. Ellas, gracias a sus predecesoras, pudieron tener referentes en los que inspirarse. Mendoza recuerda un d¨ªa de 2006 o 2007 en que ve¨ªa como una aficionada m¨¢s al C¨¢ceres en LEB Oro y, ese partido, lo arbitraba una mujer, Susana G¨®mez, a la que baj¨® a saludar ¡°como una grupi¡±. A?os despu¨¦s, ella misma recibi¨® un mensaje de una chica cuya hermana estaba de cumplea?os. Quer¨ªa ser ¨¢rbitra gracias a ella, y Mendoza correspondi¨® envi¨¢ndole una sudadera, emocionada. Para Alcaraz el gusanillo del arbitraje surgi¨® de m¨¢s cerca, en su propia casa. Toda la familia hab¨ªa practicado mucho deporte y su padre ejerce a¨²n como ¨¢rbitro. Su hermana mayor se sac¨® la licencia (¡°Me pit¨® un partido de peque?as, ?me elimin¨® por cinco faltas!¡±) y, Yasmina, tan pronto cumpli¨® los 14 a?os, edad m¨ªnima reglamentaria, tambi¨¦n quiso. Con 18 se le hizo imposible seguir compaginando danza, baloncesto, estudios y todo lo que se tra¨ªa entre manos ¨Cestuvo cerca de llegar a ser jugadora¨C, y decidi¨® centrarse, y la v¨ªa escogida fue la del silbato. ¡°La ACB le coloc¨® un micr¨®fono al ¨¢rbitro del ¨²ltimo cl¨¢sico Madrid-Bar?a, creo que es fascinante prestar atenci¨®n a cuestiones como su tono de voz, para todos los que nos dedicamos a esto y queremos aprender y progresar, pero tambi¨¦n para que el aficionado se ponga en nuestra piel¡±, cuenta Alcaraz.
Elena Jim¨¦nez, colgar el silbato para contar baloncesto
Elena Jim¨¦nez, periodista de TVE desde 1990, fue ¨¢rbitra mucho antes que plumilla, coincidi¨® de hecho con Pilar Landeira. ¡°Empec¨¦ en los colegios; con la licencia federativa pod¨ªa entrar gratis a los partidos de la ACB, entonces. Me encantaba, me sab¨ªa hacer respetar, con mi metro sesenta¡±, rememora Jim¨¦nez, que ha pitado a los hermanos Reyes o un All-Star con Amaya Valdemoro. Ama el baloncesto y, justo por esa causa, cuando aprueba la oposici¨®n para TVE y observa que como ¨¢rbitra apenas le dan un par de partidos al mes, insuficientes para vivir de ello, decide dar un giro: contar el baloncesto para toda Espa?a.
En 1998 lleg¨® a la secci¨®n de Deportes del Telediario y desde 1999 acompa?a a las selecciones masculina y femenina de b¨¢squet. Ha sido testigo de la ¨¦poca dorada, ha sido la voz que lo trajo a nuestras casas e hizo que los espa?oles sintieran que conoc¨ªan a aquellos jugadores como a un amigo o un pariente. ¡°Estaba con el padre de Pau en el hospital cuando se lesion¨® antes de la final que supuso nuestro primer mundial en Jap¨®n 2006; estuve a la una de la madrugada en Lituania contando c¨®mo los fisioterapeutas recuperaban a Navarro y Rudy, fatigad¨ªsimos en su habitaci¨®n; he estado en los autobuses durante las celebraciones¡ La FEB fue pionera permiti¨¦ndonos mostrar el lado humano¡±, dice Jim¨¦nez, que jam¨¢s ha cejado en su empe?o de encontrar historias que merecen visibilidad: ¡°Tres de los cuatro entrenadores de la Final Four de la Euroliga femenina eran espa?oles, ?eso merece hueco en las noticias!¡±, ruge quien asegura que la indispensable capacidad de trabajo en equipo que requiere la televisi¨®n y su mentalidad tenaz se las dio el baloncesto. ¡°Nadie va a la l¨ªnea contemplando siquiera la posibilidad de fallar un tiro libre, y esa seguridad que necesito como periodista tambi¨¦n la saqu¨¦ del baloncesto¡±.
Algunos de los mejores momentos de la periodista y la ¨¢rbitra
#LoInteligenteEsSeguir
Descubre gracias al proyecto Basket Girlz de Endesa las historias de todas estas deportistas, cient¨ªficas o l¨ªderes culturales y empresariales que tienen algo en com¨²n: se forjaron en una cancha de baloncesto. De este deporte adquirieron valores que les han servido para el resto de retos de la vida. www.proyectobasketgirlz.com