Enith Sal¨®n, la portera que quer¨ªa ser como Casillas

Salto, ahora por debajo de la cuerda, estirada, de nuevo de pie, sprint lateral, otro salto y estirada. ¡°?Buena!¡±, grita con pasi¨®n Carlos S¨¢nchez, el entrenador de las porteras de la selecci¨®n; ¡°?Eso es!¡±. Y mientras las tres guardametas recobran aire, entre resuello y resuello, escuchan lo que se tem¨ªan. ¡°Otra m¨¢s¡±, suelta S¨¢nchez. Y vuelta a empezar. Pero las tres guardametas se emplean a fondo sin perder el buen humor. Se sabe que Misa es la titular, que jugar¨¢ todo el torneo salvo que Jap¨®n falle hoy de casualidad en el segundo envite ante Costa Rica. Tras ella est¨¢n Cata Coll y Enith Sal¨®n (Moncada, Valencia; 21 a?os), que, como Jess en la pel¨ªcula Quiero ser como Beckham, logra emular a su ¨ªdolo. En este caso, Iker Casillas.

Sal¨®n descubri¨® el bal¨®n en el parque que ten¨ªa cerca de casa, La Mediterr¨¢nea, compartiendo partidillos con cualquiera que se apuntara. Tambi¨¦n lo hac¨ªa en el patio del colegio con los chicos de dos clases por encima, pues nunca le import¨® eso de llevarse un pelotazo en la cara. Le encantaba la pelota. Pero por la porter¨ªa se decidi¨® justo en el momento en el que vio a Casillas levantar la Copa del Mundo en 2010. ¡°Estaba en casa con mis padres y mis dos hermanos, y me dije: ¡®Quiero ser como ¨¦l¡¯. Desde entonces, ya que no hab¨ªa chicas, fue mi referente¡±. Y se lo ha tomado al pie de la letra, portera titular del Valencia y suplente de Misa en la selecci¨®n que disputa el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, hoy rival de Zambia (9.30, La2) en el segundo encuentro de la fase de grupos tras superar a Costa Rica en el primero (3-0).

La pasi¨®n de Enith no es que hiciera mucha gracia en casa, pues sus dos hermanos, Aitor y Fran, bastante mayores que ella, tambi¨¦n jugaban y los padres deb¨ªan dividirse cada fin de semana para llevarlos a los partidos. ¡°Tardaron unos a?os en apuntarme, quiz¨¢ para ver si se me pasaban las ganas, pero al final me inscribieron en el primer equipo femenino que se hizo en Moncada¡±, recuerda Sal¨®n, feliz porque desde entonces siempre cont¨® con el apoyo de Mar¨ªa Amparo, ama de casa, y Francisco, trabajador en una f¨¢brica de productos qu¨ªmicos. Y se le dio de maravilla, al punto de que a los 11 a?os entr¨® en el Valencia, donde ha hecho carrera. ¡°Yo empec¨¦ en esto porque disfrutaba. Nunca pens¨¦ que pudiera llegar hasta aqu¨ª, es un sue?o¡±, dice. El Mundial es la guinda.

Despu¨¦s de la concentraci¨®n de Benidorm, Enith regres¨® a Moncada y justo antes de cruzar la puerta de casa recibi¨® un WhatsApp. ¡°?Vamos!¡±, le escribi¨® una compa?era. ¡°?Felicidades!¡±, se sucedieron los mensajes despu¨¦s, a chorro. Ella se abraz¨® con su familia y se puso medio a llorar de la alegr¨ªa, feliz y sorprendida por la convocatoria porque pensaba que la lista se anunciar¨ªa una hora m¨¢s tarde. Pero pronto se puso en modo selecci¨®n y Mundial, ya a las ¨®rdenes de Carlos S¨¢nchez, que tambi¨¦n tuvo a Casillas de pupilo.

¡°Es bastante exigente y nos hace mejorar. Hemos trabajado de todo un poco, quiz¨¢ al principio m¨¢s para coger sensaciones y ahora dependiendo del plan del partido. Pero ponemos m¨¢s el foco en el juego a¨¦reo, el de pies¡­ Y todos los detalles cuentan. El otro d¨ªa, por ejemplo, nos ped¨ªa que en las faltas nos pusi¨¦ramos un pasito m¨¢s al lado contrario de la barrera¡±, revela.

Ocurre que Enith tiene claro que la titular es Misa, que su papel en este torneo es secundario, al menos sobre el tapete. ¡°No voy a mentir, como a cualquier otra jugadora me encantar¨ªa tener unos minutos en un Mundial. Pero estoy muy contenta de estar convocada, tengo que aceptar el rol y sumar todo lo que pueda. Al final, todo lo que le salga bien a Misa es bueno para el equipo¡±, acepta con deportividad; ¡°pero no pierdo la motivaci¨®n y trabajo cada d¨ªa porque s¨¦ que, por si acaso, tengo que estar lista como las otras 23 futbolistas¡±. La relaci¨®n entre las porteras, adem¨¢s, es buena y fluida. ¡°Intento ayudar a Misa como a todas¡±, cuenta Enith, que en pocos d¨ªas ya tiene tres apodos en el vestuario: Gata, como la conocen en el Valencia; Rapu, de Rapunzel por su pelo largo; y Mariposa porque fue el emoticono que le puso Alba Redondo en una entrevista.

De jugar, Sal¨®n ¡ªel apellido lleva tilde aunque en el DNI no lo ponga¡ª sabe que ser¨¢ la portera que habit¨²a, mandona y gritona, bien parlanchina. Un perfil que desaparece cuando se va del campo, t¨ªmida a m¨¢s no poder. ¡°Me pongo roja por ser el centro de atenci¨®n¡±, revela. Por eso recuerda con pavor el d¨ªa que le toc¨® bailar delante de las dem¨¢s como novatada, entonces pasos torpes y tembleque al ritmo de Despech¨¢, de Rosal¨ªa. ¡°Espero que no me vuelva a tocar¡­¡±, sisea. Aunque siempre encuentra el apoyo y la compa?¨ªa de Athenea ¡ªcon la que comparti¨® las categor¨ªas inferiores de la selecci¨®n¡ª, adem¨¢s de Alba y Aitana, con quienes ha congeniado de f¨¢bula. ¡°Pero yo soy una t¨ªa muy sencilla y me llevo bien con todas, ?eh?¡±, aclara. Incluso con Alexia, quien al principio le impon¨ªa un poco por ser dos a?os consecutivos la mejor jugadora del mundo. ¡°Es muy simp¨¢tica¡±, resuelve.

¡°?Otra m¨¢s!¡±, se escucha entonces de nuevo en el campo de entrenamiento. Y Enith vuelve al trabajo. Qui¨¦n sabe, puede que tambi¨¦n sea como Casillas.