Colombia reescribe su historia al descoser a Alemania

Por un segundo, el Sydney Football Stadium se apag¨®. No hab¨ªa rastro de la incansable jarana ni de los alegres c¨¢nticos, incluso pareci¨® que los colores vivos que ten¨ªan las gradas se difuminaban. El amarillo, rojo y azul se tornaron en gris como las 40.499 gargantas que repletaron el campo perdieron su tono. Era como si los padres acabaran de llegar por sorpresa a la fiesta que hab¨ªa montado el ni?o en casa. Alexandra Popp, l¨ªder de Alemania, acababa de empatar a uno ...

Por un segundo, el Sydney Football Stadium se apag¨®. No hab¨ªa rastro de la incansable jarana ni de los alegres c¨¢nticos, incluso pareci¨® que los colores vivos que ten¨ªan las gradas se difuminaban. El amarillo, rojo y azul se tornaron en gris como las 40.499 gargantas que repletaron el campo perdieron su tono. Era como si los padres acabaran de llegar por sorpresa a la fiesta que hab¨ªa montado el ni?o en casa. Alexandra Popp, l¨ªder de Alemania, acababa de empatar a uno y apenas quedaba un minuto del tiempo reglamentario. Pero el silencio dur¨® poco, pues la hinchada tricolor recuper¨® la voz y el ¨¢nimo, el c¨¢ntico y el alborozo, como tambi¨¦n lo hizo el equipo de las Superpoderosas, que en la ¨²ltima jugada del partido, en un saque de esquina, encontr¨® a Manuela Vanegas para que su remate gritara al cielo y al mundo que Colombia est¨¢ reescribiendo su historia en esta Copa del Mundo.

El triunfo de las cafeteras expresa la salud del f¨²tbol femenino en el pa¨ªs, impulsado por el t¨¦cnico Nelson Abad¨ªa, que desde que ocup¨® el banquillo en 2017 se esforz¨® en aunar las ideas, conceptos, t¨¢cticas y formas con los equipos de las categor¨ªas inferiores, tratando de dotar un estilo propio a la selecci¨®n, un ADN reconocible. Ese santo y se?a pasa por tratar de jugar el bal¨®n desde atr¨¢s para despu¨¦s electrificar el f¨²tbol en campo contrario, pases verticales para enlazar con sus delanteras estrellas, la incombustible Catalina Usme y la efervescente Linda Caicedo, desde ahora jugadora del Real Madrid porque aguard¨® con paciencia a que cumpliera los 18 a?os para traerla a la liga. Y, sin el bal¨®n en los pies, Colombia, f¨ªsica y guerrillera, es m¨¢s de la vieja escuela, esa que dice que pasa el jugador o la pelota pero no los dos. Una f¨®rmula, en cualquier caso, que parece la de la Coca-Cola en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda porque desmont¨® a Corea del Sur (2-0) en la primera jornada y repiti¨® ¨¦xito frente a Alemania (2-1).

M¨¢s que ¨¦xito, lo logrado por Colombia es una haza?a, primera selecci¨®n sudamericana en imponerse a Alemania en una Copa del Mundo, pues contaba con cuatro triunfos y un empate desde que se estrenara en el apartado con el laurel del Mundial 2007, entonces capaz de apear a Brasil en la final. ¡°Alemania es una potencia, una realidad, pero Colombia viene creciendo¡­¡±, convino Vargas, futbolista de la Real Sociedad, al acabar el encuentro, feliz tambi¨¦n porque le cambi¨® la camiseta a Popp. No le falta raz¨®n, pues la Tricolor gan¨® la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 2019 y alcanz¨® la final de la Copa Am¨¦rica del curso anterior para poner un pie en este Mundial. Pero le faltaban victorias de calado, pues desde 2009 solo hab¨ªa derrotado a dos rivales europeos: a Gales en 2009 (3-1); y a Francia en la Copa del Mundo de 2015 (2-0), hasta ahora el partido en may¨²sculas que le sirvi¨® para alcanzar los octavos. Precisamente, una frontera que ya roza el equipo colombiano, que deber¨¢ medirse el jueves con Marruecos en el ¨²ltimo envite de la fase de grupos.

¡°La historia la escriben ustedes. El orgullo es para el pa¨ªs¡±, defini¨® el goleador hist¨®rico colombiano Radamel Falcao. As¨ª que pase lo que pase, ya nadie les quitar¨¢ esta gesta, ese gol inicial de Linda Caicedo -que ya ante Corea hizo diana para convertirse en la goleadora m¨¢s joven de la historia cafetera-, ese pesar de una Alemania que sumaba 20 partidos invicta -16 victorias y cuatro empates- en la fase de grupos. ¡°Es una gran decepci¨®n perder el juego por una jugada a bal¨®n parado. En general, nos falt¨® un poco de valent¨ªa de cara al gol, el pase final¡±, convino Popp, que cerr¨®; ¡°Aunque fue bastante divertido jugar frente a una multitud como esa, parec¨ªa que jug¨¢ramos de visitantes¡±. Y los c¨¢nticos volvieron a escucharse en S¨ªdney al tiempo que el rojo, azul y amarillo se elev¨® por los cielos.