Thompson se le hace largo a Nadal

Se cierra esta reaparici¨®n de Rafael Nadal en Brisbane con un regusto agridulce. Dos triunfos, desfile ilusionante, una derrota ¡ªanecd¨®tica, porque lo que le ocupa ahora no es el resultado¡ª y preocupaci¨®n. Un beso a la grada que huele a despedida. Tras un a?o apartado de la competici¨®n, el campe¨®n de 22 grandes cuenta con los primeros elementos de juicio, que corroboran a los so?adores una doble realidad: su tenis y su combatividad siguen ah¨ª, asombrosamente intactos, pero al mismo tiempo, su cuerpo record¨® durante el tramo final del pulso de este viernes contra Jordan Thompson ¡ª5-7, 7-6(6) y 6-3 favorable al australiano, despu¨¦s de 3h 25m¡ª que el camino de retorno va a ser largo y espinoso, crudo probablemente, como viene insistiendo el protagonista en las ¨²ltimas fechas. Todo es incierto.

Pod¨ªa haber terminado este episodio ¡ªel tercero de la semana, tras las victorias frente a Dominic Thiem y Jason Kubler¡ª de forma muy distinta, de haber convertido alguna de las tres bolas de partido de las que dispuso en el segundo set; sin embargo, Thompson escap¨® y las exigencias f¨ªsicas del pulso hicieron que mediado el tercero, 4-1 abajo ya, Nadal tuviera que reclamar al m¨¦dico para ser atendido de una molestia alrededor de regi¨®n inguinal izquierda, de la zona que precisamente le fren¨® hace un a?o y de la que fue intervenido en junio. A poco m¨¢s de una semana para el inicio del Open de Australia, del 14 al 28 de este mes, un desagradable recordatorio. L¨®gico, por otra parte. El tenista se fue al vestuario, regres¨® y finaliz¨® el duelo aparentemente bien, pero remite a la cautela.

¡°Necesito ver c¨®mo me despierto ma?ana por la ma?ana¡±, expuso de entrada. ¡°Honestamente, ahora no estoy seguro al cien por cien de nada¡±, remarc¨® en la sala de conferencias, precisando a la vez que el dolor ¡°no era relevante, en absoluto¡± y que conf¨ªa en poder ejercitarse los pr¨®ximos d¨ªas para poder asistir a la cita de Melbourne. ¡°S¨¦ que despu¨¦s de un a?o es dif¨ªcil para el cuerpo estar jugando torneos al m¨¢s alto nivel. Cuando las cosas se vuelven m¨¢s dif¨ªciles, no sabes c¨®mo va a reaccionar. Necesito aceptar todo como viene. Si las cosas suceden, si tengo un problema ah¨ª [en el psoas il¨ªaco] o en otra parte del cuerpo, tengo que aceptarlo. Es un comienzo. Hac¨ªa mucho tiempo que no jugaba un torneo¡±, incidi¨®.

Tras los ensayos contra Thiem y Kubler, esta vez Nadal encontr¨® viento en contra. No soplaba en la Pat Rafter de Brisbane, de nuevo una sauna, pero s¨ª lo hac¨ªa con fuerza Thompson, un tenista que no luce demasiado en el escaparate pero que aporta casi siempre argumentos interesantes. Es astuto, sabe jugar, posee un atractivo abanico de recursos ¡ªasiduo a la modalidad de dobles¡ª y detect¨® la inseguridad del espa?ol durante el primer parcial. Por primera vez esta semana, el mallorqu¨ªn (38 a?os el pr¨®ximo 3 de junio) torc¨ªa el gesto y negaba con la cabeza, razonando consigo mismo en alto. Su voluntad le pide una cosa, y la realidad le se?ala otra. Paso a paso. El proceso. En su juego empezaban a adivinarse las fisuras l¨®gicas derivadas de la inactividad, y en cuanto se resinti¨® un poco el porcentaje de sus primeros servicios, empezaron las curvas.

Peajes necesarios

La situaci¨®n es tan peliaguda como beneficiosa. En este retorno planteado a medio plazo ¡ªas¨ª lo se?ala el protagonista, apuntando hacia la primavera terr¨ªcola¡ª, la exposici¨®n a los momentos de tensi¨®n y de dificultad como el de este viernes va a ser tan inevitable como necesaria. Debe Nadal pasar por todas las estaciones de regreso y despu¨¦s de dos jornadas a pedir de boca, sorprendentes por el alto rendimiento ofrecido contra Thiem y Kubler, el tercer compromiso le oblig¨® a navegar por aguas revueltas, sometido a la incomodidad la mayor parte del rato. No encontr¨® una sola tregua, las imprecisiones afloraron. Y Thompson no ced¨ªa.

Aun as¨ª, Nadal experiment¨® y se puso a prueba, aceptando los peajes. La duda, sin embargo, se hab¨ªa colado por la rendija y Thompson, din¨¢mico e inmune a los riesgos, un tipo intr¨¦pido que no acostumbra a vacilar, busc¨® con decisi¨®n la victoria. Jug¨® el australiano (29 a?os y 43? del mundo, citado este s¨¢bado con Grigor Dimitrov) con un cuchillo entre los dientes, hambriento y desafiante de inicio a fin, y aunque cediera la primera manga y se pudiera intuir un declive an¨ªmico, result¨® ser ef¨ªmero. Persisti¨® en la misi¨®n. No se inclin¨® ni siquiera cuando Nadal le tuvo contra las cuerdas. Sorte¨® tres bolas de partido ¡ªuna con 5-4 y otras dos en el tie-break¡ª y lo condujo definitivamente hacia el escenario de lo f¨ªsico, donde ten¨ªa todas las de ganar.

En esas, el espa?ol se llev¨® la mano a la ingle y se dirigi¨® a su fisio. Fue atendido por el m¨¦dico de la organizaci¨®n y a partir de ah¨ª, mente fr¨ªa y cierre de este primer test en Brisbane, que ofrece una certeza: ten¨ªsticamente, Nadal est¨¢ de vuelta. Falta por comprobar hasta d¨®nde le alcanzar¨¢ su cuerpo.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.