Paula Badosa, hasta donde quiso Sabalenka

Al final, la fuerza desbordante de Aryna Sabalenka se lo lleva casi todo por delante. Arrastra la torrentera de este s¨¢bado a Paula Badosa, a la que al menos le queda el consuelo de haber estado ah¨ª durante un set, mano a mano, 52 minutos, que no son poco. Exactamente, hasta donde ha querido la bielorrusa, un portento de potencia y determinaci¨®n. En este tenis monocorde y en l¨ªnea recta de hoy, ning¨²n brazo pesa m¨¢s que el de ella, campeona en Australia y la ¨²nica capaz de discutirle el trono a la poderosa Iga Swiatek. Se abre paso as¨ª hacia los octavos (7-5 y 6-1, en 1h 17m) y la espa?ola, muy cabreada por esta realidad opresiva que vive, lamenta. En fr¨ªo, sin embargo, el an¨¢lisis ser¨¢ diferente, seguro: hoy por hoy, esta no es su batalla.

Badosa lleg¨® a Par¨ªs sin m¨¢s cuenta pendiente que la de jugar y resistir, porque el azote de la espalda sigue ah¨ª, no termina de aflojar y cada presencia en la pista vale hoy d¨ªa oro para ella. Dos victorias, preciado bot¨ªn por mucho que ahora parezca escaso. Remont¨® a Katie Boulter el primer d¨ªa y a Yulia Putintseva el segundo, pero en el tercero, otra liga. Sabalenka, de 26 a?os, los mismos que la catalana, lleva demostrando desde hace tiempo que es una de las jugadoras m¨¢s regulares del circuito y que si est¨¢ inspirada, los partidos suelen durar lo que ella decide. Va este de la Chatrier de extremo a extremo: del t¨² a t¨² al mon¨®logo. Se ventila la segunda manga en 25 minutos.

¡°Es duro jugar contra tu mejor amiga. Va a volver al top pronto, pero somos buenas separando cosas, solo nos fijamos en el juego¡±, dice la ganadora tras escapar a una fea circunstancia en el primer set, en el que Badosa ha dispuesto de 5-3 y saque a su favor. Pero ah¨ª, contra las cuerdas, la de Minsk apela a jerarqu¨ªa y, una vez controlada la sobreexcitaci¨®n, va templ¨¢ndose y d¨¢ndole la vuelta a la escena, como si necesitase de ese mal rato para destapar lo mejor de su tenis; esto es, una derecha y un rev¨¦s demoledor, servicios a 195 km/h y una agresividad sin igual, bola pesad¨ªsima y profunda. Bomba a bomba, su lema. Viento a favor ya, no hay quien pueda con ella.

Se dirime la historia a trallazos, sin contemplaci¨®n alguna. 74 de los 118 puntos que comprenden el pulso se deciden entre uno y cuatro tiros, la v¨ªa expr¨¦s de estos d¨ªas. Y aguanta Badosa ¡ª116? de la WTA¡ª con entereza, fr¨ªa, hasta que la adversaria resta con todo, ella pierde finura y el dique se rompe. Despu¨¦s, el vendaval. Tras ese 5-3, ocho juegos sucesivos y un parcial de 10-1. ¡°He hecho un buen set, pero podr¨ªa haber sido mejor¡±, explica en la sala de conferencias. ¡°Jugadoras as¨ª sacan su mejor nivel en los momentos complicados, y a m¨ª se me han escapado un par de fallos m¨¢s de la cuenta¡±, prosigue mosqueada. ¡°Han empezado a caerme winners [ganadores] por todos lados y he intentado aguantar el tipo como he podido¡±, detalla tras encajar los 28 estacazos propinados por la bielorrusa, que se medir¨¢n con Madison Keys o Emma Navarro.

En todo caso, no se rinde Badosa, cuya mente vuelve al mano a mano con la lesi¨®n vertebral que arrastra desde hace un a?o. ¡°El a?o pasado estaba viendo este partido desde el sof¨¢, por la televisi¨®n, as¨ª que tengo que estar agradecida por estar aqu¨ª. He tenido la oportunidad de jugar contra una de las mejores del mundo en la Philippe Chatrier¡±, se?ala antes de retirarse sin perder la esperanza: ¡°Quiero tener fe. Estoy en el camino, intent¨¢ndolo todas las semanas. He ganado partidos, en Roma perd¨ª con la tres del mundo [Coco Gauff] y aqu¨ª con la dos. Los milagros no existen, ojal¨¢ hubiera podido llegar aqu¨ª y estar en las semifinales, pero es un proceso largo. Voy d¨ªa a d¨ªa, y si me respeta la espalda, ojal¨¢ pueda estar ah¨ª arriba otra vez¡±.

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