Badosa y Alcaraz, cara y cruz
La victoria de Paula tiene gran m¨¦rito, por todo el trabajo que le ha llevado regresar a la ¨¦lite, y Carlos pag¨® la falta de intensidad en el segundo set
Los aficionados espa?oles al deporte en general y en particular al tenis se levantaron con la buena noticia de la clasificaci¨®n para las semifinales del Open de Australia de la jugadora espa?ola Paula Badosa. La catalana se desembaraz¨® con autoridad, tras un gran encuentro, de la cabeza de serie numero tres, la estadounidense Coco Gauff. Fueron casi dos horas de intensa lucha, en las que nuestra jugadora se mostr¨® m¨¢s segura desde el fondo de la pista e hizo prevalecer en todo momento su mayor consistencia.
La espa?ola supo mantener la serenidad durante todo el choque y, al mismo tiempo, mostrarse agresiva y determinante en los momentos de m¨¢xima tensi¨®n. Creo que hay dos hechos que marcaron la victoria de la gerundense: su superioridad en los puntos jugados sobre el segundo servicio de su rival y, sobre todo, la diferencia en los errores no forzados cometidos por ambas contendientes. Mientras Badosa acab¨® con 23, la jugadora americana cometi¨® 41. Si tenemos en cuenta que Paula consigui¨® la victoria tras adjudicarse 78 puntos, esto significa que m¨¢s del 52% se los anot¨® por errores de su rival.
La cifra es, ciertamente, demasiado elevada. Aun as¨ª, la victoria de Badosa tiene un gran m¨¦rito, no solo por haber sido capaz de derrotar a la tercera jugadora mundial y, con ello, haber alcanzado su primera semifinal de un torneo del Gran Slam, sino sobre todo por el duro trabajo que le ha llevado regresar a la ¨¦lite mundial.
Hay que recordar que una inoportuna lesi¨®n le hizo perder toda su confianza y la llev¨® a ocupar la posici¨®n 140? del ranking de la WTA. Hoy, apenas doscientos cincuenta d¨ªas despu¨¦s, y pase lo que pase a partir de ahora, se colocar¨¢ , otra vez, entre las diez mejores jugadoras del mundo. El juego exhibido estos d¨ªas nos hace albergar renovadas esperanzas de que pueda convertirse en la primera espa?ola que consiga alzarse con la victoria en este torneo.
Si nuestra jugadora fue la cara de la moneda, la cruz le correspondi¨®, en esta ocasi¨®n, a nuestro gran campe¨®n Carlos Alcaraz. En un buen encuentro cay¨® derrotado por tres sets a uno ante el incombustible Novak Djokovic. Tal vez a Carlos le falt¨® imprimir un ritmo m¨¢s elevado a su juego y ser algo m¨¢s agresivo, sobre todo, despu¨¦s de haberse adjudicado el primer set. Creo que esta falta de intensidad en los inicios del segundo parcial permiti¨® al serbio adelantarse r¨¢pidamente por tres a cero en el marcador y recuperarse an¨ªmicamente. Esto le dio alas para poder creer nuevamente en sus posibilidades y seguir luchando denodadamente hasta el final. Nole igual¨® la contienda y, a partir de aqu¨ª, fue ligeramente superior a su rival. Victoria merecida para el jugador de Belgrado, que Carlos acept¨® con la misma deportividad y sonrisa de siempre.
Esta derrota supone un peque?o traspi¨¦s en la carrera del jugador de Murcia. Ten¨ªa ante s¨ª la posibilidad de convertirse en el tenista m¨¢s joven de la historia en completar la victoria en los cuatro grandes; un r¨¦cord que habr¨ªa podido a?adir a su ya extenso palmar¨¦s.
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