Hacia una mejora en las relaciones Espa?a-Portugal

El diario americano Washington Post informaba hace poco que los Gobiernos de Madrid y Lisboa ?hab¨ªan adoptado diversas medidas, orientadas a controlar las actividades de los exiliados portugueses en Espa?a y de los espa?oles en Portugal?. Como resultado de estos acuerdos, las relaciones entre ambos pa¨ªses han mejorado considerablemente, aseguraba el peri¨®dico. Jim Hoagland, que firma esta informaci¨®n, hac¨ªa referencia a la reciente nota de protesta de la Embajada espa?ola en Lisboa contra las actividades del FRAP en Portugal.

El FRAP cuenta en Portugal con el apoyo de la organizaci¨®n mao¨ªsta UDP (Uni¨®n Democr¨¢tica Popular) a la que se responsabiliza del asalto e incendio de la Embajada y consulado de Espa?a en Lisboa, en septiembre pasado. No es la primera vez que la Embajada de Espa?a en Lisboa presenta notas de protesta al Gobierno Portugu¨¦s.En realidad desde el 25 de abril de 1974, nuestros representantes en Portugal han dedicado una parte muy importante de su tiempo a redactar notas verbales, protestas en regla contra las actividades, de la ya fenecida, Mutua Democr¨¢tica, las Juventudes Socialistas de Espa?a (que celebran un congreso en los alrededores de Lisboa), el Partido Socialista Obrero Espa?ol o la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica. La presencia en Lisboa del se?or Felipe Gonz¨¢lez o del capit¨¢n Jos¨¦ Ignacio Dom¨ªnguez y las consiguientes declaraciones en la prensa lusa provocaban inmediatamente una nota de protesta. Aunque es dif¨ªcil calcular el n¨²mero de notas presentada mientras fue embajador espa?ol el profesor Poch Guti¨¦rrez de Caviedes, muy probablemente superaron la cincuentena, lo que lejos de ser escandaloso, resulta en simple l¨®gica diplom¨¢tica, normal.

Por su parte, la Embajada de Portugal en Madrid habr¨¢ ya presentado seguramente, no pocas notas, recordatorios, o advertencias sobre la presencia de pides (agentes de la ex polic¨ªa portuguesa) en Espa?a, actividades del Movimiento democr¨¢tico de liberaci¨®n portugu¨¦s o del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Portugal.

En un caso y otro, las notas siguieron su curso burocr¨¢tico normal y su presentaci¨®n parte de ninguno de los dos pa¨ªses. S¨®lo cuando un grupo incontrolado perpetr¨® el asalto a la Embajada de Espa?a en Lisboa y la prensa portuguesa se lanz¨® a una violenta campa?a pol¨ªtica contra el entonces Jefe del Estado espa?ol, el Gobierno de Madrid tom¨® ciertas medidas que fueron interpretadas como represalias.

La reuni¨®n de Guarda (13 de febrero) entre los ministros de Asuntos Exteriores de Portugal y Espa?a sirvi¨®, seg¨²n algunos, para superar las reticencias existentes entre ambos pa¨ªses tras el asalto a la Embajada espa?ola en Lisboa. En realidad, los resultado de esta reuni¨®n, aireada, a bombo y platillo por la prensa gubernamental de ambos pa¨ªses siguen siendo in¨¦ditos. Ninguno de los problemas pendientes parece haber sido resuelto o iniciada su resoluci¨®n.

Pese a ello, ser¨ªa falsear la realidad si se afirmara -como han hecho algunos anglosajones- que las relaciones hispano-lusas son o han sido rematadamente tensas. Ni siquiera en los peores momentos se estuvo al borde de la ruptura.

Sin embargo, -y tal vez relacion¨¢ndolo con las peri¨®dicas informaciones piratas, que la prensa de los dos pa¨ªses publica no faltar¨ªan motivos aparentes para enconar estas relaciones . Cada 15 ¨® 20 d¨ªas en Londres, Washington, Roma o Par¨ªs se publican cr¨®nicas de observadores agud¨ªsimos o de intuiciones desconocidas en las que se asegura, por ejemplo, que ?un ej¨¦rcito de 10.000 comunistas espa?oles se prepararan en la zona fronteriza portuguesa para invadir Espa?a el 1 de mayo". O lo que en la localidad de Piedralves (?vila) existe un sofisticado campo de entrenamiento del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Portugu¨¦s, en donde ofician de profesores antiguos pides.

En los asuntos portugueses algunos medios de comunicaci¨®n for¨¢neos han preferido sustituir la informaci¨®n (que es siempre trabajosa) por la fantas¨ªa. As¨ª en un momento dado, alguien dijo que en las zonas rurales de Alentejo hab¨ªa nada menso que 30.000 activistas cubanos que intentaban implantar all¨ª la reforma agraria. Por muchos esfuerzos que hicieron las autoridades policiales lusas, s¨®lo lograron localizar a un ciudadano cubano, que hab¨ªa atravesado la frontera clandestinamente proviniente de... Espa?a.

Son muchos los exiliados espa?oles, que hoy permanecen exiliados en Portugal. Hasta fechas reciente los inscritos en la polic¨ªa como tales no superaban la treintena. Y no menos de 10 has regresado ya a la patria, provistos de los correspondientes pasaportes emitidos por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid. Tampoco son muchos los exiliados portugueses que en calidad de tales se encuentran en Espa?a.