Perceptible desviacionismo hacia la izquierda
En nuestro anterior art¨ªculo alud¨ªamos a la clara desviaci¨®n hacia la izquierda que caracteriza los planteamientos de la derecha catalana. Ahora, al ocupamos de lo que se ha convenido en llamar el centro, hemos de volver a se?alar, tambi¨¦n en este ¨¢mbito pol¨ªtico, la misma desviaci¨®n program¨¢tica y ello, quiz¨¢, solamente en el terreno verbal. Este elemento perturbador, a?adido al car¨¢cter confuso per se de las actitudes centristas, convierte en muy aproximativo todo an¨¢lisis. En relaci¨®n a la derecha catalana -afirm¨¢bamos- que no se daba en la actualidad la existencia de un l¨ªder capaz de unificar criterios y posiciones. En cambio, respecto al centro, es posible dar un nombre que, por diversas razones, sobresale del conjunto. Hacemos referencia a Jordi PujolPara el conjunto de la peque?a y media burgues¨ªa catalana, la caracter¨ªstica m¨¢s importante de Pujol es, sin duda, el haber sido condenado en junio de 1960, a siete a?os de c¨¢rcel, despu¨¦s de haber sido sometido a interrogatorios, cuyas circunstancias motivaron una infructuosa acci¨®n judicial iniciada por el propio Pujol. Como aspectos negativos, se?alamos sus varios enfrentamientos con numerosos profesionales de la cultura, en ocasi¨®n de conflictos en empresas de finalidad m¨¢s o menos pol¨ªtica. Fueron los casos del centro de estudios Estudis i in vestigations Susietal (EISA), las revistas Orifiama y Destino y la editora Gran Enciclopedia Catalana, S.A.
Jordi Pujol es, en la actualidad, vicepresidente ejecutivo de Banca Catalana y posee una fortuna personal procedente de una gran empresa de productos farmac¨¦uticos. En el plano pol¨ªtico es el secretario general de Convergencia Democr¨¢tica de Catalunya (CDC). Este partido pol¨ªtico catal¨¢n afirma en sus programas nada menos que lo siguiente: ?La CDC defiende, como primer paso en el proceso de socializaci¨®n del sistema financiero, la intervenci¨®n y control por parte de la Conselleria de Finances de la banca privada (sic) tanto aut¨®ctona como for¨¢nea que pera en Catalu?a.?
Los problemas de los cristianos catalanes
Pese a este programa, realmente avanzado, hay hechos que podr¨ªan introducir matices. Por ejemplo, el ver c¨®mo el partido Dem¨®crata Cristiano Uni¨® Democr¨¢tica de Catalunya (UDC) abandon¨® la CDC, donde estuvo integrado, debido a que Jordi Pujo? no acept¨® en absoluto -seg¨²n informa un miembro del comit¨¦ de gobierno de la UDC- incluir en el programa conjunto la autogesti¨®n, f¨®rmula de organizaci¨®n empresarial que los dem¨®crata-cristianos catalanes propugnan con entusiasmo.Pese a que Pujol es un cat¨®lico muy ferviente y con ideas religiosas bastante tradicionales, existe en el marco pol¨ªtico catal¨¢n un importante partido, de inspiraci¨®n cristiana: la ya mencionada UDC, miembro del equipo Dem¨®crata Cristiano del Estado espa?ol.
La UDC es, asimismo, Oitro partido de centro. Fundada el 7 de noviembre de 1931, tuvo un ¨²nico diputado en el parlamento catal¨¢n del periodo republicano -Pau Romera- y si bien siempre estuvo en la oposici¨®n, hay que recordar que despu¨¦s del 19 de julio de 1936 se mantuvo fiel a las instituciones auton¨®micas, pese a la persecuci¨®n religiosa.
Tanto la CDC, como la UDC participan activamente en el Consell de Foces Politiques de Catalunya y en la Asamblea de Catalunya. Ambos son partidarios de la ruptura democr¨¢tica y de la instauraci¨®n de un gobierno provisional de la Generalitat de Catalu?a en el marco definido por el estatuto de autonom¨ªa.
La CDC aprob¨® sus actuales estatutos y sus programas econ¨®mico y social en la tercera asamblea general, celebrada el 28 de marzo pasado, en un lugar no precisado de Catalunya y ante doscientos cincuenta delegados. Por su parte, la UDC ha anunciado p¨²blicamente su intenci¨®n de celebrar un congreso, antes del ya cercano verano. Los principales l¨ªderes de este ¨²ltimo partido son Ant¨®n Ca?ellas y el historiador Miguel Coll Alentorn, ambos flguras un¨¢nimemente respetadas.
La autonom¨ªa como meta
Como es muy sabido, dos ideas centrales marcaron el periodo auton¨®mico catal¨¢n de los a?os treinta. Laicismo y republicanismo, ambas fueron puntales b¨¢sicos en el partido hegem¨®nico del momento, la Ezquerra Republicana de Catalunya (ERC). Dicho partido tuvo un peculiar vicio de origen: el de haber nacido tan s¨®lo veintitr¨¦s d¨ªas antes de alcanzar el poder. En efecto, fue un partido que no supo lo que es estar en la oposici¨®n, ya que, creado el 20 de marzo de 1931, gan¨® las elecciones municipales el 12 de abril del mismo a?o, las que trajeron la Segunda Rep¨²blica Espa?ola y la autonom¨ªa para Catalu?a. Acostumbrado al poder, no pudo sobrevivir eficazmente a la derrota y en la actualidad est¨¢ dividido en varias corrientes destacando la m¨¢s progresista, protagonizada por Josep Andreu Abell¨® -ex presidente del Tribunal Supremo de Catalu?a en el Per¨ªodo auton¨®mico.Otra corriente es la que podr¨ªa tener por portavoces a Eribert Barrera y a J¨®an Sauret, y, como piedra de toque a un fuerte anticomunismo y antisocialismo seg¨²n pudo verse en un art¨ªculo de Barrera en el Noticiero Universal. Este anticomunismo llev¨® a Barrera a unirse con Josep P¨¢llach, en el se no de un frente m¨¢s o menos social democr¨¢tico, el Reagrupament Socialista i Democr¨¢tic de Catalunya (RSDC).
Josep Pallach es el antiguo secretario del exterior (es decir, del exilio) del Moviment Socialista de Catalunya (MSD) y antes particip¨® en el Partido Obrero de Unificaci¨®n Marxista (POUM), de Andreu Nin.
Es un exponente del tremendo drama personal de los poumistas perseguidos en ambos bandos durante la guerra civil el cual posteriormente, llev¨® a algunos de ellos a conocer muy bien los mecanismos espec¨ªficos y especiales de la pol¨ªtica exterior norteamericana. A Pallach sus experiencias personales le han llevado a una estrecha colaboraci¨®n con Jordi Pujol que, con toda probabilidad, saldr¨¢ a la luz p¨²blica en las primeras elecciones que, por otro lado, espera con impaciencia.
Una izquierda liberal no socialista
Un grupo centrista, de constituci¨®n reciente, debe tambi¨¦n ser citado. Es el Centre Catal¨¢, integrado por j¨®venes empresarios y altos cargos, socios en su mayor¨ªa del C¨ªrculo de Econom¨ªa -Carles Ferrer Salat, Joan Mas Cat¨ª, Jordi Baeta y otros-, un grupo demasiado joven para poderlo valorar definitivamente.Otro grupo eminentemente laico es Ezquerra Democr¨¢tica de Catalunya (EDC), partido integrado en la internacional liberal y que preside el profesor Ram¨®n Tr¨ªas Fargas. La EDC manifiesta ser un partido de izquierda liberal y no socialista, ofreciendo como f¨®rmula econ¨®mica la cogesti¨®n de las empresas. Reivindica con pasi¨®n la tradici¨®n pol¨ªtica de la ERC y busca su mismo electorado, al mismo tiempo que cuenta entre sus miembros con antiguos militantes del partido mayoritario en el per¨ªodo auton¨®mico.Jaume Casanovas, Josep Pi Su?er y otros es innegable que, sin embargo, su clientela pol¨ªtica se sit¨²a, en gran parte, en el centro, ya que la izquierda, en la actualidad, se inclinar¨¢ preferentemente por opciones socialistas. A esta izquierda dedicamos el tercer y ¨²ltimo cap¨ªtulo de esta serie.
No quisi¨¦ramos, sin embargo, terminar este trabajo sin aludir, aunque sea levemente a la supervivencia en el exilio, de la m¨¢xima instituci¨®n econ¨®mica que configur¨® el estatuto de 1932. En efecto, la Generalitat contin¨²a existiendo bajo la presidencia de Josep Taradellas -elegido en 1954-. Esta figura pol¨ªtica ha jugado un papel de arbitraje en innumerables ocasiones, algunas de ellas, recientes y su autoridad es expl¨ªcitamente reconocida.
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