La defensa en una Espa?a democr¨¢tica
Una Espa?a democr¨¢tica gozar¨ªa de la ventaja de poder alinear sus opciones de seguridad internacional, sus planes defensivos y sus propias fuerzas armadas con las soluciones y modelos que ofrece, en conjunto, el mundo occidental. Si nos hallamos en los ¨²ltimos estadios de la europeizaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, y el pa¨ªs parece inclinarse hacia soluciones de democracia parlamentaria y liberal, de estilo occidental, ser¨ªa impensable que las opciones pol¨ªtico-defensivas siguiesen siendo las mismas que hoy en d¨ªa. Esto es, una Espa?a democr¨¢tica no tendr¨ªa por qu¨¦ aceptar un papel discriminado en el terreno de la defensa occidental, como el que ha venido sufriendo hasta ahora, y cesar¨ªa de mantener su dependencia respecto del esquema pol¨ªtico-militar ideado por los Estados Unidos para el caso especial presentado
Las opciones pol¨ªtico-defensivas no podr¨ªan ser las mismas, por dos razones: 1) porque el actuar sigue al ser, y una Espa?a democr¨¢tica buscar¨ªa su seguridad y su defensa en compa?¨ªa de las otras democracias; 2) porque los d¨ªas de la relaci¨®n especial bilateral con los Estados Unidos est¨¢n contados; el Tratado de Madrid es, en resumen, el ¨²ltimo plazo.
Los efectos de esta alineaci¨®n con las democracias occidentales, en el terreno de la defensa y de las soluciones pol¨ªtico-militares a la seguridad de Espa?a, ser¨¢n de alcance incalculable, que no hay por qu¨¦ dudar en calificar de revolucionario. Esos efectos se dejar¨¢n sentir en la econom¨ªa, en las fuerzas armadas y en la sociedad.
Son cada vez m¨¢s frecuentes los testimonios de que estos cambios est¨¢n siendo apreciados y evaluados en Espa?a y en el extranjero. Recu¨¦rdense en Espa?a las recientes declaraciones de dos ministros militares; el de Marina dec¨ªa: ?Por conveniencia de nuestra propia seguridad, creo conveniente la adhesi¨®n o, al menos, la integraci¨®n de nuestros planes defensivos con los de la OTAN, a trav¨¦s de las relaciones hispano-norteamericanas.? El del Aire abundaba: ?Desde el punto de vista militar, la integraci¨®n en la OTAN representa m¨¢s ventajas que inconvenientes. B¨¢sicamente se logra un apoyo mutuo que beneficia a la seguridad en general.? Por su parte, el ministro del Ej¨¦rcito se mostraba m¨¢s circunspecto: ?Respecto a las ventajas que nos reportar¨ªa dicho ingreso, las habr¨ªa, sin duda, pero tambi¨¦n habr¨¢ sus inconvenientes y servidumbres, de manera que no es f¨¢cil decir si, finalmente, seria ventajoso para Espa?a desde todos los puntos de vista.? Estas diferencias de modo en las fuerzas armadas espa?olas son frecuentes, de manera que la Marina ante todo y la Aviaci¨®n despu¨¦s, encarnan la actitud exploratoria de nuevos roles y misiones para la funci¨®n defensiva espa?ola, mientras que el Ej¨¦rcito de Tierra parece encarnar m¨¢s bien una visi¨®n introvertida, de satisfacci¨®n con los papeles y roles asignados.
En cuanto a los testimonios del extranjero, basten unos pocos: 1) ?Esperemos que Espa?a se desenvuelva pol¨ªticamente de tal manera que le sea posible entrar tanto en la OTAN como en la CEE al final del decenio. Cuando esto suceda, el flanco sur le la OTAN ser¨¢ menos fr¨¢gil; desde luego, ser¨ªa menos fisiparo si unidades navales italianas, francesas, espa?olas y brit¨¢nicas actuasen al un¨ªsono de acuerdo con objetivos bien definidos por la alianza? (1). 2) Hace unas semanas, el ministro alem¨¢n de Defensa, Lieber, realiz¨® una consulta con altos funcionarios militares en torno a las perspectivas de una integraci¨®n org¨¢nica de Espa?a en los planes occidentales de defensa; la conclusi¨®n fue que la contribuci¨®n espa?ola ser¨ªa muy valiosa; 3) Recientemente, un peque?o grupo de profesores y soldados, pertenecientes a una instituci¨®n de investigaciones estrat¨¦gicas, tom¨® como tema de discusi¨®n de su encuentro semanal la eventualidad de un ingreso de Espa?a en la OTAN, y, m¨¢s ampliamente, su integraci¨®n con el esfuerzo defensivo occidental; hubo consenso en que: 1) Espa?a podr¨ªa hacer una importante contribuci¨®n naval; 2) facilitar¨ªa una formidable plataforma a¨¦rea; 3) har¨ªa una contribuci¨®n en hombres bajo las armas, que ayudar¨ªa a paliar la escasez de los recursos humanos de la OTAN.
El soldado espa?ol tiene buena reputaci¨®n en los medios defensivos europeos; tambi¨¦n la disciplina y esp¨ªritu de la oficialidad. No tan positiva es siempre la apreciaci¨®n de la aptitud de esta ¨²ltima para adaptarse de hoy a ma?ana a unos h¨¢bitos de trabajo en com¨²n, en un ambiente internacionalizado, que es lo que caracteriza el sistema de la defensa occidental. Se considera urgente, en la eventualidad de una integraci¨®n org¨¢nica del esfuerzo defensivo espa?ol con el occidental, la celebraci¨®n de cursillos de puesta al d¨ªa y entrenamiento, de familiarizaci¨®n con estructuras multilaterales, con m¨¦todos operativos comunes y con una panoplia de herramientas y armamentos muy avanzada.
Aunque no hay nada de fatal en la perspectiva de integraci¨®n de Espa?a en la OTAN, ya que este Gobierno o los futuros pueden decidir no ingresar en esa organizaci¨®n, no hay duda de que las respuestas a los problemas de la defensa y la seguridad de Espa?a deben de verse en un contexto internacional, pues no existe ya posibilidad alguna de una ?defensa nacional?, por lo menos para una potencia de las dimensiones espa?olas, y seguramente tampoco para una superpotencia.
Por lo tanto, el Gobierno de una Espa?a democr¨¢tica que se halle en condiciones de examinar y descomprometidamente el problema de su acceso a la OTAN, se hallar¨¢ tambi¨¦n en condiciones de examinar cualquier otra alternativa. Y es aqu¨ª donde radica el alcance que, en el contexto de la defensa, tendr¨¢ el desarrollo de las potencialidades inherentes al establecimiento de un sistema democr¨¢tico de Gobierno.
(1) G. L. Williams y A. L. Williams, Crisis in European Defence. -
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