Protestas por la muerte de Ulrike Meinhof

La muerte de Ulrike Meinhof, la periodista alemana, convertida al anarquismo militante, ha dejado perpleja a la misma sociedad contra la que luch¨® en los ¨²ltimos a?os de su vida. El desenlace de la historia de una rebeld¨ªa contra la opulencia ha planteado, a pesar de la evidencia inmediata del suicidio, serios interrogantes. Sobre todo, sobre las condiciones del sistema penitenciario.Los abogados de Ulrike Meinhof se han apresurado a denunciar el hecho,de que la autopsia del cad¨¢ver se hizo sin su presencia y de que se trataba, en realidad, de una ?muerte preparada?. Las autoridades del estado de Baden-Wuerttemberg han ordenado la realizaci¨®n de una nueva autopsia, pero han rechazado la propuesta de constituci¨®n de una comisi¨®n internacional que se encargue de investigar el caso.

La muerte de la anarquista alemana, dirigente, de la llamada ?banda Baader-Meinhof?, ha desatado grandes -protestas, entrela extrema izquierda alemana. En Francfort, unos 600 manifestantes se enfrentaron a la polic¨ªa, con el saldo de un agente gravemente herido como consecuencia de la explosi¨®n de un cocktel molotov. Tambi¨¦n se produjeron manifestaciones en Berl¨ªn Occidental.

En la c¨¢rcel de Stuttgart, donde Ulrike Meinhof puso fin a su vida, 55 presos se amotinaron ayer y se negaron a recluirse en las celdas. Seg¨²n informaciones oficiales, la actitud de los presos, que se encuentran en r¨¦gimen de detenci¨®n preventiva y que se quejan de las condiciones de su reclusi¨®n, no tiene relaci¨®n con la muerte de Ulrike Meinhof.

La muerte de la dirigente del grupo anarquista, ?Fracci¨®n Ej¨¦rcito Rojo?, tuvo tambi¨¦n repercusiones en los pa¨ªses vecinos. Concretamente en Par¨ªs, Toulouse y Roma se produjeron atentados con bombas atribu¨ªdos a grupo! anarquistas locales.