Hacienda se regular¨¢ por ley votada en Cortes

La llamada oposici¨®n institucional al Gobierno de la reforma, aliada con el sector legislativo, reformista contrario a la pol¨ªtica econ¨®mica del se?or Villar Mir, consigui¨® ayer tarde, en la Comisi¨®n de Presupuestos de las Cortes, derrotar al Gobierno, si se puede considerar as¨ª el mantenimiento de la necesidad de ley votada en Cortes para la regulaci¨®n de determinadas materias relativas a la Hacienda P¨²blica. Lo que se debat¨ªa, en definitiva, es si las Cortes se muestran o no favorables a que el Gobierno legisle por decreto-ley o si, por el contrario, exhiben su voluntad contraria este procedimiento. Voluntad m¨¢s rom¨¢ntica que efectiva, porque para todo ello, el precepto aprobado en su d¨ªa por la Comisi¨®n -y ayer de nuevo sometido a debate, por decisi¨®n de la presidencia de la C¨¢mara, o¨ªda su Comisi¨®n Permanente- es inoperante.

Tal era la tesis mantenida en primer lugar por el se?or Benzo, ex subsecretario de Hacienda y promotor de la revisi¨®n del art¨ªculo siete de la ley General Presupuestaria y apoyada desde la ponencia por el se?or Mendiz¨¢bal -actual subsecretario de Justicia-, quien ofreci¨®, como f¨®rmula de transaci¨®n, que la entradilla del citado art¨ªculo quedara redactada as¨ª: ?Se regular¨¢n por ley votada en Cortes las siguientes materias relativas a la Hacienda P¨²blica sin perjuicio de las facultades normativas del Gobierno.

No gust¨® a la mayor¨ªa de los procuradores esta f¨®rmula, y ni siquiera el t¨¦rmino transaci¨®n (que el se?or Sancho Rof lo interpret¨® como transacion con el Gobierno). Con especial vehemencia, el se?or Bernal -?nuestro deseo no era dar un toque al Gobierno, sino expresar una voluntad legislativa?-, el se?or Fugardo -?un poco m¨¢s de formalidad: si estamos en la era de la libertad y la democracia, al Gobierno hay que hacerle respetar las leyes?- e incluso un miembro de la ponencia, el se?or Madrid del Cacho -quien con florida oratoria declar¨® que la regla de oro de la hidalgu¨ªa es mantenella y no enmendalla-, rechazaron cualquier propuesta que no coincidiera con lo ya aprobado conscientemente por la Comisi¨®n de Presupuestos.

Ni siquiera el apoyo de los se?ores Cruylles, Guti¨¦rrez Rubio y Arcenegui, ni el fantasma del contrafuero esgrimido por el se?or Mendiz¨¢bal, apearon de sus argumentos a quienes se mostraban dolidos por que entre las reformas en marcha no se le hubiera ocurrido al Gobierno introducir, por ejemplo -la,queja era de Madrid del Cacho, pero se notar¨ªa que ten¨ªa consenso-, la responsabilidad del ejecutivo ante las Cortes.

El presidente de la Coimisi¨®n, se?or Pinilla, tras r¨¦plicas y contrarr¨¦plicas, zanj¨® la cuesti¨®n con la votaci¨®n, que arroj¨® el siguiente resultado: 17 votos a favor de dejar el texto como originariamente fue dictaminado, 13 a favor del nuevo texto ofrecido por la ponencia y dos abstenciones. Las siete materias que enumera el art¨ªculo s¨¦ptimo de la Ley General de Presupuestos, y que se refiere a la Hacienda P¨²blica, tendr¨¢n que regularse -a tenor de lo reaprobado ayer- por ley votada en Cortes.

Victoria p¨ªrrica, quiz¨¢, la de la Comisi¨®n de Presupuestos, pero victoria al fin.