La monta?a hizo la gran selecci¨®n
Por tres segundos solamente, Tamames, vencedor de la Vuelta del a?o pasado, no lleg¨® fuera del control en la primera etapa reina de la actual edici¨®n, disputada entre Gij¨®n y Cangas de On¨ªs. En el primer puerto que rompi¨® la carrera, el Alto de la Cruz, empez¨® el calvario del salmantino. Su retraso en la meta, respecto al grupo de cabeza en el que se impuso un hombre de la tierra, L¨®pez Carril, fue de veintitr¨¦s minutos, y diecisiete segundos. El equipo de Eusebio V¨¦lez, asest¨® un golpe terrible en la primera ocasi¨®n propicia de monta?a, y s¨®lo respondieron Agostinho, nuevo l¨ªder, Aja, Kuiper y Oca?a. Thurau perdi¨® por m¨¢s de y tres minutos su maillot
La primera etapa reina de la Vuelta cumpli¨® su condici¨®n de tal. La selecci¨®n, que puede ser el principio de la definitiva, se hizo con toda claridad. Tras unos escarceos iniciales en los dos primeros altos de la jornada, el de Pedroso, de tercera categor¨ªa, y el de La Campa, de segunda, a cargo de Garc¨ªa, Santisteban, Van de Vijver y Loos, belga que har¨ªa una etapa fenomenal, la lucha se hizo dur¨ªsima. El equipo de Eusebio V¨¦lez, se vio pronto que iba a dar la gran batalla. En cabeza del gran grupo siempre se turnaron corredores vitorianos, y en especial Pesarrodona, Oliva, y L¨®pez Carril.El Alto de la Cruz, tercero de la etapa, pero primero de la m¨¢xima categor¨ªa, hizo honor a su nombre, por los sufrimientos que produjo. En ¨¦l se empez¨® a romper la carrera. Oca?a fue el que marc¨® el tren en la subida, y Tamames, su compa?ero inseparable y vencedor en la pasada vuelta, comenz¨® a perder terreno. Sigue con una bronquitis muy fuerte, y seg¨²n coment¨® al final en la meta, no ha recuperado los 4 kilos perdidos a causa de ella. Por la cima pas¨® en primer lugar Oliva, que en esta etapa se acercar¨ªa peligros¨ªsimamente en la general de la monta?a a Abilleira. Le siguieron Loos, Agostinho, Abilleira, Thurau, Oca?a, Naz¨¢bal, Martins, Aja y Manzaneque. En el grupo de cabeza, quedaban ya s¨®lo 21 hombres, y el dominio del Kas, era evidente. Salvo Santisteban, estaba todo el equipo. Incluso en la bajada se escaparon Mart¨ªnez Heredia y Martins, con Esparza y Torres. Elorriaga se hab¨ªa. descolgado tambi¨¦n, ya a m¨¢s de cuatro minutos.
La batalla, sin embargo, no hab¨ªa hecho m¨¢s que comenzar. Por el control de avituallamiento de Nava, salt¨® Perurena. Su aventura durar¨ªa 60 kil¨®metros en solitario. Tuvo como m¨¢xima diferencia favorable sobre el grupo de cabeza dos minutos, en el kil¨®metro 89. Tamames, que en ese momento rodaba con Priem, se descolgaba m¨¢s y m¨¢s, y al final entrar¨ªa en el ¨²ltimo paquete de rezagados junto con Elorriaga, por detr¨¢s incluso de sus compa?eros Rossiers y Berland. Por tres segundos no lleg¨® fuera del control. Su retraso, exactamente, fue de veintitr¨¦s minutos diecisiete segundos.
Por la meta volante de Infiesto, Perurena pas¨® con un minuto dos segundos de ventaja sobre Manzaneque y Lazcano, que encabezaban el primer pelot¨®n. Tamames estaba ya a 2-30. Hubo algunos instantes en que el salmantino se encontr¨® a quince o veinte segundos de enlazar, pero le faltaron las fuenzas. Adem¨¢s, quiz¨¢ pensando en la inutilidad de hacerlo, nadie de los de cabeza, Torres o Fusch, por ejemplo, se qued¨® para ayudarle. El equipo de San Emeterio, con la posibilidad siempre. de Agostinho y Ajas entre los mejores, fue el que m¨¢s tir¨®, l¨®gicamente para cazar a Perurena. A 30 kil¨®metros de la meta, una vez pasado el Alto de la Llama, de segunda categor¨ªa, Perurena ten¨ªa un minuto sobre el primer grupo, 3-45 respecto a Priem, 5-40 sobre Tamames, y 9-15 respecto a Elorriaga. El campe¨®n de Espa?a, que aprovech¨® perfectamente la ocasi¨®n para saltar, prepar¨® el trabajo posterior de su equipo, a¨²n a costa de perder en la meta la oportunidad de puntuar para el maillot verde. En efecto, alcanzado en las primeras rampas del Fito, juez final de la etapa, perder¨ªa, en Cangas casi cinco minutos.
El primer gran puerto de la vuelta seleccion¨® a los hombres sin piedad. Salvo Loos, sorprendente, Kuiper y Oca?a, los hombres fuertes se repartieron entre Kas y Teka. Por la cima, tras una magn¨ªfica demostraci¨®n de fuerza, cruz¨® primero Oca?a, y adem¨¢s de los otros dos citados, 4 hombres de V¨¦lez: Carril, Naz¨¢bal, Oliva y Martins, y 2 de San Emeterio: Agostinho y Aja. En el descenso se descolg¨® Martins; pero enlaz¨® con el grupo de cabeza, formado por 9 hombres Pesarrodona, con lo que la mayor¨ªa vitoriana se mantuvo siempre.
La etapa de hoy
De nuevo la monta?a, es el signo de la etapa del d¨ªa. Los ciclistas tendr¨¢n que superar entre Cangas de On¨ªs y Reinosa, 156 kil¨®metros, 5 puertos. El orden a seguir es ¨¦ste: Alto de Origueira (tercera), Sierra de la Collada (primera), Alto de la Reserva. (segunda), Collado de Carmona (segunda), y Puerto de Palombrera (primera).
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