La OTAN Iatinoamericana
Tras el golpe de Estado, protagonizado por las Fuerzas Armadas argentinas, un verdadero clima de ?OTAN?, de alianza secreta, enrareci¨® la ya citada atm¨®sfera que se respira en el Cono Sur del continente americano. Sin embargo, los antecedentes de este pacto, rubricado ahora por el Gobierno Militar de Buenos Aires, datan desde el derrocamiento del presidente Salvador Allende en Chile.A partir del 11 de septiembre de 1973 se sucedieron las entrevistas entre los uniformados que gobiernan el pa¨ªs trasandino, Uruguay, Bolivia y Paraguay bajo el liderazgo de Brasil y de las delegaciones militares norteamericanas. El eficientismo propio de los medios castrenses hizo que las conversaciones entre los representantes de los pa¨ªses sudamericanos arrojaran resultados pr¨¢cticos inmediatos. Amalgamados por la reconocida confraternidad ideol¨®gica que los caracteriza, los reg¨ªmenes pre sididos por Pinochet, Bordaberry, Banzer, Stroessner y Geizel acordaron estrechar filas entre sus respectivos servicios de se guridad para combatir ?los tent¨¢culos del comunismo int¨¦rnacional? en Am¨¦rica Lat¨ªna.
El triunfo de Agostinho Neto en Angola y el resurgimiento de los movimientos de liberaci¨®n en ¨¦l continente negro, que amenazan con romper el equilibrio de fuerzas que permite a EEUU dominar las aguas del Atl¨¢ntico Sur, no tard¨® en re,percutir en. Latinoam¨¦rica. Al mismo tiempo que Brasil y Uruguay dispon¨ªan un incremento de las defensas en sus jurisdicciones oce¨¢nicas, el secretario de Estado norteamericano reelaboraba una nueva estrategia a seguir al sur de la l¨ªnea del Ecuador, Henry Kislingerse decidi¨® a marchar hacia Africa donde, en una r¨¢pida gira, dej¨® bien sentado que su Gobierno apoyar¨ªa la constituci¨®n de feg¨ªmenes neocoloniales que respeten a las mayor¨ªas negras
Mientras tanto, oc¨¦ano de por medio, los militares argentinos se encargaban de desplazar de la Casa Rosada a la agonizante administraci¨®n de Isabel Per¨®n. En su reemplazo, el flamante presidente, general Jorge Videla, se pronunci¨® por la ubicaci¨®n de su pa¨ªs ?en el mundo occidental y cristiano? a diferencia de los contradictorios devaneos tercermundistas que esgrim¨ªa el Justicialismo en el poder.
En pocas palabras, la pol¨ªtica encarada por Washington en el continente africano se tradujo en un refuerzo de la estrategia estadounid¨¦nse en la parte mas austral del hemisferio americano. No en vano se anunci¨®, aunque todav¨ªa no ha sido con firmada oficialmente, la visita de Kissinger a Buenos Aires para mediados de junio. All¨ª lo esperan las delegaciones militares de USA y Brasil que, desde el 24 de marzo, asesoran al nue vo Gobierno y celebran ?reuniones de estudio? para resolver problemas de autodefensa con tinental. Entre los temas a tratar, sin duda, est¨¢ Per¨², cuyo Gobierno progresista constituye el ¨²ltimo escollo a salvar por EEUU en Am¨¦rica Latina, con excepci¨®n de Cuba,
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.