Para frenar las precios
LAS ULTIMAS cifras oficiales sobre el crecimiento de los precios son tan preocupantes, que hacen dudar de las perspectivas de reactivaci¨®n en la que, seg¨²n las autoridades, estamos entrando.En los cuatro primeros meses del a?o la inflaci¨®n espa?ola super¨® una marca hist¨®rica, y lo grave es que la tendencia sigue siendo de alza. La subida del precio del pan supondr¨¢ m¨¢s de un punto en el ¨ªndice durante el mes de mayo, y la evoluci¨®n de los salarios y sus repercusiones en los precios indican que la situaci¨®n no tiende a mejorar.
El aumento de los precios neutraliza, el aumento de los salarios realmente importante en los ¨²ltimos convenios negociados. Este aumento de los costes salariales puede cortar las posibilidades de inversi¨®n capaces de generar los puestos de trabajo que reclaman el casi mill¨®n de parados que existen realmente hoy en nuestro pa¨ªs.
Las medidas de control de rentas, de precios y de salarios, no funcionan ni se muestran eficaces. Esto mismo ha ocurrido en otros pa¨ªses de Occidente, donde la inflaci¨®n se ha controlado gracias a la disciplina de sus relaciones laborales o la salud de su econom¨ªa. El caso brit¨¢nico merece alguna reflexi¨®n: con una situaci¨®n econ¨®mica dificil se empieza a controlar la inflaci¨®n merced al pacto que patronos, trabajadores y Gobierno han suscrito para congelar las demandas salariales. El pacto, aun con Ciertas reservas, ha demostrado ser eficaz, porque ha sido suscrito por representantes v¨¢lidos que respetan los acuerdos.
En Espa?a se insiste en la necesidad de ese pacto. Los empresarios piden que ¨¦ste se suscriba entre representantes aut¨¦nticos del trabajo y del capital. Las declaraciones recientes de hombres como M¨¢rquez Bal¨ªn, presidente de Standard, o de Rafael Termes, vicepresidente de la Uni¨®n Nacional de Empresarios de Banco, son ejemplo de esta postura.
Los trabajadores, por su parte, proponen en algunos sectores un acuerdo pol¨ªtico previo que permita la presencia de todos los representantes de los sectores que confluyen en la empresa. Este es el sentido, por ejemplo, del art¨ªculo publicado ayer en la ?Tribuna Libre? de EL PAIS por un miembro de las Comisiones Obreras. Pero hay que decir que ¨¦stas, con ser potentes, no representan la mayor parte del mundo del trabajo, y que es preciso conocer cu¨¢l es la posici¨®n real de todas las fuerzas laborales.
Mientras el acuerdo entre capital y trabajo no exista, y no se puedan limitar los salarios, la inflaci¨®n se mantendr¨¢ en los niveles crecientes que ofrece ahora, amenazando gravemente la propia capacidad adquisitiva de los asalariados, clave del consumo interior.
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