Airbnb doblega a la Ciudad de M¨¦xico
Una regulaci¨®n ambiciosa de las plataformas de renta temporal est¨¢ congelada ante el temor del Gobierno de la capital a ejercer el poder
Una izquierda timorata gobierna la Ciudad de M¨¦xico. O al menos eso parece al observar el desarrollo que ha tenido la regulaci¨®n de Airbnb.
Luego de que el a?o pasado se anunciara con bomba y platillo la aprobaci¨®n de una reforma para regular a las plataformas de rentas temporales, ahora el Gobierno de la capital ha decidido de facto no aplicarla. La Ciudad de M¨¦xico se encuentra ¡°negociando¡± la aplicaci¨®n de la ley con un pu?ado de propietarios de Airbnb y plataformas que ejercen fuertes presiones.
Dentro de la facci¨®n de Morena que gobierna la capital, muchas de las excusas presentadas por las plataformas de renta temporal han calado profundo. Una de las m¨¢s agraviantes, porque parece salida del manual del PAN, es que es mejor permitir que haya Airbnb para que florezca la F¨®rmula 1.
Esto es francamente incre¨ªble. Es inaudito que el mismo partido, Morena, que en su momento se ufan¨® en no subsidiar a la F¨®rmula 1 con dinero p¨²blico, ahora est¨¦ ¡°dialogando¡± la posibilidad de financiarla indirectamente al mismo evento deportivo con regulaci¨®n a modo. Todo a costa de la crisis de vivienda.
Otra excusa que ronda las mesas de negociaci¨®n son los ¡°estudios¡± realizados por el propio Airbnb. Seg¨²n esta ¡°evidencia¡±, no es necesario regular a las plataformas de renta temporal porque no son responsables de la crisis de vivienda. Este argumento es tramposo.
Por supuesto que las plataformas no son la ¨²nica causa de la crisis, pero ello no quiere decir que hacerlo no contribuya a atemperarla. En la Ciudad de M¨¦xico existen 26.000 espacios listados en Airbnb y el 65% de estos son viviendas completas, seg¨²n datos de la Coalici¨®n Internacional para el H¨¢bitat de Am¨¦rica Latina. Esto significa que, tan solo en la alcald¨ªa Cuauht¨¦moc, epicentro de la epidemia de renta temporal, Airbnb controla una de cada siete viviendas habitadas (INEGI y HIL-AC).
Regularlas no resolver¨¢ el problema de vivienda de la ciudad completa, pero s¨ª sumar¨¢ a resolver una parte porque abrir¨¢ espacios de renta de largo plazo y, sobre todo, erradicar¨¢ el perverso incentivo de ¡°construir para Airbnb¡±. Es decir, la moda de realizar proyectos inmobiliarios en las zonas con mejores servicios p¨²blicos de la capital exclusivamente para renta temporal.
Los ¡°estudios¡± que la Ciudad de M¨¦xico est¨¢ recibiendo en sus negociaciones tienen severos problemas metodol¨®gicos. Por ejemplo, uno de ellos argumenta que el valor de las viviendas en la capital ha disminuido de 2018 a 2024. Esto es rotundamente falso. Seg¨²n los datos del ¨ªndice de precios de vivienda de la sociedad hipotecaria federal, el valor ha aumentado 46%. Esto es 10 puntos porcentuales por encima de la inflaci¨®n acumulada.
Finalmente, est¨¢ el argumento de que Airbnb le conviene a la Ciudad de M¨¦xico porque las plataformas pagan impuestos. Es verdad que los pagan. Pero tambi¨¦n los pagar¨ªan, y en mayor medida, los hoteles formales que eventualmente tomar¨ªan la demanda tur¨ªstica de forma m¨¢s ordenada y en terrenos de uso comercial.
En el fondo, el Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico sabe todo esto, pero, temiendo ¡°abrir un flanco opositor¡±, no act¨²a. Contin¨²a en el di¨¢logo infinito ¨Dcomandado por Alejandro Encinas a petici¨®n de Clara Brugada¨D negociando la aplicaci¨®n de una ley que ya no debe negociarse porque ya es ley. Tal parece que se ha olvidado que el espacio de negociaci¨®n fue meses atr¨¢s, en el congreso local, y ah¨ª la voluntad de las mayor¨ªas fue regular a las plataformas. Hoy toca aplicar la ley.
Hay ciertos indicios de que el Gobierno de la capital no quiere aplicar la ley porque se ha convencido de que necesita de Airbnb para el mundial de f¨²tbol. Este es un argumento francamente d¨¦bil dado que M¨¦xico solo tendr¨¢ un par de partidos. Adem¨¢s, muchas ciudades del mundo han tenido grandes eventos deportivos con regulaciones a¨²n m¨¢s estrictas que las que se buscan implementar en la Ciudad de M¨¦xico. En ¨²ltima instancia, se podr¨ªa permitir una excepci¨®n a Airbnb durante el tiempo del mundial.
En lo personal, no estoy en contra de que Airbnb exista. Sin embargo, considero imperante que exista de forma regulada a fin de que las rentas temporales sean eso, una forma secundaria y temporal del uso de la vivienda, no un can¨ªbal de las viviendas de quienes habitan la capital de forma permanente.
En momentos como este vale recordar las palabras de Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona, quien hace poco escribi¨®: ¡°Quienes asumen el liderazgo de la gesti¨®n p¨²blica deben responder esta sencilla pregunta: ?para qui¨¦n deben ser las ciudades?¡± Y tener claridad sobre si deben ser para los turistas o para la vida cotidiana.
No tengo duda de que ante tal pregunta Clara Brugada responder¨ªa que la ciudad es nuestra, de quienes la vivimos de tiempo completo. Quiz¨¢ es tiempo de que la jefa de Gobierno comande a Alejandro Encinas a terminar las discusiones interminables y proceda a hacer lo que toca: aplicar la ley.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.