El escuadr¨®n

Nos hemos arriesgado en estas modestas cr¨ªticas a dar unas valoraciones a los restaurantes estudiados. La puntuaci¨®n ser¨¢ sobre 10 que, en uni¨®n del 9, representar¨¢ la nota de sobresaliente. Somos los primeros en deplorar el escaso uso que de esta calificaci¨®n tendremos oportunidad de hacer. El 8 y el 7 representan una calidad notable El 6 y el 5 no pasan de meramente aceptables y los n¨²meros inferiores a 4 son ¨ªndice de baja calidad.Importa aclarar que somos conscientes del peligro que estas valoraciones implican, pero advertimos que procuraremos aplicarlas sobre los restaurantes que nos sean bien conocidos, en caso contrario lo advertiremos, y siempre estar¨¦mos dispuestos a recitificar nuestra apreciaci¨®n.

Hoy nos ocupamos de El Escuadr¨®n, restaurante que figura con una estrella en la Gu¨ªa Michel¨ªn; no entraremos a discutir la calificaci¨®n que tan prestigiosa gu¨ªa gastron¨®mica ha hecho de losr estaurantes espa?oles, pero parece oportuno manifestar nuestra discrepancia con la misma.

La buena situaci¨®n y la amabilidad de su personal hacen que El Escuadr¨®n sea frecuentado, sobre todo a la hora del almuerzo, por un grupo selecto de habituales, banqueros y hombres de negocios que pese a tener, muchos de ellos, buenos comedores en sus bancos, prefieren la independencia que les brindan los salones de este restaurante, puestos con excelente buen gusto.

El nacimiento de El Escuadr¨®n fue azaroso, pues sufri¨® diferentes vicisitudes hasta llegar a manos de F¨¦lix Fern¨¢ndez -nombre importante en la hosteler¨ªa espa?ola- que regenta el famoso Valent¨ªn de la calle de San Alberto, del que otro d¨ªa nos ocuparemos complacidos, y otros m¨¢s modernos como el Club Valent¨ªn en la parte alta de la Avenida del General¨ªsimo, y el Nuevo Valent¨ªn en Concha Espina, a los que, por el momento, preferimos no examinar.

Las obras de ampliaci¨®n de este local son recientes y, tal vez por ello, la cocina no haya dado un rendimiento ¨®ptimo y al lado de unos platos muy logrados, tales como el besugo al horno, la merluza bilba¨ªna, los corderos y algunas carnes, existen baches que esperamos ser¨¢n subsanados.

Confiamos en que F¨¦lix Fern¨¢ndez deposite su confianza en el excelente maitre que hoy tiene El Escuadr¨®n -Rom¨¢n, que posee buen conocimiento de su oficio y de la clientela- para que pueda ofrecer una calidad uniforme en la cocina pues, en general, a las materias primas no se les puede poner reparos.

La bodega no es demasiado extensa ni tiene vinos extraordinarios, pero mantiene un discreto tono medio. Cabe resaltar la magn¨ªfica cosecha del 71 de Bodegas Muga, verdadero hallazgo de Benito, el sommelier, que es, por su juventud, uno de los poco profesionales que creemos destacar¨¢ en esta actividad en el futuro.

El servicio que, como ya indicamos, es de una gran amabilidad acusa una cierta inexperiencia. En los comedores de la planta alta -muy agradables- se deja sentir la biso?ez del mismo y parece que, en cierto modo, El Escuadr¨®n es una escuela de camaremos de la cadena Valent¨ªn.

Como queda rese?ado, la instalaci¨®n es muy atractiva, bonita la decoraci¨®n y con un simp¨¢tico empaque militar. El emplazamiento, junto al teatro Mar¨ªa Guerrero, c¨®modo y, con la ayuda del personal, de f¨¢cil aparcamiento.