Se consolida la "santa alianza" entre Uruguay y Argentina
Con el asesinato de dos conocidos l¨ªderes de la oposici¨®n democr¨¢tica uruguaya -los se?ores Zelmar Michelini y H¨¦ctor Guti¨¦rrez Ruiz- parece consolidarse la ?santa alianza anticomunista? firmada por las autoridades militares de ambos pa¨ªses.Los cad¨¢veres de cuatro personas aparecieron en la noche del s¨¢bado, cerca de Buenos Aires. La polic¨ªa argentina los identific¨® como siendo los cuerpos de Michelini y Guti¨¦rrez, as¨ª como de William Whitelaw (miembro de los ?Tupamaros? uruguayos) y su esposa, la chilena Carmen Barredo.
Los cables de algunas agencias informativas, sometidas a la implacable censura castrense Argentina, informan que el llamado ?Ej¨¦rcito Revolucionario del Pueblo? (ultraizquierdista) se hab¨ªa responsabilizado por el asesinato. Se trataba, seg¨²n estas versiones, de un ?trabajo? encargado por los Tupamaros a los terroristas argentinos.
Pero semejante versi¨®n apenas aguanta un an¨¢lisis serio. Y, no s¨®lo porque el se?or Whitelaw era miembro activo (aunque disidente) de los Tupamaros, sino porque los dos pol¨ªticos uruguayos asesinados manten¨ªan con la izquierda extraparlamentaria de su pa¨ªs relaciones correctas. La mano que firm¨® y apoy¨® a los asesinos parece que se halla en el otro extremo de la pol¨ªtica uruguaya y mantiene buenas relaciones con el poder. De todos modos, por parte argentina no hubo el m¨¢s m¨ªnimo intento de identificar a los secuestradores -que actuaron a la luz del d¨ªa y con absoluta impunidad-, en los casi cinco d¨ªas que mediaron entre la detenci¨®n de los dos exiliados y su asesinato.
Ninguno de los dos pol¨ªticos uruguayos asesinados era un extremista peligroso.
El se?or Zelmar Michelini, era dirigente dem¨®crata radical, periodista y l¨ªder del ?Frente Amplio?. En la actualidad, tras su exilio en Argentina (junio 1973), trabajaba en el matutino bonaerense ?La Opini¨®n". D¨ªas antes de su asesinato hab¨ªa enviado una carta a uno de sus colegas del diario advirti¨¦ndole de que si por casualidad era ?trasladado? a Uruguay, ser¨ªa por la fuerza. Michelini sab¨ªa que el ministro del Interior uruguayo, se?or Blanco, gestionaba con las autoridades argentinas su expulsi¨®n del pa¨ªs. Sab¨ªa tambi¨¦n que bandas parapoliciales de la dictadura uruguaya actuaban impunemente en Argentina.
Por su parte, H¨¦ctor Guti¨¦rrez Ruiz, proven¨ªa del Partido Nacionalista Agrario y fue la mano derecha del l¨ªder del Partido Nacional Ferreira Aldunate. Durante dos a?os consecutivos presidi¨® la C¨¢mara de Diputados, y el 27 de junio de 1973 debi¨® exiliarse a la Argentina, cuando el presidente Bordaberry admiti¨® como un hecho consumado el golpe militar.
Guti¨¦rrez Ruiz, era cristiano, experto negociador, esp¨ªritu liberal y antitotalitario. A su alrededor se concentraba el exilio democr¨¢tico uruguayo en Argentina. Y esto lo hac¨ªa doblemente peligroso.
Los cad¨¢veres de los dirigentes democr¨¢ticos uruguayos aparecieron maniatados cerca del lugar de los hechos, algunos comunicados del ?Ej¨¦rcito Revolucionario del Pueblo? que, seg¨²n un portavoz de esta organizaci¨®n, eran ?m¨¢s falsos que Judas?. La compungida nota de la Polic¨ªa Federal argentina asegura que ?presentaban varios impactos de bala?. En cambio no informa de que las personas que secuestraron a Michelini y a Guti¨¦rrez dijeron que eran polic¨ªas argentinos. Y que antes de llev¨¢rselos destruyeron sus viviendas.
Ante este nuevo crimen que probablemente (los antecedentes sobran) quedar¨¢ impune, el miedo comienza a cundir entre los exiliados uruguayos de Argentina, que son varios miles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.