Un boxeador, un asesinato y un burdel
El 22 de mayo de 1976 el m¨ªtico peso pesado argentino Oscar Bonavena fue asesinado a los 33 a?os en la puerta del popular 'Mustang Ranch', en Nevada (EE UU). Conclu¨ªa as¨ª una destacada carrera deportiva que le llev¨® a combatir con Mohamed Ali
Todo parec¨ªa indicar que la muerte de Ringo Bonavena ocurri¨® como consecuencia de una relaci¨®n amorosa, pero no se sab¨ªa de cu¨¢ntas. La polic¨ªa barajaba una posible vinculaci¨®n del homicidio con la reciente separaci¨®n del matrimonio Conforte, due?o del burdel frente al que fue asesinado el p¨²gil argentino y promotores de su carrera en Estados Unidos. Seg¨²n esto, los problemas para Bonavena podr¨ªan haber surgido cuando la se?ora Conforte le acompa?¨® a San Francisco para gestionar un nuevo pasaporte, ya que el suyo le fue destruido en el asalto a la casa rodante donde viv¨ªa.
El sospechoso ten¨ªa antecedentes de tr¨¢fico de drogas y asalto.
La se?ora Conforte telefone¨® desde San Francisco a la polic¨ªa de Reno y solicit¨® una escolta de protecci¨®n, ya que hab¨ªa recibido una llamada con amenazas si regresaba a Reno. Al d¨ªa siguiente, a las seis de la madrugada, se comet¨ªa el asesinato de Ringo. El sherif del condado, Robert de Carlo, se?al¨® que se sab¨ªa que el due?o hab¨ªa prohibido a Bonavena la entrada en el burdel, pero se desconocen los motivos de tal medida.
El c¨¦lebre argentino de los grandes pesos
Tras de s¨ª deja un brillante historial deportivo y una inmensa fortuna amasada a pu?etazos. Y, quiz¨¢ la amargura de no haber igualado nunca en genialidad ni en excentricidades a Casius Clay. La polic¨ªa de Nevada investiga sobre su muerte, producida en un burdel y por un disparo de rifle. Oscar Bonavena hab¨ªa nacido en Buenos Aires el 25 de septiembre de 1942. En un barrio modesto, y en el seno de una familia muy numerosa: siete hermanos. Su infancia fue dif¨ªcil por las necesidades econ¨®mica de la familia. Su car¨¢cter hura?o desde la infancia, porque sus pies planos le hac¨ªan ser objeto de frecuentes burlas. Su desarrollo, siempre desproporcionado para su edad, le mov¨ªa a tomarse las m¨¢s veces posibles la justicia por su mano. En la adolescencia, ya era lo que suele definirse como ?el mat¨®n del barrio?. Pero los problemas econ¨®micos de la familia persist¨ªan y alg¨²n amigo le recomend¨®: "Con tu fuerza puedes ser alguien en el boxeo. Dinero f¨¢cil y poco trabajo". Oscar fue a un gimnasio y pronto comprendi¨® que hab¨ªa encontrado su camino. Como aficionado destac¨® poderosamente. Tanto que se traslad¨® a Estados Unidos para hacer su debut profesional en Nueva York en el 64, y con victoria por K.O. El mismo resultado arrojar¨ªan sus cinco peleas inmediatas.
Bonavena, ya ten¨ªa, por derecho propio, un puesto en la primer¨ªsima fila de los mejores pesos pesados. El 4 de septiembre del 65 se proclamar¨ªa campe¨®n sudamericano al vencer a Goyo Peralta, el hombre que consumi¨® los ¨²ltimos a?os de su carrera en Espa?a.En el 68 consigui¨® ser nombrado aspirante al t¨ªtulo que entonces ostentaba Frazier. Ambos p¨²giles se enfrentaron por segunda vez en su carrera el 10 de diciembre y Bonavena dejar¨ªa escapar su gran oportunidad. Fue una pelea con muchas precauciones por ambas partes y el veredicto final dio el triunfo por puntos a Frazier.
No habr¨ªa una nueva oportunidad. Su m¨¢s importante pelea posterior la celebrar¨ªa el 7 de diciembre del 70 y le apartar¨ªa de forma ya definitiva del camino del t¨ªtulo mundial. Rival, Clay, que hab¨ªa vuelto a la actividad, Tras una intens¨ªsima batalla dial¨¦ctica, en la que Ringo brill¨® tanto como el propio Clay, se enfrentaron sobre el ring. Clay fue el mejor y venci¨® por K.O. en el ¨²ltimo asalto. Desde entonces, Bonavena no ser¨ªa el mismo. Sus rivales han ido descendiendo gradualmente de calidad, y su carrera estaba a punto de concluir. Incluso hab¨ªa estado a punto de venir a Espa?a hace pocos meses, para pelear con Urtain. Pero Bonavena, casado y con dos hijos era todo un hombre de negocios que hab¨ªa amasado una inmensa fortuna a pu?etazos: una cadena de sastrer¨ªas (su padre era un modesto sastre cuando ¨¦l era un ni?o), una empresa de publicidad, locales de diversi¨®n en Mar del Plata, inmobiliarias en Buenos Aires y grandes extensiones de terreno en varias zonas de Argentina. Ten¨ªa en proyecto organizar una cuadra de caballos de carreras.
Ayer la muerte le sorprendi¨® en Reno, en el burdel de un amigo. Un disparo de rifle seg¨® su vida, ?Mafia? ?Venganza? Todas las hip¨®tesis son posibles. La polic¨ªa de Nevada investiga el caso. Ringo ha dejado de hablar.
* Este art¨ªculo apareci¨® en la edici¨®n impresa del Domingo, 23 de mayo de 1976
Como sospechoso del asesinato fue detenido Willard Brymer, de 31 a?os y guardia de seguridad del burdel, al que la polic¨ªa acusa de ser el autor del asalto a la caravana de Bonavena. Los problemas entre el guardia y el boxeador, seg¨²n la polic¨ªa, pueden tener que ver con otra mujer.
Bonavena se hab¨ªa casado el 19 de febrero con Cheryl Ann Rebideaux, una joven de veinte a?os empleada en el burdel. El matrimonio fue anulado diez d¨ªas despu¨¦s, a causa de la situaci¨®n marital de Bonavena en Argentina. Se sabe tambi¨¦n que Ringo hab¨ªa tenido recientemente una "sangrienta pelea" con el guardia de seguridad y que la causa podr¨ªa ser esa mujer. El boxeador fue asesinado con un arma era de alto calibre que dispararon a unos cuarenta metros. Brymer fue detenido una hora despu¨¦s del asesinato y fue encarcelado sin fianza en una prisi¨®n del estado de Nevada.(*Brymer fue encontrado culpable de la muerte del boxeador pero s¨®lo cumpli¨® 15 meses de condena por homicidio involuntario. Su defensa aleg¨® que apret¨® el gatillo de forma involuntaria).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.