El sentido del cinque?o
El toro con cinco a?os, aun siendo bueno, desarrolla un sentido que puede coger a un torero en cuanto le pierde la cara.Ayer en las Ventas, una ?se?ora? corrida de toros inund¨® los tendidos de emoci¨®n y puso en peligro, en muchas ocasiones, la integridad f¨ªsica de los toreros. Los toros segundo, tercero y quinto, voltearon a sus respectivos Matadores.. El quinto cal¨® a El Puno al quedarse este en la cara est¨¢tico, sin acordarse que el cinque?o que ten¨ªa delante ya hab¨ªa aprendido lo suficiente como para hacer carne en el menor descuido. Ya en su primero hab¨ªa sido alcanzado al hacer hilo con el toro. El hacer hilo es permitir que el toro arremeta contr a el torero al arrebatarle su terreno. El astado no da ocasi¨®n para que el diestro pueda rectificar y se coloque fuera del peligro.
El tercer toro que se colaba por el pit¨®n derecho desde que sali¨®, alcanzo a Antonio Rojas en la ingle derecha con ganas de herir, busc¨¢ndolo en el. suelo con sa?a y fiereza. No pas¨® nada por la presteza con que le hicieron el quite.
Estos toros, al estilo antiguo, requieren una atenci¨®n permanente y un toreo distinto del que se practica en la actualidad, ya que conforme se van torearico aprenden y, poco a poco, desarrollan un gran sentido. Estas reses requieren faenas cortas y precisas para no dar lugar al resabio.
El p¨²blico vibr¨® de emoci¨®n, sinti¨® miedo en alguno s momentos y sali¨® de la plaza con un gran regusto. Pero conviene no olvidar que esta clase de corridas requieren una lidia distinta a la que se est¨¢ haciendo en la actualidad.
Los toreros demostraron una gran presencia de ¨¢nimo al sobreponerse a las dificultades, super¨¢ndolas hasta con lucimiento y brillantez; sobre todo, Antonio Rojas, que estuvo hecho un valiente.
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