El "Viking-1" se posar¨¢ pr¨®ximamente en Marte
El 15 de junio la nave interplanetaria Viking-1, lanzada por los Estados Unidos, entrar¨¢ en ¨®rbita del planeta Marte. Dos semanas m¨¢s tarde, el d¨ªa 4 de julio, doscientos a?os despu¨¦s de la fundaci¨®n del Estado norteamericano, un m¨®dulo se posar¨¢ sobre la desconocida superficie del planeta rojo. Un brazo mec¨¢nico arrancar¨¢ materia del suelo marciano. De sus an¨¢lisis depende la confirmaci¨®n de la existencia de vida en el planeta. Ello abrir¨ªa la posibilidad de hallar vida en la multitud de cuerpos gal¨¢cticos que el hombre desconoce.
La sonda vikingo est¨¢ actualmente a seis millones de kil¨®metros del planeta Marte. Ya ha enviado a la Tierra las primeras fotograf¨ªas, pero el gran problema ser¨¢ el de su descenso controlado sobre la superficie marciana. El m¨¢s minimo error puede dar al traste con un proyecto que ocupa actualmente a 450 personas (en los momentos de mayor intensidad, diez mil) y cuyo coste total es, de cerca de mil millones de d¨®lares.El 9 de junio, Viking-1 pondr¨¢ en marcha los motores de que dispone para cambiar su trayectoria y entrar en ¨®rbita, operaci¨®n que previsiblemente quedar¨¢ resuelta el 15 de junio. Desde entonces hasta el momento de su aterrizaje, el 4 de julio, los t¨¦cnicos que dirigen la operaci¨®n tendr¨¢n que decidir cu¨¢l es el punto sobre el que ha de pesarse el aparato.
Por las caracter¨ªsticas que tiene la ¨®rbita de Marte y por la inclinaci¨®n de su eje, el lugar de descenso de la nave no est¨¢ visible frecuentemente a la vista ni ha podido por eso ser estudiado con detalle. Pero entre el 29 de mayo y el 11 de junio, la parte septentrional de Marte mirar¨¢ hacia la Tierra y permitir¨¢ a los cient¨ªficos enfocar los rayos de radar hacia parte de la regi¨®n de descenso.
Al hacer rebotar se?ales de radio de Marte y analizarlas a su regreso a la Tierra, los t¨¦cnicos esperan conseguir una imagen m¨¢s clara de los puntos de descenso. Si la se?al de radio vuelve clara, eso querr¨¢ decir que el terreno es relativamente liso. Una se?al dispersa y confusa pudiera indicar dunas de arena, rocas o pe?ascos.
Un descenso preparado
Los cient¨ªficos pudieron descubrir objetos de cien metros en experiencias anteriores con la astronave Mariner-9, en 1972. Partiendo de esos datos es como se escogi¨® en principio el lugar de descenso considerado m¨¢s seguro. Pero eso no basta. Una simple piedra del tama?o de un bal¨®n de f¨²tbol podr¨ªa estropear la operaci¨®n.Las c¨¢maras de Viking-1 van a enfocar desde el 19 de junio hasta la esperada fecha del 4 de julio la superficie del planeta. As¨ª se percibir¨¢n objetos de 40 metros. ?Pero eso no bastar¨¢ para descubrir pe?ascos peligrosos de Un metro de tama?o -afirma Mr. Kraemar, de la NASA- Los que m¨¢s nos preocupan son los peque?os.No sabemos qu¨¦ se va a encontrar all¨ª hasta que la nave toque tierra. Toda clase de exploraciones por terfenos desconocidos lleva consigo peligros. Existe un l¨ªmite en lo que no podemos hacer sobre los pe?ascos que no vemos. Necesitaremos mucha suerte para conseguir que el descenso se haga sin novedad.?
Si todo sale bien, una vez sobre la superficie del desconocido planeta, el m¨®dulo depositado all¨ª, con la. ayuda de un brazo mec¨¢nico, arrancar¨¢ muestras del suelo. Esos trozos de la tierra marciana ser¨¢n analizados all¨ª mismo por un laboratorio electromec¨¢nico. Los datos del an¨¢lisis, unidos a los resultados de an¨¢lisis meteorol¨®gicos que tambi¨¦n realizar¨¢ el m¨®dulo depositado, ser¨¢n enviados a nuestro planeta.
Las se?ales se transmitir¨¢n desde el suelo marciano hasta otro m¨®dulo que se habr¨¢ q¨²edado girando en torno al planeta y, desde all¨ª, dar¨¢n, el salto de 340.000 millones de kil¨®metros hasta nuestro planeta.
Un enigma milenario
Todo esto parece ser el ¨²nico medio, despu¨¦s de realizadas las pruebas Mariner norteamericanas y las experiencias Mars sovi¨¦ticas, para averiguar qu¨¦ sucede realmente en el planeta vecino. El profesor sovi¨¦tico Vasili Moroz, de la Academia de Ciencias de la URSS, asegura que ?es evidente que Marte se trata de un planeta vivo y sujeto a cambios r¨¢pidos. Todav¨ªa en un reciente pasado geol¨®gico Marte tuvo una atm¨®sfera semejante por su densidad a la terrestre?.Si bien en estas afirmaciones del cient¨ªfico sovi¨¦tico st entiende por viva la materia sujeta a fuertes cambios, a?adi¨® que all¨ª se han dado ?condiciones necesarias para el engendro de la v¨ªda?, entendido como la puebla nuestro mundo.
Desde hace siglos el hombre desea saber si existe vida m¨¢s all¨¢ de nuestro planeta. El enigma no es s¨®lo tratar de Conocer la existencia de vida como la terrestre, sino otras probables formas desconocidas.
La clave de la investigaci¨®n es encontrar vida microsc¨®pica. Si existe tal modalidad de vida, el enigma quedar¨¢ resuelto. Gerald Soffen, director cient¨ªfico del proyecto Vikingo, afirm¨® recientemente que ?si all¨ª ha habido vida de gran tama?o, tiene que haber vida de peque?o tama?o?. Ser¨ªa inconcebible, utilizando una semejanza, la existencia en la Tierra de animales, humanos, plantas, sin esa multitud innumerable de bacterias, virus y organismos unicelulares que pueblan cualquier mil¨ªmetro c¨²bico de nuestra Tierra o nuestra atm¨®sfera.
La exploraci¨®n de una parcela, por peque?a que fuese, de nuestra biosfera demostrar¨ªa el hecho palp¨¢ble de la vida terrestre. Eso es lo que el pr¨®ximo 4 de julio va a comenzar a investigarse en el planeta Marte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.