El Partido Carlista presentar¨¢ querella contra los responsables de Montejurra
?Podemos perdonar con nuestro coraz¨®n a los culpables de Montejurra, pero no permitiremos que sus actos asesinos queden impunes . Queremos que se haga justicia y no aceptaremos debilidad alguna, aunque, entre los responsables, pueda estar mi hijo menor?. El patriarca de los Carlistas, Javier de Borb¨®n, no vacil¨® al pronunciar estas palabras ante el medio millar de boinas rojas que el domingo festejaron su ochenta y siete cumplea?os en Arbonne, peque?a localidad vasco-francesa, pr¨®xima a Biarritz.
La onom¨¢stica de Javier de Borb¨®n gir¨® esta vez en torno a los recientes sucesos de Montejurra; por eso el acto familiar de otros a?os dej¨® paso a un an¨¢lisis de los ¨²ltimos acontecimientos y a una reafirmaci¨®n de unidad carlista en torno,a su l¨ªder Carlos Hugo,Mientras Arbonne -una treintena de Casas en torno al front¨®n y la iglesia- aparec¨ªa desde primeras horas de la tarde invadida de coches y autobuses de matr¨ªcula espa?ola, en su mayor¨ªa de la zona vasca, en Villa Valcarlos se reun¨ªa la junta de gobierno del Partido Carlista.
Para aclarar responsabilidades en torno a lo sucedido en Montejurra acord¨® iniciar varias acciones paralelas, que comprenden, en primer lugar, la presentaci¨®n de una querella contra los presuntos autores materiales de las agresiones.
Esta querella iba a ser presentada entre ayer y hoy ante el juzgado de Estella por el abogado Jos¨¦ ?ngel P¨¦rez Nieva, que actuar¨ªa en los dos muertos y de dos de los heridos.
Por su parte, la Hermandad Penitencial del Viacrucis de Montejurra, presentar¨¢ otra denuncia contra quienes impidieron la celebraci¨®n de un acto lit¨²rgico que ten¨ªa aprobaci¨®n can¨®nica,
Igualmente, se querellar¨¢n contra Blas Pi?ar, Jos¨¦ Antonio Gir¨®n de Velasco y Mariano S¨¢nchez Covisa, como responsable m¨¢ximos de Fuerza Nueva Confederaci¨®n Nacional de Combatientes y Guerrilleros de Cristo contra dos diarios y contra Ias autoridades responsables del orden.
El Partido Carlista vino a decir que las responsabiidades no terminan con el procesamiento de los autores materiales de la agresi¨®n, sino que debe tambi¨¦n juzgarse a cuantos la hicieron posible de una u otra manera.
En recuerdo de los dos fallecidos se decidi¨® celebrar pr¨®ximamente un acto p¨²blico para colocar sendas cruces en los lugares en los que. cayeron Aniano Jim¨¦nez y Ricardo Garip¨ªa Pellejero. Con este motivo los carlistas alaveses iniciaron una suscripci¨®n p¨²blica.
En un terreno m¨¢s estrictamente pol¨ªtico, el Partido Carlista se reafirm¨® en su ya conocida ideolog¨ªa de un socialismo autogestionario. De cara a un futuro pr¨®ximo, y dada la imposibilidad de que su l¨ªder, Carlos Hugo, pueda entrar en territorio espa?ol, se ha decidido organizar actos pol¨ªticos fuera de Espa?a, en zonas fronterizas con el Pa¨ªs Vasco Catalu?a, Galicia y Andaluc¨ªa, a modo de convocatorias regionales del carlismo.
Funeral en Arbonne
La misa de cumplea?os de Javier de Borb¨®n se convirti¨® en funeral por los dos muertos de Montejurra. Medio millar de personas llenaron adonde la familia Borb¨®n Parma lleg¨® en un Peugeot 504, de color azul, conducido por Carlos Hugo.
Siete sacerdotes espa?oles concelebraron la misa en Villa Valcarlos se celebr¨® un breve acto, en el que Carlos Carnicero, miembro de la Junta Carlista, se?al¨® como m¨¢ximo responsable de la operaci¨®n de Montejurra a Sixto de Borb¨®n Parma.
Carlos Hugo dijo que el sacrificio de las dos v¨ªctimas hab¨ªa salvado otras vidas, ?porque los que fueron a Montejurra fueron a matar?.
Afirm¨® tambi¨¦n que la muerte hab¨ªa sido el sacrificio exigido para demostrar la unidad de los carlistas en su lucha ?por acelerar la ruptura. democr¨¢tica frente a. la ret¨®rica reformista?. Para este logro indic¨® que es necesario un triple, pacto de las fuerzas pol¨ªticas del mundo del trabajo y de los grupos nacionales.
Descart¨® en todo momento la utilizaci¨®n de cualquier medio violento para alcanzar la democracia. ?El Partido Carlista -concluy¨®- no quiere la guerra, sino la paz, y no caer¨¢ en las provocaciones que se le hacen.
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