Mester de clerec¨ªa
Este pa¨ªs tiene, respecto de la clerec¨ªa, una actitud de ?atracci¨®n-repulsi¨®n?. La creencia religiosa sigue vigente en capas muy profundas de la personalidad de los espa?oles, al tiempo que recelan de la Iglesia como instituci¨®n, y en particular de sus cl¨¦rigos (tengo datos sobre todo esto). Tal vez por eso los cl¨¦rigos son los primeros en querer hacer ver que ellos, personalmente, tienen una postura independiente, por ejemplo, respecto del Papa. Cu¨¢ndo ¨¦ste ha recordado a los cat¨®licos italianos la postura de la Iglesia acerca de la participaci¨®n en listas electorales del Partido Comunista italiano, e incluso del mero voto en las pr¨®ximas elecciones, hemos podido asistir en Espa?a, por parte de algunos cl¨¦rigos, a una reacci¨®n mucho m¨¢s agresiva y pretendidamente ir¨®nica, que la que ha manifestado el mismo Partido Comunista italiano. Por 16 menos, parecen querer decir, que sepan nuestros "hermanos" marxistas que entre los cl¨¦rigos estamos algunos que nos tomamos a co?a lo que diga el Papa al respecto, y, sobre todo, que no se deteriore la imagen de que la Iglesia est¨¢ al lado de la izquierda. Esta preocupaci¨®n por ver a la Iglesia en la izquierda - suponiendo, que el llamado eurocomunismo se encuentre a la izquierda- es tan clerical, sobre todo en pluma de cl¨¦rigos, como la de los que se empe?an en situarla a la derecha. Si les parece una intromisi¨®n intolerable que el Papa, reducido a obispo de Roma, y tal vez a simple cl¨¦rigo, recuerde a los cat¨®licos cu¨¢l es la conducta que se desprende de los documentos pontificios sobre el marxismo y el comunismo, supongo que no podr¨¢n esperar otra cosa, de su postura en contrario, que ¨¦sta sea interpretada dentro del g¨¦nero del Mester de clerec¨ªa.La intervenci¨®n del Papa parece que va a entorpecer el di¨¢logo cristiano-marxista en que se encuentran envueltos algunos intelectuales, algunos de ellos cl¨¦rigos. A ese di¨¢logo a nivel intelectual nadie ni nada puede oponerse, y proseguir¨¢ su curso en los a?os venideros, aunque es preciso reconocer que -aparte del acercamiento a nivel humano- los frutos del di¨¢logo son hasta ahora precarios, sobre todo del lado marxista. No existe en la literatura marxista, por ejemplo, una obra de interpretaci¨®n del marxismo abierta al di¨¢logo con los cristianos como El pensamiento de Carlos Marx, del jesuita P. G¨¢lvez. No conozco ninguna interpretaci¨®n marxista del cristianismo abierta al di¨¢logo entre ambos. La actitud personal de Garaundy no ha tenido mucho eco en el campo marxista: por lo pronto, Garaundy est¨¢ fuera del Partido Comunista franc¨¦s -acaso, entre otras cosas, por esa actitud-, y desde luego el Partido Comunista franc¨¦s est¨¢ m¨¢s cerca de las interpretaciones del marxismo menos personalistas y m¨¢s estructuralistas, es decir, las menos favorables al di¨¢logo con los cristianos. Con esto quiero decir que la postura de Pablo VI dif¨ªcilmente va a deteriorar el di¨¢logo intelectual entre cristianos y marxistas, cuando tan en sus comienzos est¨¢. De los que intervienen en ese di¨¢logo ser¨ªa de esperar algo m¨¢s, que la confesi¨®n de que han participado en ellos. La misma energ¨ªa que ponen en ridiculizar al Papa pudieran ponerla en escribir art¨ªculos en que nos dieran a conocer algunos de los frutos del di¨¢logo. Un cl¨¦rigo como Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez Ruiz ha hecho m¨¢s, en Espa?a, en pro de ese di¨¢logo, con art¨ªculos frecuentes, que otros, con muchas m¨¢s ¨ªnfulas intelectuales, entre los que est¨¢n los del giro, los de la ?derecha?, y la ?izquierda?. Un intelectual espa?ol, como Alfonso C. Com¨ªn, da muestras de mucha m¨¢s coherencia que los cat¨®licos italianos, que figuran en las listas del Partido Comunista italiano, pero que al mismo tiempo confiesan que no comparten ni la ideo log¨ªa ni el programa del partido. Yo mismo he escrito sobre la posibilidad de que una democracia cristiana -con ese o con otro nombre- pueda realizar con los socialistas (incluidos los comunistas) un programa com¨²n -que se entiende, que se comparte-. Lo que no tiene sentido es colaborar con el Partido Comunista sin compartir ni siquiera su programa, que en el eurocomunismo hay que reconocer que es bastante moderado.
Pero en el pa¨ªs del Mester de clerec¨ªa no pod¨ªa faltar el invento de cl¨¦rigos fundando, inspirando y promoviendo un partido, confesional, demo-cristiano y, para m¨¢s se?as, populista -el PPD espa?ol-. Un diario de Barcelona conocido por su significado fraguista, ha emprendido una campa?a denunciando al cardenal Taranc¨®n como ?inspirador? de un PPD ?Tanto le temen a la competencia por el electorado, que tienen que inventarse, para denunciarlo y chotearse, un PPD espa?ol, que sin duda le restar¨ªa votantes -de existir- al Centro propiciado por Fraga? Sobre el particular- tambi¨¦n tengo datos, algo m¨¢s fiables que los del que se imagina ?decepcionado? al ver al cardenal Taranc¨®n pidiendo votos para Silva Mu?oz. El posible PPD, actualmente llamado Izquierda Dem¨®crata Cristiana, tuvo como fundador al ex ministro de la Rep¨²blica don Manuel Gim¨¦nez Fern¨¢ndez: fue perseguido por el franquismo, el partido logr¨® sobrevivir hasta el momento actual y se encuentra en trance de organizaci¨®n con algo m¨¢s de ?quinientos? miembros, cifra que generosamente le reconoce el diario barcelon¨¦s. Este Partido nunca la sido franquista, siempre ha sido democr¨¢tico, ha tenido durante d¨¦cadas la enemiga de la jerarqu¨ªa, es partidario de la ruptura, aunque -eso s¨ª- no quiere ir del brazo del Partido Comunista Espa?ol, cuya legalizaci¨®n desea, pero con el que no est¨¢ dispuesto a colaborar, porque su inspiraci¨®n cristiana lo hace imposible desde su punto de vista. ?Deteriora ello la imagen de la Iglesia ante los intelectuales del di¨¢logo cristiano-marxista?, Pues lo van a sentir un mont¨®n los de IDC. Aunque como este partido no ha sido nunca clerical, ni lo es ahora, los aspavientos de los cl¨¦rigos deseosos de "quedar bien" con el Partido Comunista, aunque sea a costa de tomarse a cachondeo las recomendaciones del Papa, no les van a inquietar mucho. En todo caso, se puede llegar a un pacto: los cl¨¦rigos ?progres? se abstendr¨¢n de recomendar a los fieles que voten a Carrillo, a cambio de que el cardenal Taranc¨®n se abstenga de recomendar votar a Silva Mu?oz. U otro pacto mejor: ?por qu¨¦ no cerrar de una vez las p¨¢ginas -seculares y luengas- del Mester de clerec¨ªa?
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