1970: la campa?a en defensa del catal¨¢n
En estos d¨ªas se est¨¢n cumpliendo seis a?os de la campa?a ?Catal¨¢ a l?escola?, patrocinada por Omnium Cultural, que moviliz¨® el pueblo de Catalu?a en favor de la ense?anza de su lengua. Esta campa?a coincidi¨® con la discusi¨®n en las Cortes espa?olas del proyecto de Ley General de Educaci¨®n. Fue aqu¨¦lla una campana que demostr¨® una vez m¨¢s hasta qu¨¦ punto el pueblo catal¨¢n permanece fiel a su lengua, a pesar de las circunstancias vividas. M¨¢s de dos mil corporaciones y entidades de toda Catalu?a, entre las que se contaban las m¨¢s prestigiosas del pa¨ªs, se adhirieron a la campa?a. Miles y miles de personas participaron en ella. Y la prensa barcelonesa la apoy¨® con entusiasmo.Creo que es bueno, ahora, en que el pueblo de Catalu?a vive en plena etapa de resurgimiento, recordar aquella campa?a. Porque es hora de que, dentro de lo posible, vayamos intentando conocer y recuperar la historia de nuestro pasado inmediato, que hasta ahora hemos debido silenciar p¨²blicamente.Dentro de este intento de recuperaci¨®n quisiera situar la historia de un art¨ªculo que, en aquella campana del ?catal¨¢ a l'escola?, tuvo una importancia singular. Me refiero al de Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n, titulado ?El catal¨¢n: un vaso de agua clara?.La campa?a hab¨ªa conseguido ya una amplia difusi¨®n en Catalu?a. En la prensa aparec¨ªan largas relaciones de corporaciones, escuelas y entidades de toda Catalu?a que se sumaban a la misma. Sus promotores, no obstante, tem¨ªan que sin apoyo exterior la campa?a pod¨ªa ser cortada, en cualquier momento, por la autoridad gubernativa de Barcelona. Porque el d¨ªa 3 de abril de aquel 1970 hab¨ªa tenido lugar un debate en las Cortes, en el que el procurador falangista Adolfo Mu?oz Alonso hab¨ªa pronunciado su famosa frase sobre el ?virus?. Se discut¨ªa aquel 2 de abril el art¨ªculo 1? del proyecto de Ley General de Educaci¨®n, y un procurador catal¨¢n hab¨ªa solicitado que en aquel art¨ªculo se hiciera expresa referencia a las ?lenguas vern¨¢culas? en lugar de hablarse ¨²nicamente de la ?incorporaci¨®n de las peculiaridad hab¨ªa provocado la intervenci¨®n del procurador falangista Adolfo Mu?oz Alonso: ?Mucho cuidado con creer que la lengua es s¨®lo veh¨ªculo a trav¨¦s del cual los hombres se comunican, porque tambi¨¦n a trav¨¦s de ella se filtra el alma y, a veces, los virus para el alma.? La indignaci¨®n que esta frase provoc¨® en Catalu?a es dif¨ªcilmente descriptible. Y la expresi¨®n popular de esta indignaci¨®n pod¨ªa provocar que se prohibiera gubernativamente la continuaci¨®n de la campa?a ?catal¨¢ a l'escola?.Para tratar de estas cuestiones fui invitado a una reuni¨®n en el domicilio de la persona que dirig¨ªa la campa?a, Josep Benet, y all¨ª encontr¨¦ otras personas que interven¨ªan en la misma, entre las que recuerdo Albert Manent, Jordi Pujol y Salvador Casanovas. Benet, despu¨¦s de explicar la marcha favorable de la campana, expuso los problemas que se planteaban y manifest¨® que era necesario que alguna personalidad de la intelectualidad espa?ola, de Madrid, levantara su voz en favor de la lengua catalana. Concretamente me pidi¨® que me trasladara a Madrid para conseguir que Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n publicara un art¨ªculo en el ?ABC?. Entend¨ªa que s¨®lo as¨ª pod¨ªa asegurarse la continuidad de la campana y, adem¨¢s, conseguir que la opini¨®n p¨²blica espa?ola se interesara en ella.Al d¨ªa siguiente me traslad¨¦ a Madrid, provisto de unos dossiers que demostraban la importancia y amplitud quen hab¨ªa alcanzado ya la campa?a. Pero yo no conoc¨ªa personalmente a Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n. Por ello, en Madrid me dirig¨ª a mi amigo Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza. El conde de Motrico hac¨ªa poco tiempo que, en un viaje a Barcelona, hab¨ªa celebrado diversas entrevistas con varios dirigentes de las organizaciones democr¨¢ticas catalanas de la clandestinidad y hab¨ªa demostrado sumo inter¨¦s y comprensi¨®n hacia las reivindicaciones b¨¢sicas catalanas. Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza hab¨ªa dejado en Catalu?a el recuerdo de un hombre abierto y liberal. El conde de Motrico comprendi¨® inmediatamente la importancia de mi misi¨®n y me ofreci¨® su ayuda. Y as¨ª, al instante telefone¨® a Pem¨¢n, que se encontraba en Jerez de la Frontera, explic¨¢ndole lo que dese¨¢bamos de ¨¦l. Pem¨¢n, sin titubear, acept¨® escribir el art¨ªculo que ped¨ªamos. El d¨ªa siguiente, Pem¨¢n estaba en Madrid, y al cabo de unas horas entregaba a Areilza la fotocopia del art¨ªculo que hab¨ªa escrito. Se titulaba ?El catal¨¢n: un vaso de agua clara?. El conde de Motrico me mand¨® fotocopia del mismo, acompa?ada de unas l¨ªneas manuscritas en las que me dec¨ªa: ?Querido Josep: Te env¨ªo el estupendo art¨ªculo para ABC de Pem¨¢n sobre el tema. Yo creo que saldr¨¢ en seguida. Convendr¨ªa tener copias preparadas ah¨ª para que lo reproduzcan en seguida ?La Vanguardia? y los dem¨¢s peri¨®dicos. Supongo que te gustar¨¢. Abrazos.? Pem¨¢n hab¨ªa escrito un gran art¨ªculo, un estupendo art¨ªculo, en defensa de la lengua catalana.El art¨ªculo apareci¨® en el ?ABC? el domingo, el d¨ªa 19 de abril de aquel a?o 1970. El texto publicado era casi igual al original del ilustre escritor. Digo casi porque, por razones que el lector puede suponer, hab¨ªa desaparecido del original una frase. Es la que destac¨® subray¨¢ndola en el texto que a continuaci¨®n reproduzco. Pem¨¢n explicaba que, poco tiempo despu¨¦s de la entrada de las tropas nacionales en Barcelona, fue invitado a ser mantenedor de unos ?Jocs Florals?. Y explicaba: ?La invitaci¨®n iba acompa?ada de unas notas en las que se me adelantaba que no admitir¨ªan poemas escritos en catal¨¢n, que la ?Reina de las fiestas? no ser¨ªa una se?orita, sino la bandera rojo y gualda colocada en el sill¨®n presidencial. Tambi¨¦n confidencialmente se me rogaba que hiciera la exaltaci¨®n de Juan Bosc¨¢n, el primer catal¨¢n que, a fines del siglo XV, escribi¨® versos en castellano. Contest¨¦ excus¨¢ndome, porque vi claramente que se organizaba un acto ?separatista?: que de una raya o frontera tanto puede uno separarse de un lado como de otro; y por una ley de din¨¢mica social el tir¨®n hacia adentro es correlativo e inseparable del empuj¨®n hacia fuera.?El art¨ªculo de Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n fue reproducido en la mayor parte de la prensa espa?ola, incluida ?La Vanguardia?. Y mereci¨® el agradecimiento sincero de iodos los catalanes. La campa?a ?catal¨¢ a l'escola? pudo continuar.
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